jueves, 2 de junio de 2016

LA GUERRA DE INDEPENDENCIA

Por: Luis Rafael García Jiménez.


INTRODUCCIÓN

            Los procesos independentistas se presentan como la culminación de una crisis que tiene gestación y maduración en la sociedad colonial y se manifiesta en un sentimiento de aversión al grupo social dominante representado por los blancos peninsulares por  parte de los blancos criollos. Sin embargo, los pardos, los indígenas y los africanos esclavizados sienten aversión por los blancos criollos. Este sentimiento de aversión crece y adquiere conciencia en la segunda mitad del siglo XVIII.
 Cuando se habla de crisis, se hace referencia a la modificación de las ideas e instituciones en una sociedad y a los cambios en sus estructuras políticas, socio-económicas, culturales, ideológicas entre otras. Cuando los cambios son profundos y hacen impacto en la estructura total de la sociedad, ocurre la revolución total o radical; y, cuando son parciales en una de las estructuras, o son graduales a través de un proceso, se presenta la revolución parcial o cambio marginal (Ocampo, 1984). Este último tipo de cambio es el que sucede en la independencia venezolana, con mayor repercusión en la estructura política y cambios parciales y graduales en los demás aspectos de la vida de la sociedad.
Durante la colonia que, formalmente, se inicia en el siglo XVI y  llega a su madurez y consolidación en la llamada colonia tardía en el siglo XVIII, España ejercerá una política de aislamiento entre las provincias hasta la conformación de la Capitanía General (1777)  que no es más que un intento de llevar todos los poderes públicos, administrativos y eclesiásticos a la ciudad de Caracas. Pero, a pesar de ello, las regiones y subregiones del actual territorio de Venezuela desarrollaron una autonomía con respecto a la Provincia de Caracas.  Por eso, cuando en 1811  se declaran independientes, adoptan el sistema federal de gobierno y las provincias de Coro, Maracaibo y Guayana se mantendrán fieles a la Monarquía.
La Independencia como hecho histórico no se presenta de manera  aislada, sino que tiene sus conexiones e influencias dentro de un proceso más amplio y profundo con las revoluciones de occidente; esto significa que existe una relación del movimiento independentista venezolano con las ideas independentistas de los hispanoamericanos y del proceso universal de independencia (Estados Unidos, Francia, Bélgica entre otros). Todos hijos de la Ilustración.
El hecho de  que un sector de la élite no quiere  romper con la Monarquía no significa que el sector radical tome las riendas del proceso, pues  ya para  el 19 de abril han demostrado demasiada cautela y temor a la independencia manteniéndose leales a la Corona.  

1.          La idea de independencia.

Antes de instalarse el Congreso de 1811 (que no tiene  carácter constituyente), los Diputados asisten  a un Te Deum oficiado por el arzobispo Narciso Coll y Pratt.  Después del evangelio, los diputados prestan juramento bajo estos términos:


¿Juráis a Dios por los Santos Evangelios que vais a tocar, y prometéis a la Patria conservar y defender sus derechos y los del Señor Don Fernando VII, sin la menor relación o influjo con la Francia; independientes de toda forma de gobierno de la península de España; y sin otra representación que la que reside en el Congreso General de Venezuela...? (Documentario de la Libertad, 1983).

