Por: Luis Rafael García Jiménez.
INTRODUCCIÓN
Los procesos
independentistas se presentan como la culminación de una crisis que tiene
gestación y maduración en la sociedad colonial y se manifiesta en un
sentimiento de aversión al grupo social dominante representado por los blancos
peninsulares por parte de los blancos
criollos. Sin embargo, los pardos, los indígenas y los africanos esclavizados
sienten aversión por los blancos criollos. Este sentimiento de aversión crece y
adquiere conciencia en la segunda mitad del siglo XVIII.
Cuando se habla de
crisis, se hace referencia a la modificación de las ideas e instituciones en
una sociedad y a los cambios en sus estructuras políticas, socio-económicas,
culturales, ideológicas entre otras. Cuando los cambios son profundos y hacen
impacto en la estructura total de la sociedad, ocurre la revolución total o
radical; y, cuando son parciales en una de las estructuras, o son graduales a
través de un proceso, se presenta la revolución parcial o cambio marginal
(Ocampo, 1984). Este último tipo de cambio es el que sucede en la independencia
venezolana, con mayor repercusión en la estructura política y cambios parciales
y graduales en los demás aspectos de la vida de la sociedad.
Durante la colonia que, formalmente, se inicia en el siglo
XVI y llega a su madurez y consolidación
en la llamada colonia tardía en el siglo XVIII, España ejercerá una política de
aislamiento entre las provincias hasta la conformación de la Capitanía General
(1777) que no es más que un intento de
llevar todos los poderes públicos, administrativos y eclesiásticos a la ciudad
de Caracas. Pero, a pesar de ello, las regiones y subregiones del actual
territorio de Venezuela desarrollaron una autonomía con respecto a la Provincia
de Caracas. Por eso, cuando en 1811 se declaran independientes, adoptan el
sistema federal de gobierno y las provincias de Coro, Maracaibo y Guayana se
mantendrán fieles a la Monarquía.
La Independencia como hecho histórico no se presenta de
manera aislada, sino que tiene sus
conexiones e influencias dentro de un proceso más amplio y profundo con las
revoluciones de occidente; esto significa que existe una relación del
movimiento independentista venezolano con las ideas independentistas de los
hispanoamericanos y del proceso universal de independencia (Estados Unidos,
Francia, Bélgica entre otros). Todos hijos de la Ilustración.
El hecho de que un
sector de la élite no quiere romper con
la Monarquía no significa que el sector radical tome las riendas del proceso,
pues ya para el 19 de abril han demostrado demasiada
cautela y temor a la independencia manteniéndose leales a la Corona.
1.
La idea de independencia.
Antes de instalarse el Congreso de 1811 (que no tiene carácter constituyente), los Diputados
asisten a un Te Deum oficiado por el
arzobispo Narciso Coll y Pratt. Después
del evangelio, los diputados prestan juramento bajo estos términos:
¿Juráis a Dios por los Santos Evangelios que vais a tocar, y prometéis a la Patria conservar y defender sus derechos y los del Señor Don Fernando VII, sin la menor relación o influjo con la Francia; independientes de toda forma de gobierno de la península de España; y sin otra representación que la que reside en el Congreso General de Venezuela...? (Documentario de la Libertad, 1983).
La idea de independencia va ganando adeptos en el seno del Congreso. Muchos diputados la apoyan con
apasionados alegatos; otros con, argumentos históricos. La oposición contraria a la independencia del diputado de
La Grita, el sacerdote Manuel Vicente de Maya, se ve arrollada por los
discursos de Peñalver, Roscio, Miranda, Palacio Fajardo, Yanes, Toro y muchos más, favorables a la independencia.
Entre tanto, los ánimos caldeados de los
jóvenes radicales, reunidos en la Sociedad Patriótica exigían la independencia.
En la mañana del 5 de julio continúa el debate en el Congreso
y a comienzos de la tarde se procede a la votación; hecho el recuento de los
votos, el presidente del Congreso, Juan Antonio Rodríguez Domínguez, anuncia
solemnemente a las tres de la tarde, que queda proclamada la Independencia
absoluta de Venezuela. Una manifestación espontánea encabezada por Miranda,
acompañado por miembros de la Sociedad Patriótica y por el pueblo, recorre las
calles de Caracas, ondeando banderas y gritando consignas.
Se recomienda la redacción del Acta al Diputado Juan Germán
Roscio con la cooperación del Secretario del Congreso Francisco Isnardi, esta
Acta de Independencia será la primera de la América hispana.
En la historiografía
tradicional y en la memoria colectiva ven el 5 de julio como el día de la firma
del acta de la Independencia, que aunque está fechada en Caracas el 5 de julio
de 1811 (porque ese día es declarada la
independencia), en realidad redactada en la noche del día 5 al 6 o en el
transcurso del día 6, aprobada el 7 por el Congreso y presentada el 8 al Poder
Ejecutivo. Y el acto de la firma del acta es plasmado simbólicamente por los
pintores Juan Lovera (quien pinta el 5
de julio en el año de 1838) y Martin Tovar y Tovar (pinta Firma del acta de Independencia en 1883). Lo
que sí debe quedar claro es que, en ningún momento, hay un acto protocolar
para la firma del acta.