La idea de independencia va ganando adeptos en el seno  del Congreso. Muchos diputados la apoyan con apasionados alegatos; otros con, argumentos históricos. La oposición  contraria a la independencia del diputado de La Grita, el sacerdote Manuel Vicente de Maya, se ve arrollada por los discursos de Peñalver, Roscio, Miranda, Palacio Fajardo, Yanes, Toro  y muchos más, favorables a la independencia. Entre tanto, los  ánimos caldeados de los jóvenes radicales, reunidos en la Sociedad Patriótica exigían la independencia.
En la mañana del 5 de julio continúa el debate en el Congreso y a comienzos de la tarde se procede a la votación; hecho el recuento de los votos, el presidente del Congreso, Juan Antonio Rodríguez Domínguez, anuncia solemnemente a las tres de la tarde, que queda proclamada la Independencia absoluta de Venezuela. Una manifestación espontánea encabezada por Miranda, acompañado por miembros de la Sociedad Patriótica y por el pueblo, recorre las calles de Caracas, ondeando banderas y gritando consignas.
Se recomienda la redacción del Acta al Diputado Juan Germán Roscio con la cooperación del Secretario del Congreso Francisco Isnardi, esta Acta de Independencia será la primera de la América hispana.
En  la historiografía tradicional y en la memoria colectiva ven el 5 de julio como el día de la firma del acta de la Independencia, que aunque está fechada en Caracas el 5 de julio de 1811  (porque ese día es declarada la independencia), en realidad redactada en la noche del día 5 al 6 o en el transcurso del día 6, aprobada el 7 por el Congreso y presentada el 8 al Poder Ejecutivo. Y el acto de la firma del acta es plasmado simbólicamente por los pintores Juan Lovera (quien pinta el  5 de julio en el año de 1838) y Martin Tovar y Tovar (pinta  Firma del acta de Independencia en 1883). Lo que sí  debe quedar claro es que,  en ningún momento, hay un acto protocolar para la firma del acta.
El 21 de diciembre de 1811, en vísperas de suspender sus sesiones, es aprobada y promulgada la Constitución de 1811, cuyo principal redactor había sido el diputado Francisco Javier Ustáriz (primera constitución hispanoamericana).
Pero una cosa son las leyes;  otra, las realidades. La primera República tiene que enfrentarse a tremendas dificultades económicas, políticas y sociales. El sistema de gobierno federal adoptado (copia del sistema de gobierno de los Estados Unidos de Norte América) hace difícil la coordinación de actividades entre las diversas provincias, y de cada una, con el Gobierno Federal de Caracas. Este, a su vez, tiene  un funcionamiento muy complicado por tratarse de un triunvirato cuyos  miembros ejerce, por turno, la presidencia. El  5 de marzo de 1811 se designa el primer triunvirato para  ejercer el Poder Ejecutivo; recae  tan alta responsabilidad en el Dr. Cristóbal de Mendoza, don Juan Escalona y Baltazar Padrón y, para suplir las ausencias, se nombran a Manuel Moreno  Mendoza, Mauricio Ayala y Andrés Narvarte. Acuerdan que cada uno de ellos (los principales) sea presidente cada semana. La falta de Mendoza es cubierta por Manuel Moreno porque Mendoza se encuentra en Barinas.
 La situación económica  es delicada ya que los  egresos del erario han aumentado y los ingresos son insuficientes. Es necesario que el Congreso decrete una emisión de papel moneda, que generó una tremenda inflación.
A todo esto se suma, el 26 de marzo de 1812 y días siguientes, el fuerte terremoto que causa graves daños y gran mortalidad en Caracas y otras ciudades (que, por casualidad, están bajo el control de los republicanos). Los monárquicos o realistas lo atribuyen a un castigo del cielo. El militar español Domingo de Monteverde se pone en campaña con un reducido ejército, desde  Coro, y arrolla a los desunidos y desalentados republicanos, a pesar de los esfuerzos de Francisco de Miranda, ya nombrado Generalísimo y dictador por el Congreso, para organizar la resistencia. La plaza  de Puerto Cabello (la más importante en la naciente república), cuyo comandante es el coronel Simón Bolívar, cae en manos de los realistas debido a una sublevación de los prisioneros encerrados en el Castillo: se teme una insurrección generalizada de esclavos contra los republicanos (en su gran mayoría propietarios de estos).
El Generalísimo Francisco de Miranda capitula ante Monteverde y después es apresado en La Guiara por un grupo de civiles  y oficiales  de su propio ejército, entre quienes se halla  Simón Bolívar. Este acto de evidente traición marcará a Bolívar en su historia militar, aunque en su memento él y sus acompañantes piensan que hacen lo correcto. A cambio de esa acción, Bolívar recibirá un pasaporte para salir del territorio. Desde el puerto de La Guaira, Miranda es transportado al Castillo San Felipe de Puerto Cabello a principios de 1813, escribe desde su celda un memorial a la Real Audiencia de Caracas exigiendo el cumplimiento de la capitulación de San Mateo. El 04 de junio de 1813es trasladado hacia la fortaleza de El Morro, ubicada en Puerto Rico allí a España donde es encerrado en el calabozo del penal de las Cuatro Torres del arsenal de La Carraca en San Fernando. Allí sólo recibió algunas noticias y ayuda de algunos amigos. Miranda planea escapar hacia Gibraltar pero un ataque de apoplejía frustra sus planes y muere, a los 66 años de edad, el 14 de julio de 1816.
  A finales de 1812 Monteverde restablece el régimen español de la  Capitanía General de Venezuela.