El 21 de diciembre de 1811, en vísperas de suspender sus
sesiones, es aprobada y promulgada la Constitución de 1811, cuyo principal
redactor había sido el diputado Francisco Javier Ustáriz (primera constitución
hispanoamericana).
Pero una cosa son las leyes;
otra, las realidades. La primera República tiene que enfrentarse a
tremendas dificultades económicas, políticas y sociales. El sistema de gobierno
federal adoptado (copia del sistema de gobierno de los Estados Unidos de Norte
América) hace difícil la coordinación de actividades entre las diversas
provincias, y de cada una, con el Gobierno Federal de Caracas. Este, a su vez,
tiene un funcionamiento muy complicado
por tratarse de un triunvirato cuyos
miembros ejerce, por turno, la presidencia. El 5 de marzo de 1811 se designa el primer
triunvirato para ejercer el Poder Ejecutivo; recae tan alta responsabilidad en el Dr. Cristóbal
de Mendoza, don Juan Escalona y Baltazar Padrón y, para suplir las ausencias,
se nombran a Manuel Moreno Mendoza,
Mauricio Ayala y Andrés Narvarte. Acuerdan que cada uno de ellos (los
principales) sea presidente cada semana. La falta de Mendoza es cubierta por
Manuel Moreno porque Mendoza se encuentra en Barinas.
La situación
económica es delicada ya que los egresos del erario han aumentado y los
ingresos son insuficientes. Es necesario que el Congreso decrete una emisión de
papel moneda, que generó una tremenda inflación.
A todo esto se suma, el 26 de marzo de 1812 y días
siguientes, el fuerte terremoto que causa graves daños y gran mortalidad en
Caracas y otras ciudades (que, por casualidad, están bajo el control de los
republicanos). Los monárquicos o realistas lo atribuyen a un castigo del cielo.
El militar español Domingo de Monteverde se pone en campaña con un reducido
ejército, desde Coro, y arrolla a los
desunidos y desalentados republicanos, a pesar de los esfuerzos de Francisco de
Miranda, ya nombrado Generalísimo y dictador por el Congreso, para organizar la
resistencia. La plaza de Puerto Cabello
(la más importante en la naciente república), cuyo comandante es el coronel
Simón Bolívar, cae en manos de los realistas debido a una sublevación de los
prisioneros encerrados en el Castillo: se teme una insurrección generalizada de
esclavos contra los republicanos (en su gran mayoría propietarios de estos).
El Generalísimo Francisco de Miranda capitula ante Monteverde
y después es apresado en La Guiara por un grupo de civiles y oficiales
de su propio ejército, entre quienes se halla Simón Bolívar. Este acto de evidente traición
marcará a Bolívar en su historia militar, aunque en su memento él y sus
acompañantes piensan que hacen lo correcto. A cambio de esa acción, Bolívar
recibirá un pasaporte para salir del territorio. Desde el puerto de La Guaira,
Miranda es transportado al Castillo San Felipe de Puerto Cabello a principios de
1813, escribe desde su celda un memorial a la Real Audiencia de Caracas
exigiendo el cumplimiento de la capitulación de San Mateo. El 04 de junio de
1813es trasladado hacia la fortaleza de El Morro, ubicada en Puerto Rico allí a
España donde es encerrado en el calabozo del penal de las Cuatro Torres del
arsenal de La Carraca en San Fernando. Allí sólo recibió algunas noticias y
ayuda de algunos amigos. Miranda planea escapar hacia Gibraltar pero un ataque
de apoplejía frustra sus planes y muere, a los 66 años de edad, el 14 de julio
de 1816.
A finales de 1812
Monteverde restablece el régimen español de la
Capitanía General de Venezuela.
2.
El actor
principal: el hombre que asume la independencia.
Se pierde la Primera
República y aparecerá en escena el primer actor por un lapso que va desde 1813
hasta 1830 (17 años). Este es Simón José Antonio de la Santísima Trinidad Bolívar
Palacios, quien nace hace 231 años en el seno de una de las
familias más acaudaladas de la época. Nace en lo que se ha denominado “la colonia
tardía”; período de progreso y bienestar para la clase dominante, los grandes
“cacaos”, quienes les dan auge a la música, la literatura, festividades
públicas, religiosas y oficiales, actividad comercial, teatro, vida
universitaria, nuevas construcciones, servicios públicos. Como bien lo expresa
Caracciolo Parra León (s/f).
Para el año 1783, año del nacimiento de Bolívar, Francisco de Miranda
cuenta con 27 años; Napoleón Bonaparte,
14; Simón Rodríguez, 12; O`Higgins,
7; San Martín, 5; Andrés Bello, 2; y José Antonio Páez, 7.
Si se utilizan las categorías actuales (claro está,
descontextualizándolas) es un burgués o un oligarca, ¿De dónde viene la riqueza
de los blancos criollos? Viene del
genocidio del el despojo de las tierras
a los indígenas y de la explotación esclavista a la que eran sometidos los
secuestrados africanos.
A pesar de la riqueza de
Simón Bolívar, tiene una infancia muy
dolorosa, debido al hecho de ser niño huérfano. Su hermana y sus tíos se pelean
su custodia y, así, administran
“desinteresadamente” la fortuna del niño.
Su educación cuando niño es muy
deficiente. Por ello, se puede decir que es un autodidacta excelso toda la vida. Al morir
sus padres (primero su padre, luego su madre) queda bajo la custodia de su
abuelo; este lo inscribe en una Escuela Pública Municipal de Caracas. Así
aparece en la lista de los alumnos y consta en el Acta del Ayuntamiento fechada
el 10 de julio de 1793. Dos años antes,
Simón Rodríguez, con 20 años, fue admitido para servir en la escuela, bajo la
dirección de Guillermo Pelgrón. La escuela se encuentra en estado de ruina
total y hasta carece de útiles. El 19 de marzo de 1794, Rodríguez presenta un
informe al Ayuntamiento y una de sus primeras quejas es el alto número de
alumnos: 114 niños. Como es lógico, ni en el siglo XIX ni en el siglo XXI pueden ser atendidos eficazmente por un
maestro tantos alumnos. Rodríguez sueña con ver a cada niño y cada niña con un
libro en sus manos y no un fusil.
Cuando Bolívar cumple 11 años,
ya muerto su abuelo, habita en la casa de su tío Carlos. Es entonces cuando se presenta un grave conflicto. El niño no quiere seguir
viviendo con su tío sino con su hermana. La querella se ventila en la Audiencia, y esta falla
a favor del tío quien ordena que el niño sea llevado a la casa del maestro Rodríguez. María
Antonia protesta y la Audiencia ordena
inspeccionar la casa: esta conformada por: una sala, dormitorio,
galería, 4 cuartos, 2 patios, corredores, cocina y corral. En ella habitan Rodríguez, su esposa, su hermano Cayetano y su
esposa con su hijo, las suegras, dos cuñadas, un señor de apellido Piñero junto
con su sobrino, 3 criados domésticos, 5 estudiantes y un menor recién nacido,
en total 20 personas (Alcántara, 1994).
Como puede observarse, el
trato escolar o el acto pedagógico entre Simón Rodríguez y el niño Simón es
accidentado, penoso, sin éxito y complicado. Sinceramente, no tiene sentido
magnificar o darle otro carácter bajo supuestas e imaginarias técnicas
roussonianas. Las ideas libertarias pueden haberse originado cuando se
encuentran en Europa (entre 1804-1805)
los dos. A partir de allí, en esas largar conversaciones si pudo verdaderamente ejercer
su papel de Maestro.
Debido a estos problemas, el
niño es colocado en la Academia de Matemáticas que dirige el Padre Andújar. Asistiendo a clase acompañado de 18 condiscípulos
y Andrés Bello le da algunas clases de Historia y cosmografía. El contacto
educativo es realmente breve.
A los 14 años ingresa al
Batallón de Milicias de Blanco de los Valles de Aragua y a los 15, es ascendido al grado de
subteniente (1798). Es bueno recordar que aquí no se imparte instrucción teórica y práctica alguna distinta
de cuestiones elementales de cierta disciplina y jerarquía. Es decir, Bolívar
no recibe una formación en el arte o la
ciencia militar.
A los 16 años se embarca
rumbo a España, con escala en Veracruz (46 días) y unas horas en La Habana. En
carta enviada a su tío Pedro, el 21 de
marzo, se aprecia la mala letra y los errores ortográficos. Eso demuestra que
Bello le dio clases de cosmografía. En España, sus tíos se preocupan por su
formación. En carta de Pedro a Carlos le dice que Esteban lo tiene muy aplicado
y él sigue con gusto y exactitud el
estudio de la lengua castellana, el escribir en que está muy aventajado, el
baile, la historia en buenos libros y se le tiene preparado el idioma francés
y las matemáticas. (Lecuna, 1947). Pero
Esteban se percató enseguida de que la tarea de educar a Simón es superior a
sus fuerzas y piensa que la persona ideal para tales funciones es el Marqués de
Ustáriz.
Bolívar llega a la casa del
Marqués en el año 1800. Ustáriz, de 65 años,
no tiene hijo. Este será el verdadero e influyente maestro
de Bolívar. O’Leary (1981) escribe que Bolívar, hasta los últimos días, se
complace en recordarle y hablar de él con veneración.
Bolívar, aún no cumplidos 19
años, se casa en España, con su prima María Teresa Toro (dos años mayor), el 26 de mayo de 1802. Arriban a La Guaira el
12 de julio y, el 15 llegan a Caracas y
se entera de que su finca en el Valle de Seuse, ubicada cerca de Santa Lucía,
ha sido invadida por los vecinos que construyeron en sus terrenos ranchos,
cercas y otras instalaciones. Más adelante tendrá problemas de linderos con
Briceño Méndez.