2.    El actor principal: el hombre que asume la independencia.

 Se pierde la Primera República y aparecerá en escena el primer actor por un lapso que va desde 1813 hasta 1830 (17 años). Este es Simón José Antonio de la Santísima Trinidad Bolívar Palacios, quien  nace  hace 231 años en el seno de una de las familias más acaudaladas de la época. Nace  en lo que se ha denominado “la colonia tardía”; período de progreso y bienestar para la clase dominante, los grandes “cacaos”, quienes les dan auge a la música, la literatura, festividades públicas, religiosas y oficiales, actividad comercial, teatro, vida universitaria, nuevas construcciones, servicios públicos. Como bien lo expresa Caracciolo Parra León (s/f).
            Para el año 1783, año del  nacimiento de Bolívar, Francisco de Miranda cuenta con 27 años; Napoleón Bonaparte,  14;  Simón Rodríguez, 12; O`Higgins, 7;  San Martín,  5;  Andrés Bello, 2; y José Antonio Páez, 7.
            Si se utilizan las  categorías actuales (claro está, descontextualizándolas) es un burgués o un oligarca, ¿De dónde viene la riqueza de los blancos criollos? Viene  del genocidio del  el despojo de las tierras a los indígenas y de la explotación esclavista a la que eran sometidos los secuestrados africanos.
            A pesar de la riqueza de Simón Bolívar, tiene  una infancia muy dolorosa, debido al hecho de ser niño huérfano. Su hermana y sus tíos se pelean su custodia y,  así, administran “desinteresadamente” la fortuna del niño.
            Su educación cuando niño es muy deficiente.  Por ello, se puede  decir que es  un autodidacta excelso toda la vida. Al morir sus padres (primero su padre, luego su madre) queda bajo la custodia de su abuelo; este lo inscribe en una Escuela Pública Municipal de Caracas. Así aparece en la lista de los alumnos y consta en el Acta del Ayuntamiento fechada el 10 de julio de 1793.  Dos años antes, Simón Rodríguez, con 20 años, fue admitido para servir en la escuela, bajo la dirección de Guillermo Pelgrón. La escuela se encuentra en estado de ruina total y hasta carece de útiles. El 19 de marzo de 1794, Rodríguez presenta un informe al Ayuntamiento y una de sus primeras quejas es el alto número de alumnos: 114 niños. Como es lógico, ni en el siglo XIX ni en el siglo XXI  pueden ser atendidos eficazmente por un maestro tantos alumnos. Rodríguez sueña con ver a cada niño y cada niña con un libro en sus manos y no un fusil.
            Cuando Bolívar cumple 11 años, ya muerto su abuelo, habita en la casa de su tío Carlos. Es  entonces cuando se presenta  un grave conflicto. El niño no quiere seguir viviendo con su tío sino con su hermana. La querella se ventila  en la Audiencia,  y esta falla  a favor del tío quien ordena que el niño sea  llevado a la casa del maestro Rodríguez. María Antonia protesta y la Audiencia ordena  inspeccionar la casa: esta conformada por: una sala, dormitorio, galería, 4 cuartos, 2 patios, corredores, cocina y corral. En ella habitan  Rodríguez, su esposa, su hermano Cayetano y su esposa con su hijo, las suegras, dos cuñadas, un señor de apellido Piñero junto con su sobrino, 3 criados domésticos, 5 estudiantes y un menor recién nacido, en total 20 personas (Alcántara, 1994).
            Como puede observarse, el trato escolar o el acto pedagógico entre Simón Rodríguez y el niño Simón es accidentado, penoso, sin éxito y complicado. Sinceramente, no tiene  sentido  magnificar o darle otro carácter bajo supuestas e imaginarias técnicas roussonianas. Las ideas libertarias pueden haberse originado cuando se encuentran  en Europa (entre  1804-1805)  los dos. A partir de allí, en esas largar  conversaciones si pudo verdaderamente ejercer su papel de Maestro.
            Debido a estos problemas, el niño es colocado en la Academia de Matemáticas que dirige  el Padre Andújar.  Asistiendo a clase acompañado de 18 condiscípulos y Andrés Bello le da algunas clases de Historia y cosmografía. El contacto educativo es realmente breve.