El 22 de enero de 1803, sólo
8 meses después de casado, fallece María Teresa. Bolívar decide irse a España y,
a mediados de diciembre de ese mismo año, está en Cádiz. En agosto de 1804
estará en París; en 1805, en Roma. De regreso de París, en 1806, se entera de
la expedición de Miranda. A finales de noviembre del mismo año sale de Europa y
en junio de 1807 llega a Caracas. La estadía de Bolívar en Europa (1804-1807)
es muy difícil de estudiar, porque, respecto a ella, existen leyendas, mitos,
posiciones afectivas y otras actitudes similares que, por la insistencia en la repetición de noticias no confirmadas,
se han convertido en una verdad histórica difícil de discutir. Pero lo que sí
está claro es que las tertulias sostenidas con Bonpland convertirán a este en un gran maestro de
Bolívar en el conocimiento de los pensadores de su tiempo y su medio.
Bolívar llega a Caracas
convencido de que la independencia es una necesidad. En 1808 se celebran
reuniones en la casa de los Bolívar cerca del Guaire, para tratar los
acontecimientos de Europa como el nombramiento de José Bonaparte, Rey de
España. Bolívar no comparte la idea de la creación de una Junta Conservadora de
los Derechos de Fernando VII. Por ello se mantendrá alejado en su hacienda en
Yare, durante los acontecimientos desarrollados por los mantuanos ese año hasta el 19 de abril de 1810, Bolívar
no habla ni puede hablar de adhesión de la Corona ni de la
legitimidad o no de la Regencia recién
constituida, sino de la plena independencia como única solución al problema
político que está planteado. El 9 de junio de 1810, Bolívar (con el grado de
Coronel), Luis López Méndez y Andrés Bello, irán a Londres a dar cuentas de lo sucedido en Caracas.
Su estadía en Londres le
permitirá desarrollarse como hábil diplomático y sostener conversaciones muy
fructíferas con Francisco de Miranda. Bolívar llegará a La Guaira el 5 de diciembre.
La Junta Suprema le dio el rango de Capitán, en contradicción con el nombramiento anterior de Coronel. Bolívar solicita autorización
para que Miranda ingrese al territorio.
El 31 de diciembre de 1810 la Junta Suprema nombra a Miranda Teniente General
pero este quiere el de General de
primera clase.
En los días previos a la
Declaración de la Independencia, Bolívar en su primer discurso político
pronunciado en la Sociedad Patriótica el 4 de julio, expresa: “…Trescientos
años de calma ¿no bastan?…” la expresión
está dirigida a un auditorio, porque en realidad, esos 300 años no pasaron en
calma, Magallanes (1972) da cuenta de 45 luchas, rebeldías, conflictos e
insurrecciones. Claro está, los blancos criollos estuvieron en contra de todos
ellos.
En junio, la Junta Suprema de Caracas convoca a
elecciones generales. El primer Congreso Venezolano se instala el 2 de marzo de
1811 y, cuatro meses más tarde, estará proclamando la independencia absoluta de
Venezuela. Esto fue el inicio no solo de Venezuela como república, sino también
de un largo desangramiento entre hermanos.
Esta Primera República
recibirá la oposición de Maracaibo, Guayana y los corianos, se sublevan los
canarios en Caracas, también los valencianos y éstos derrotan al General
Fernando Toro. Serán sometidos por Miranda. Pero se avizora el avance de
Monteverde hacia Caracas.
El terremoto del 26 de marzo
dejará en ruinas a Caracas. Los monárquicos piensan que fue castigo del cielo.
Bolívar se yergue como líder sobre las ruinas y expresa el 26 de marzo estas
temerarias palabras: “…si se opone la naturaleza a nuestros designios,
lucharemos contra ella y haremos que nos obedezca”. Arenga vista en la
actualidad como antiambientalista ya que luchar contra la naturaleza es luchar
contra el propio hombre y ella no obedece y por tal motivo hay que vivir en
armonía con ella.
Se disuelve el Congreso que
se había trasladado a Valencia. A Miranda le ofrecen la dictadura. Se disuelve
el ejecutivo. Bolívar pierde la plaza de Puerto Cabello. Miranda capitula el 25
de julio de1812. Monteverde entra en
Caracas y viola la capitulación.
Hasta aquí la revolución
venezolana de independencia ha tenido los caracteres modestos de un
enfrentamiento entre oligarquías municipales. Ha sido un movimiento urbano.
Como es normal en toda guerra, ha corrido sangre y se han increpado las
pasiones. Pero no se han cometido atrocidades; y aunque los soldados de ambos
bandos son naturales del actual
territorio de Venezuela, todavía la guerra no se ha convertido en esa pavorosa
guerra civil que será después. (Caballero, 1997).
Monteverde, en 1813 cae en
desgracia política. Venezuela queda adscrita a Bogotá. Asume el cargo de
Capitán General Juan Manuel Cagigal, a quien desconocerán Boves y Morales.