            A los 14 años ingresa al Batallón de Milicias de Blanco de los Valles de Aragua y  a los 15, es ascendido al grado de subteniente (1798). Es bueno recordar que aquí no se imparte  instrucción teórica y práctica alguna distinta de cuestiones elementales de cierta disciplina y jerarquía. Es decir, Bolívar no recibe  una formación en el arte o la ciencia militar.
            A los 16 años se embarca rumbo a España, con escala en Veracruz (46 días) y unas horas en La Habana. En carta enviada a  su tío Pedro, el 21 de marzo, se aprecia la mala letra y los errores ortográficos. Eso demuestra que Bello le dio clases de cosmografía. En España, sus tíos se preocupan por su formación. En carta de Pedro a Carlos le dice que Esteban lo tiene muy aplicado y él sigue con gusto  y exactitud el estudio de la lengua castellana, el escribir en que está muy aventajado, el baile, la historia en buenos libros y se le tiene preparado el idioma francés y  las matemáticas. (Lecuna, 1947). Pero Esteban se percató enseguida de que la tarea de educar a Simón es superior a sus fuerzas y piensa que la persona ideal para tales funciones es el Marqués de Ustáriz.
            Bolívar llega a la casa del Marqués en el año 1800. Ustáriz, de 65 años,  no tiene  hijo.  Este será el verdadero e influyente maestro de Bolívar. O’Leary (1981) escribe que Bolívar, hasta los últimos días, se complace en recordarle y hablar de él con veneración.
            Bolívar, aún no cumplidos 19 años, se casa en España, con su prima María Teresa Toro (dos años mayor),  el 26 de mayo de 1802. Arriban a La Guaira el 12 de julio y,  el 15 llegan a Caracas y se entera de que su finca en el Valle de Seuse, ubicada cerca de Santa Lucía, ha sido invadida por los vecinos que construyeron en sus terrenos ranchos, cercas y otras instalaciones. Más adelante tendrá problemas de linderos con Briceño Méndez.
            El 22 de enero de 1803, sólo 8 meses después de casado, fallece María Teresa. Bolívar decide irse a España y, a mediados de diciembre de ese mismo año, está en Cádiz. En agosto de 1804 estará en París; en 1805, en Roma. De regreso de París, en 1806, se entera de la expedición de Miranda. A finales de noviembre del mismo año sale de Europa y en junio de 1807 llega a Caracas. La estadía de Bolívar en Europa (1804-1807) es muy difícil de estudiar, porque, respecto a ella, existen leyendas, mitos, posiciones afectivas y otras actitudes similares que, por la insistencia  en la repetición de noticias no confirmadas, se han convertido en una verdad histórica difícil de discutir. Pero lo que sí está claro es que las tertulias sostenidas con Bonpland  convertirán a este en un gran maestro de Bolívar en el conocimiento de los pensadores de su tiempo y su medio.
            Bolívar llega a Caracas convencido de que la independencia es una necesidad. En 1808 se celebran reuniones en la casa de los Bolívar cerca del Guaire, para tratar los acontecimientos de Europa como el nombramiento de José Bonaparte, Rey de España. Bolívar no comparte la idea de la creación de una Junta Conservadora de los Derechos de Fernando VII. Por ello se mantendrá alejado en su hacienda en Yare, durante los acontecimientos desarrollados por los mantuanos  ese año hasta el 19 de abril de 1810, Bolívar no habla  ni puede  hablar de adhesión de la Corona ni de la legitimidad o no de  la Regencia recién constituida, sino de la plena independencia como única solución al problema político que está planteado. El 9 de junio de 1810, Bolívar (con el grado de Coronel), Luis López Méndez y Andrés Bello, irán a Londres a dar cuentas  de lo sucedido en Caracas.
            Su estadía en Londres le permitirá desarrollarse como hábil diplomático y sostener conversaciones muy fructíferas con Francisco de Miranda. Bolívar llegará a La Guaira el 5 de diciembre. La Junta Suprema le dio el rango de Capitán, en contradicción con el  nombramiento anterior  de Coronel. Bolívar solicita autorización para que Miranda ingrese  al territorio. El 31 de diciembre de 1810 la Junta Suprema nombra a Miranda Teniente General pero este quiere  el de General de primera clase.
            En los días previos a la Declaración de la Independencia, Bolívar en su primer discurso político pronunciado en la Sociedad Patriótica el 4 de julio, expresa: “…Trescientos años de calma ¿no bastan?…”  la expresión está dirigida a un auditorio, porque en realidad, esos 300 años no pasaron en calma, Magallanes (1972) da cuenta de 45 luchas, rebeldías, conflictos e insurrecciones. Claro está, los blancos criollos estuvieron en contra de todos ellos.
            En junio,  la Junta Suprema de Caracas convoca a elecciones generales. El primer Congreso Venezolano se instala el 2 de marzo de 1811 y, cuatro meses más tarde, estará proclamando la independencia absoluta de Venezuela. Esto fue el inicio no solo de Venezuela como república, sino también de un largo desangramiento entre hermanos.
            Esta Primera República recibirá la oposición de Maracaibo, Guayana y los corianos, se sublevan los canarios en Caracas, también los valencianos y éstos derrotan al General Fernando Toro. Serán sometidos por Miranda. Pero se avizora el avance de Monteverde hacia Caracas.
            El terremoto del 26 de marzo dejará en ruinas a Caracas. Los monárquicos piensan que fue castigo del cielo. Bolívar se yergue como líder sobre las ruinas y expresa el 26 de marzo estas temerarias palabras: “…si se opone la naturaleza a nuestros designios, lucharemos contra ella y haremos que nos obedezca”. Arenga vista en la actualidad como antiambientalista ya que luchar contra la naturaleza es luchar contra el propio hombre y ella no obedece y por tal motivo hay que vivir en armonía con ella.
            Se disuelve el Congreso que se había trasladado a Valencia. A Miranda le ofrecen la dictadura. Se disuelve el ejecutivo. Bolívar pierde la plaza de Puerto Cabello. Miranda capitula el 25 de julio de1812.  Monteverde entra en Caracas y viola la capitulación.
                        Hasta aquí la revolución venezolana de independencia ha tenido los caracteres modestos de un enfrentamiento entre oligarquías municipales. Ha sido un movimiento urbano. Como es normal en toda guerra, ha corrido sangre y se han increpado las pasiones. Pero no se han cometido atrocidades; y aunque los soldados de ambos bandos son  naturales del actual territorio de Venezuela, todavía la guerra no se ha convertido en esa pavorosa guerra civil que será después. (Caballero, 1997).
            Monteverde, en 1813 cae en desgracia política. Venezuela queda adscrita a Bogotá. Asume el cargo de Capitán General Juan Manuel Cagigal, a quien desconocerán Boves y Morales.
            Con 29 años de edad, Bolívar va al destierro (con pasaporte entregado por Monteverde)  y desde allí se empeña en preparar la revancha cuya satisfacción moral y política había facilitado la acción de Monteverde.
            Bolívar en Cartagena escribirá su Manifiesto el 15 de diciembre de 1812 en donde analiza las causas de la pérdida de la primera república, pero, entre estas, no menciona la pérdida de la plaza de Puerto Cabello. En este documento establece las bases de su pensamiento y su acción. La causa primordial de los males es, para él, la contradicción insoluble entre la realidad social y la “…fatal adopción del sistema tolerante…”. Hace sarcasmos de la  ceguedad de los magistrados que, en lugar de aplicar “…la ciencia práctica del gobierno…”, sigue las enseñanzas de “visionarios” que han “…imaginado repúblicas aéreas…” mostrando hostilidad hacia los ideólogos partidarios de instituciones imprácticas e inadecuadas. (Bolívar: Documentario de la Libertad. 1893).
            Bolívar se unirá a los ejércitos de la Nueva Granada independiente, demostrando ya sus cualidades de jefe guerrero y se hace investir de autoridad para invadir a Venezuela. Lo hace, proclamando el 15 de julio de 1813, en Trujillo la Guerra a Muerte contra los “Españoles y Canarios) que no se hubiesen pasado a la causa emancipadora. Decreto este muy polémico y algunos lo justifican por aquello de que  sin odio no hay revolución.