Con 29 años de edad, Bolívar
va al destierro (con pasaporte entregado por Monteverde) y desde allí se empeña en preparar la revancha
cuya satisfacción moral y política había facilitado la acción de Monteverde.
Bolívar en Cartagena escribirá
su Manifiesto el 15 de diciembre de 1812 en donde analiza las causas de la
pérdida de la primera república, pero, entre estas, no menciona la pérdida de
la plaza de Puerto Cabello. En este documento establece las bases de su
pensamiento y su acción. La causa primordial de los males es, para él, la
contradicción insoluble entre la realidad social y la “…fatal adopción del
sistema tolerante…”. Hace sarcasmos de la
ceguedad de los magistrados que, en lugar de aplicar “…la ciencia práctica
del gobierno…”, sigue las enseñanzas de “visionarios” que han “…imaginado
repúblicas aéreas…” mostrando hostilidad hacia los ideólogos partidarios de
instituciones imprácticas e inadecuadas. (Bolívar: Documentario de la Libertad.
1893).
Bolívar se unirá a los
ejércitos de la Nueva Granada independiente, demostrando ya sus cualidades de
jefe guerrero y se hace investir de autoridad para invadir a Venezuela. Lo
hace, proclamando el 15 de julio de 1813, en Trujillo la Guerra a Muerte contra
los “Españoles y Canarios) que no se hubiesen pasado a la causa emancipadora.
Decreto este muy polémico y algunos lo justifican por aquello de que sin odio no hay revolución.
A partir de este momento se
realizará un apretado resumen, cronológico, de los acontecimientos históricos
partiendo de este año 1813. Mariño libera el Oriente venezolano. Bolívar llega
a Caracas, gracias a la llamada Campaña Admirable, desarrollada en 3 meses de
operaciones, en donde despliega sus condiciones de jefe militar: rapidez de
decisión, celeridad de los movimientos y energía sin desfallecimiento para
decidir y para actuar, liberando el occidente venezolano.
Bolívar es proclamado
Libertador y Capitán General de las tropas el 14 de octubre. Este nombramiento
no le agradará a Mariño, libertador del oriente venezolano.
José Tomás Boves entra en
escena. La guerra apenas comienza y a partir de ahora va a tomar los caracteres
de un violento conflicto social, implacable y sangriento. Se verán las hordas
de jinetes que corretean por el llano, incendiando, saqueando, violando y
matando cruelmente. Pero, con Boves, entra en acción la verdadera masa popular;
su ejecito está conformado por llaneros
(peones), esclavos e inclusive indígenas. Boves
convierte el conflicto en su guerra personal, en contra de los “blancos”
llámense criollos o peninsulares.
El 2 de enero de 1814, una
Asamblea Popular confiere a Bolívar poderes dictatoriales para salvar la
república. Boves, encabezando la guerra
social contra los blancos criollos, entra a Caracas.
Se realiza la épica
emigración a Oriente. Boves morirá en
Úrica, pero también morirá la República, penosamente recuperada. La pérdida nuevamente
de la república pone de relieve uno de los aspectos característicos de la
guerra. La idea de independencia no tiene, durante sus primeros años, raíces
profundas en las clases populares. Los dirigentes de la independencia son los
blancos criollos, “la Oligarquía”, es
decir, los empleadores de los pardos y los dueños de los esclavos. Bolívar, en
su manifiesto de Carúpano (7 de septiembre de 1814), descubre el sentido civil y
social de la guerra, anota que las revoluciones
políticas y sociales necesitan ser
establecidas por grandes convulsiones y, haciendo análisis determinista de las
causas de la derrota, expresa: “Vuestros hermanos y no los españoles, han
desgarrado vuestro seno, derramando vuestra sangre, incendiando vuestros
hogares, y os han condenado a expatriación”. (Documentario de la Libertad,
1983).
En este año, Fernando
VII recuperará el trono de España y
tratará de recuperar las colonias americanas. En 1815, llega de España la
expedición del general Pablo Morillo.
Bolívar, en Kingston, el 6
de septiembre, escribe la conocida Carta de Jamaica y en ella, describe el más
completo y deslumbrante panorama de la situación y del futuro del continente.
Revela un conocimiento notable de los diferentes aspectos del conjunto de los
pueblos americanos, señala sus características propias con aguda percepción y
se lanza a trazar las posibilidades del futuro de los distintos países con
previsión profética. Bolívar recibe la ayuda de Petión y deroga solemnemente la
esclavitud (pero esta se mantendrá vigente hasta 1854, es decir 24 años después
de su muerte).
En el año 1817, Piar es
juzgado en Angostura por un tribunal de guerra y condenado a muerte el 16 de
octubre. El verdadero delito fue pensar en una lucha de clases. En ese año
(1817), Bolívar en carta a Martín Tovar y Ponte expresa: “… aquí no manda el
que quiere sino el que puede…” (Documentario de la Libertad, 1983). El mismo lo corroborará 13 años después; más
tarde, Páez, los Monagas, Guzmán, Crespo y pare de contar. El 16 de abril de 1818, se realizará el
atentado contra la vida del Libertador en el Rincón de los Toros.
En 1819, en la Guayana
reconquistada por Piar para la República, el Libertador convocará el Congreso
de Angostura. Pronunciará (15 de febrero de 1819) un discurso que se convertirá
en el más importante de sus documentos políticos, alertando contra la imitación
de instituciones tomadas de otros pueblos de historia y composición diferentes
al nuestro. Pide un orden de legalidad y justicia; pero alerta contra la
anarquía y el exceso ideológico. En este discurso sentencia:
La continuidad de la autoridad en un mismo individuo, frecuentemente ha sido el término de los gobiernos democráticos. Las repetidas elecciones son esenciales en los sistemas populares, porque nada es tan peligroso como dejar permanecer largo tiempo en un mismo ciudadano el poder. El pueblo se acostumbra a obedecerle y él se acostumbra a mandarlo, de donde se origina la usurpación y la tiranía. Un justo celo es la garantía de la libertad republicana, y nuestros ciudadanos deben temer con sobrada justicia que el mismo magistrado que los ha mandado mucho tiempo, los mande perpetuamente. (Bolívar: Documentario de la Libertad, 1983).
El 27 de noviembre de 1820,
en Trujillo, se firma un armisticio y un tratado de regulación de la guerra y
se entrevistan Bolívar y Morillo en Santa Ana.
En carta a Juan Germán Roscio, Bolívar expresa: “…porque el que manda
debe oír aunque sean las más duras verdades y después de oírlas debe
aprovecharse de ellas, para corregir los males que producen los errores…” (16
de enero 1820)
Pocos meses después, se rompe el armisticio
cuando Maracaibo se declara incorporado a Colombia. En este año de 1821 en el
Campo de Carabobo, España verá extinguir su antigua Colonia. Con respecto
a esta batalla es necesario aclarar que:
La historiografía tradicional
venezolana, en su mayoría, ha dado a
entender que con la 2da. Batalla de Carabobo (la primera fue el 28 de mayo de 1814) se sella
definitivamente la independencia del actual territorio de Venezuela, que no hay
más enfrentamientos bélicos. Sin embargo, después de Carabobo (1821) y de la Batalla Naval del
Lago de Maracaibo (1823) fue necesario entablar
cincuenta y cuatro combates terrestres y navales, para librar definitivamente
el actual territorio venezolano del
imperio español. Estos enfrentamientos bélicos vistos desde la óptica militar
son considerados como complementarios, pero necesarios e indispensables para
consolidar la independencia política. Es más, en el mismo territorio del actual
Carabobo, después de la 2da. Batalla de
Carabobo, se realizan diez enfrentamientos bélicos que concluyen
en 1823 con el Sitio y Toma de Puerto Cabello, por el general Páez.
Ganar una batalla no significa ganar la guerra. Todo esto significa que con la
Batalla de Carabobo no se acaba definitivamente con los seguidores de la
monarquía con las armas en las manos, ni menos con las ideas, ya que éstas se
mantuvieron hasta finales de ese siglo.
Otro aspecto que llama la atención es aquel que da a entender
la historiografía tradicional: el ejército republicano está en desventaja con
el ejército monárquico, tanto a nivel de formación militar, experiencia y
tecnología, como numéricamente. Y, que a
pesar de esas desventajas los republicanos triunfan épicamente en un arrojo
descomunal de heroísmo. Eso es totalmente falso, La Batalla de Carabobo es el
producto de la Campaña del Centro, planificada con profesionalismo, idoneidad y
un alto nivel técnico, inclusive el Libertador engaña a los monárquicos quienes
piensan que la batalla definitiva se realizaría en Caracas.
La segunda Batalla de Carabobo demostró que, las fuerzas republicanas, con una experiencia
de once años de lucha armada, donde las victorias las derrotas sirven de academia formativa del
soldado con voluntad y el ideal de libertad y de igualdad. Ambas fuerzas
(monárquicos y colombianos) cuentan con un armamento que está al día con la
tecnología militar, y las tácticas militares están acordes con el avance de la
época; ejemplo de ese nivel técnico y tecnológico lo tenemos en el Batallón Rifles (creado el 13 de agosto de
1818 con los rifleros británicos al mando de Robert Piggot que fueron
aumentados con indígenas de las misiones del Caroní). Sencillamente, en la
Batalla de Carabobo, luchan profesionales idóneos y capaces, seguros de sí
mismos, y dejan de lado el hecho heroico, porque tanto el cobarde como el héroe
son hijos del miedo. La batalla es el fruto de hombres que hacen su
trabajo, hombres tan normales y mortales
que hasta el General Páez sufre uno de sus ataques epilépticos
En carta a José
del Castillo Rada, fechada el 16 de septiembre de 1821, Simón Bolívar expresa:
… no conviene que el gobierno esté en las manos del hombre más peligroso; no conviene que la opinión y la fuerza estén en las mismas manos y que toda la fuerza esté concentrada en el gobierno; no conviene que el jefe de las armas sea el que administre la justicia; porque entonces el choque universal será contra este individuo, y derrocado él, será derrocado todo el gobierno. (Documentario de la Libertad, 1983)
En el año 1822, se entrevistan en Guayaquil José de San
Martín y Simón Bolívar. Los libertadores tendrán diferentes puntos de vista
sobre la realidad política. San Martín cede el paso y Bolívar ingresa al Perú,
donde es proclamado Dictador, para acabar con la anarquía.
En el año 1823, el 8 de noviembre, el general José
Antonio Páez se apodera de la plaza de Puerto Cabello, en manos de los
españoles desde 1812.
Con la batalla de Ayacucho,
dirigida por Antonio José de Sucre en 1824, se pone punto final al imperio español
en Suramérica. En ese mismo año se crea la República de Bolívar capital Sucre,
hoy Bolivia.
El 6 de agosto de 1825,
Bolívar presenta la Constitución de Bolivia. En esta plantea un presidente
vitalicio y un vicepresidente designado por este, que compartirían las tareas
del gobierno. Bolívar piensa que, si se logra la confederación de los nuevos
Estados liberados por él (Colombia, Perú y la creada Bolivia) con él como
presidente vitalicio, y vicepresidentes locales que dirigieran cada nación.
En el año 1826, se reúne el Congreso de Panamá. Páez ha
consolidado su dominio en el Departamento de Venezuela.
Bolívar, en el año 1827, visita por última vez su tierra natal (su amada Caracas). Durante su
estadía dictara “los estatutos republicanos de la Universidad Central de
Venezuela” con las nuevas normas y doctrinas se rompieron viejos y absurdos
tabúes como el del color de la piel como requisito de ingreso.
De vuelta a Bogotá, Bolívar
asume la dictadura en 1828, para salvar a Colombia de la desintegración. Recuerda
las palabras que pronunció el 2 de enero de 1814: “huid del país donde
uno solo ejerza todos los poderes: es un país de esclavos”. Es trágica la situación de este grande hombre
que ha luchado heroica y denodadamente como nadie por la independencia. Bolívar
es atrapado por el trágico destino de hacerse cada vez más duro como
gobernante, de recurrir a medidas que van a hacer más odiosa su figura, que van
a favorecer una reacción contra él porque lo van a percibir como un tirano que
quiere a la fuerza imponer una solución política contra la voluntad general que
ellos piensan representar. El 16 de agosto de 1828, le escribe a Páez
expresando que la corrupción de los
pueblos nace de la indulgencia de los tribunales y de la impunidad de los
delitos. (Documentario de la Libertad, 1983)
En 1829, el Consejo de
Estado de Bogotá proyecta establecer la Monarquía Constitucional. El Libertador
lo desaprueba.
En el año 1830, se desmembra la República de Colombia.
La Gran Colombia, como bien lo expresa Luis Castro Leiva (1985), es una ilusión
ilustrada. Colombia una república de un solo ciudadano; así como hay
revoluciones con un solo revolucionario.
En diciembre de 1830, muere
físicamente Simón Bolívar. Él asumió la independencia y el Estado Colombiano; José Antonio Páez, la Nación. Bolívar nos
liberó de los españoles y Páez de los Colombianos porque, de lo contrario, hoy,
seríamos un departamento colombiano. Para
Bolívar la patria era Colombia; para
Páez, Venezuela; para Santander, Nueva
Granada. Bolívar era un hombre hijo del pensamiento del siglo XVIII; Páez
producto del siglo XIX. Bolívar venció a los españoles pero no pudo vencer al
imaginario colectivo de los pueblos suramericanos.
De acuerdo con Brewer-
Carías (2005):
Las guerras de independencia, que se extiende hasta 1824, si bien hicieron inaplicables formalmente los textos constitucionales de 1811, 1819 y 1821, consolidaron los poderes de los caudillos militares regionales y locales bajo cuyas tropas se habían ganado y perdido batallas. La Provincia-Ciudad-Estado que había quedado como legado de la época colonial se consolidaría con el agregado militar fáctico, que no sólo permitió desconocer Constituciones, como sucedió respecto al texto de 1821 por la Municipalidad de Caracas y el poder militar de Páez, sino que inclusive en plena guerra de independencia llegó a poner en duda y discusión la autoridad del Libertador.
(Disponible: http://www.allanbrewercarias.com/Content/449725d9-f1cb-474b-8ab241efb849fea2/Content/I,%201,%20935.%20C%C3%81DIZ,%20ENTRE%20CARACAS%20Y%20ANGOSTURA%20Y%20VALENCIA Consulta:15-03-14).
Cuando se estudia la abundante historiografía
referente al proceso de independencia,
se distinguen fácilmente las posturas ideológicas de los historiadores, de
acuerdo con dichas posturas, Inés
Quintero (2011) expresa:
Seguramente el aspecto más relevante surgido
de la corriente positivista fue el polémico texto de Laureano Vallenilla
Lanz en el cual planteaba que la guerra de Independencia no había sido un
enfrentamiento entre españoles y americanos, sino una guerra civil entre
quienes se oponían a ella y quienes se mantenían fieles a la Corona,
independientemente del lugar en el cual hubiesen nacido. En el caso de los
marxistas, la relectura de este período de nuestra historia, estuvo dirigida a
demostrar que la Independencia no podía ser considerada como una Revolución ya
que no se había producido ninguna alteración en la estructura económica y
tampoco se habían dado modificaciones sustanciales en la estructura social.
Finalizada la guerra –concluían los marxistas- todo había quedado igual: eran
los mismos quienes detentaban el poder y los mismos quienes seguían siendo
explotados por sus opresores de antaño. (p.1).
Simón
Bolívar concibe la idea de una “supernacionalidad” hispanoamericana, al igual que francisco de
Miranda con el Incanato, aunque por lo pronto no ha sido posible formar un solo Estado con
todos los países:
Yo deseo… ver formar en América la más grande nación del mundo, menos por su extensión y riqueza que por su libertad y gloria… La Metrópolis, por ejemplo, sería México, que es la única que puede serlo por su poder intrínseco, sin el cual hay Metrópolis… Es una idea grandiosa pretender formar de todo el Mundo Nuevo una sola nación, con un solo vínculo que ligue sus partes entre sí y con el todo. (Carta de Jamaica. Kingston, 6 de septiembre de 1815. Simón Bolívar: Documentario de la Libertad – 1983 - ).
Se infiere que, aun cuando
no se pudiera formar un solo Estado hispanoamericano era necesario promover esa
supernacionalidad con algunas medidas de organización jurídica. Esa idea de la
supernacionalidad estaría presente en el Congreso de Panamá (1826). Pero solo
logró con la República de Colombia formar una comunidad supranacional, un
Estado conformado por tres naciones: Venezuela, Nueva Granada y Quito.
La independencia no aporta mayormente cambios en lo
político-administrativo, y los cambios efectuados son minúsculos, se conserva
casi en su totalidad la misma estructura de la sociedad colonial, debido a la
innegable herencia ibérica y también en gran medida por las dificultades
económicas y las necesidades militares de la época independentista, factores en
los que estaba concentrada la sociedad de esos años. La tendencia política desde 1810 hasta
mediados de los años sesenta, del siglo
XIX, es de tipo conservadora, este Estado parece en apariencia muy estable, pero dicha estabilidad se debe
al cansancio y desgaste de la población
por los largos años de la guerra. Los grupos económicos de comerciantes, prestamistas, sectores medios y
profesionales, aumentan cada vez más,
esto hace necesaria la modernización de la estructura del Estado tradicional y oligárquico, estos
mismos sectores son los que reclaman y
promueven cambios en dicho Estado fundamentándose en nombre de los principios del liberalismo. (Calles,
2011).
Referencias:
Alcántara, Tomás Polanco (1994). Simón Bolívar: Ensayo de
interpretación biográfica a través de sus documentos. Caracas. Editorial
Melvin.
Bolívar.
Documentario de la Libertad (1983). Tomos: I-II-III. Colección: Bicentenario
Bolivariano. Serie: Proceso de formación
de la República durante la vida pública del Libertador. Caracas.
Ediciones de la Presidencia de la República.
Brewer-Carías, Allan (2005). Cádiz y los
orígenes del constitucionalismo en Venezuela. Después de caracas (1811):
angostura (1819), Cúcuta (1821) y
Valencia (1830.
-474b-8ab2-41efb849fea2/Content/I,
1, 935. cádiz, entre caracas y angostura y valencia.pdf
Caballero, Manuel (1997). De la “pequeña Venecia a la Gran Venezuela”.
Caracas. Monte Ávila Editores Latinoamericana. Vicerrectorado Académico.
Universidad Central de Venezuela.
Calles M., Ana C (2011). Idea de Estado y
nación en los colombianos (1810-1886). En: Presente y Pasado. Revista de
Historia. ISSN: 1316-1369Año 16. Nº 32.
Julio-Diciembre, 2011. pp. 337-366.
Mérida. Universidad de los Andes.
Castro Leiva, Luis (1985). La Gran Colombia una ilusión ilustrada.
Caracas. Monte Ávila Editores.
Lecuna, Vicente (1947). Simón Bolívar. Obras
completas. Ediciones del Ministerio de Educación de los Estados Unidos de
Venezuela. La Habana. Editorial Lex.
Magallanes, Manuel Vicente (1972). Luchas e
insurrecciones en la Venezuela Colonial. Caracas. Editorial. Tiempo Nuevo.
Parra León, Caracciolo (s/f). Filosofía universitaria. Obras
completas. Madrid. Editorial Flores.
Quintero, Inés (2011) Historiografía e independencia en Venezuela
No hay comentarios:
Publicar un comentario