            A partir de este momento se realizará un apretado resumen, cronológico, de los acontecimientos históricos partiendo de este año 1813. Mariño libera el Oriente venezolano. Bolívar llega a Caracas, gracias a la llamada Campaña Admirable, desarrollada en 3 meses de operaciones, en donde despliega sus condiciones de jefe militar: rapidez de decisión, celeridad de los movimientos y energía sin desfallecimiento para decidir y para actuar, liberando el occidente venezolano.
            Bolívar es proclamado Libertador y Capitán General de las tropas el 14 de octubre. Este nombramiento no le agradará a Mariño, libertador del oriente venezolano.
            José Tomás Boves entra en escena. La guerra apenas comienza y a partir de ahora va a tomar los caracteres de un violento conflicto social, implacable y sangriento. Se verán las hordas de jinetes que corretean por el llano, incendiando, saqueando, violando y matando cruelmente. Pero, con Boves, entra en acción la verdadera masa popular; su ejecito está  conformado por llaneros (peones), esclavos e inclusive indígenas. Boves  convierte el conflicto en su guerra personal, en contra de los “blancos” llámense  criollos o peninsulares.
            El 2 de enero de 1814, una Asamblea Popular confiere a Bolívar poderes dictatoriales para salvar la república.  Boves, encabezando la guerra social contra los blancos criollos, entra a Caracas.
            Se realiza la épica emigración a Oriente.  Boves morirá en Úrica, pero también morirá la República, penosamente recuperada. La pérdida nuevamente de la república pone de relieve uno de los aspectos característicos de la guerra. La idea de independencia no tiene, durante sus primeros años, raíces profundas en las clases populares. Los dirigentes de la independencia son los blancos criollos, “la Oligarquía”,  es decir, los empleadores de los pardos y los dueños de los esclavos. Bolívar, en su manifiesto de Carúpano (7 de septiembre de 1814), descubre el sentido civil y social de la guerra,  anota que las revoluciones políticas y  sociales necesitan ser establecidas por grandes convulsiones y, haciendo análisis determinista de las causas de la derrota, expresa: “Vuestros hermanos y no los españoles, han desgarrado vuestro seno, derramando vuestra sangre, incendiando vuestros hogares, y os han condenado a expatriación”. (Documentario de la Libertad, 1983).
            En este año, Fernando VII  recuperará el trono de España y tratará de recuperar las colonias americanas. En 1815, llega de España la expedición del general Pablo Morillo.
            Bolívar, en Kingston, el 6 de septiembre, escribe la conocida Carta de Jamaica y en ella, describe el más completo y deslumbrante panorama de la situación y del futuro del continente. Revela un conocimiento notable de los diferentes aspectos del conjunto de los pueblos americanos, señala sus características propias con aguda percepción y se lanza a trazar las posibilidades del futuro de los distintos países con previsión profética. Bolívar recibe la ayuda de Petión y deroga solemnemente la esclavitud (pero esta se mantendrá vigente hasta 1854, es decir 24 años después de su muerte).
            En el año 1817, Piar es juzgado en Angostura por un tribunal de guerra y condenado a muerte el 16 de octubre. El verdadero delito fue pensar en una lucha de clases. En ese año (1817), Bolívar en carta a Martín Tovar y Ponte expresa: “… aquí no manda el que quiere sino el que puede…” (Documentario de la Libertad, 1983).  El mismo lo corroborará 13 años después; más tarde, Páez, los Monagas, Guzmán, Crespo y pare de contar.  El 16 de abril de 1818, se realizará el atentado contra la vida del Libertador en el Rincón de los Toros.
            En 1819, en la Guayana reconquistada por Piar para la República, el Libertador convocará el Congreso de Angostura. Pronunciará (15 de febrero de 1819) un discurso que se convertirá en el más importante de sus documentos políticos, alertando contra la imitación de instituciones tomadas de otros pueblos de historia y composición diferentes al nuestro. Pide un orden de legalidad y justicia; pero alerta contra la anarquía y el exceso ideológico. En este discurso sentencia:

 La continuidad de la autoridad en un mismo individuo, frecuentemente ha sido el término de los gobiernos democráticos. Las repetidas elecciones son esenciales en los sistemas populares, porque nada es tan peligroso como dejar permanecer largo tiempo en un mismo ciudadano el poder. El pueblo se acostumbra a obedecerle y él se acostumbra a mandarlo, de donde se origina la usurpación y la tiranía. Un justo celo es la garantía de la libertad republicana, y nuestros ciudadanos deben temer con sobrada justicia que el mismo magistrado que los ha mandado mucho tiempo, los mande perpetuamente. (Bolívar: Documentario de la Libertad, 1983).

            El 27 de noviembre de 1820, en Trujillo, se firma un armisticio y un tratado de regulación de la guerra y se entrevistan Bolívar y Morillo en Santa Ana.  En carta a Juan Germán Roscio, Bolívar expresa: “…porque el que manda debe oír aunque sean las más duras verdades y después de oírlas debe aprovecharse de ellas, para corregir los males que producen los errores…” (16 de enero 1820)
             Pocos meses después, se rompe el armisticio cuando Maracaibo se declara incorporado a Colombia. En este año de 1821 en el Campo de Carabobo, España verá extinguir su antigua Colonia. Con respecto a  esta batalla es necesario aclarar que: La historiografía tradicional venezolana, en su mayoría, ha dado  a entender que con la 2da. Batalla de Carabobo (la primera  fue el 28 de mayo de 1814) se sella definitivamente la independencia del actual territorio de Venezuela, que no hay más enfrentamientos bélicos. Sin embargo, después   de Carabobo (1821) y de la Batalla Naval del Lago de Maracaibo (1823) fue necesario entablar  cincuenta y cuatro combates terrestres y navales, para librar definitivamente el actual territorio venezolano  del imperio español. Estos enfrentamientos bélicos vistos desde la óptica militar son considerados como complementarios, pero necesarios e indispensables para consolidar la independencia política. Es más, en el mismo territorio del actual Carabobo, después de la  2da. Batalla de Carabobo, se realizan diez enfrentamientos bélicos que  concluyen  en 1823 con el Sitio y Toma de Puerto Cabello, por el general Páez. Ganar una batalla no significa ganar la guerra. Todo esto significa que con la Batalla de Carabobo no se acaba definitivamente con los seguidores de la monarquía con las armas en las manos, ni menos con las ideas, ya que éstas se mantuvieron hasta finales de ese siglo.
Otro aspecto que llama la atención es aquel que da a entender la historiografía tradicional: el ejército republicano está en desventaja con el ejército monárquico, tanto a nivel de formación militar, experiencia y tecnología, como numéricamente. Y, que  a pesar de esas desventajas los republicanos triunfan épicamente en un arrojo descomunal de heroísmo. Eso es totalmente falso, La Batalla de Carabobo es el producto de la Campaña del Centro, planificada con profesionalismo, idoneidad y un alto nivel técnico, inclusive el Libertador engaña a los monárquicos quienes piensan que la batalla definitiva se realizaría en Caracas.
La segunda Batalla de Carabobo demostró que,  las fuerzas republicanas, con una experiencia de once años de lucha armada, donde las victorias las   derrotas sirven de academia formativa del soldado con voluntad y el ideal de libertad y de igualdad. Ambas fuerzas (monárquicos y colombianos) cuentan con un armamento que está al día con la tecnología militar, y las tácticas militares están acordes con el avance de la época; ejemplo de ese nivel técnico y tecnológico lo tenemos en  el Batallón Rifles (creado el 13 de agosto de 1818 con los rifleros británicos al mando de Robert Piggot que fueron aumentados con indígenas de las misiones del Caroní). Sencillamente, en la Batalla de Carabobo, luchan profesionales idóneos y capaces, seguros de sí mismos, y dejan de lado el hecho heroico, porque tanto el cobarde como el héroe son hijos del miedo. La batalla es el fruto de hombres que hacen su trabajo,  hombres tan normales y mortales que hasta el General Páez sufre uno de sus ataques epilépticos
 En carta a José del Castillo Rada, fechada el 16 de septiembre de 1821, Simón Bolívar  expresa:

… no conviene que el gobierno esté en las manos del hombre más peligroso; no conviene que la opinión y la fuerza estén en las mismas manos y que toda la fuerza esté concentrada en el gobierno; no conviene que el jefe de las armas sea el que administre la justicia; porque entonces el choque universal será contra este individuo, y derrocado él, será derrocado todo el gobierno. (Documentario de la Libertad, 1983)

            En el año  1822, se entrevistan en Guayaquil José de San Martín y Simón Bolívar. Los libertadores tendrán diferentes puntos de vista sobre la realidad política. San Martín cede el paso y Bolívar ingresa al Perú, donde es proclamado Dictador, para acabar con la anarquía.
            En el año  1823, el 8 de noviembre, el general José Antonio Páez se apodera de la plaza de Puerto Cabello, en manos de los españoles desde 1812.
            Con la batalla de Ayacucho, dirigida por Antonio  José de Sucre en  1824, se pone punto final al imperio español en Suramérica. En ese mismo año se crea la República de Bolívar capital Sucre, hoy Bolivia.
            El 6 de agosto de 1825, Bolívar presenta la Constitución de Bolivia. En esta plantea un presidente vitalicio y un vicepresidente designado por este, que compartirían las tareas del gobierno. Bolívar piensa que, si se logra la confederación de los nuevos Estados liberados por él (Colombia, Perú y la creada Bolivia) con él como presidente vitalicio, y vicepresidentes locales que dirigieran cada nación.
            En el año  1826, se reúne el Congreso de Panamá. Páez ha consolidado su dominio en el Departamento de Venezuela.
Bolívar, en el año 1827, visita por última vez  su tierra natal (su amada Caracas). Durante su estadía dictara “los estatutos republicanos de la Universidad Central de Venezuela” con las nuevas normas y doctrinas se rompieron viejos y absurdos tabúes como el del color de la piel como requisito de ingreso.
            De vuelta a Bogotá, Bolívar asume la dictadura en 1828, para salvar a Colombia de la desintegración.  Recuerda  las palabras que pronunció el 2 de enero de 1814: “huid del país donde uno solo ejerza todos los poderes: es un país de esclavos”.  Es trágica la situación de este grande hombre que ha luchado heroica y denodadamente como nadie por la independencia. Bolívar es atrapado por el trágico destino de hacerse cada vez más duro como gobernante, de recurrir a medidas que van a hacer más odiosa su figura, que van a favorecer una reacción contra él porque lo van a percibir como un tirano que quiere a la fuerza imponer una solución política contra la voluntad general que ellos piensan representar. El 16 de agosto de 1828, le escribe a Páez expresando que  la corrupción de los pueblos nace de la indulgencia de los tribunales y de la impunidad de los delitos. (Documentario de la Libertad, 1983)
            En 1829, el Consejo de Estado de Bogotá proyecta establecer la Monarquía Constitucional. El Libertador lo desaprueba.
            En el año  1830, se desmembra la República de Colombia. La Gran Colombia, como bien lo expresa Luis Castro Leiva (1985), es una ilusión ilustrada. Colombia una república de un solo ciudadano; así como hay revoluciones con un solo revolucionario.
                        En diciembre de 1830, muere físicamente Simón Bolívar. Él asumió la independencia y el Estado Colombiano;  José Antonio Páez, la Nación. Bolívar nos liberó de los españoles y Páez de los Colombianos porque, de lo contrario, hoy,  seríamos un departamento colombiano. Para Bolívar la patria era Colombia;  para Páez, Venezuela; para Santander,  Nueva Granada. Bolívar era un hombre hijo del pensamiento del siglo XVIII; Páez producto del siglo XIX. Bolívar venció a los españoles pero no pudo vencer al imaginario colectivo de los pueblos suramericanos.
            De acuerdo con Brewer- Carías (2005):

 Las guerras de independencia, que se extiende hasta 1824, si bien hicieron inaplicables formalmente los textos constitucionales de 1811, 1819 y 1821, consolidaron los poderes de los  caudillos militares regionales y locales bajo cuyas tropas se habían ganado y perdido batallas. La Provincia-Ciudad-Estado que había quedado como legado de la época colonial se consolidaría con el agregado militar fáctico, que no sólo permitió desconocer Constituciones, como sucedió respecto al texto de 1821 por la Municipalidad de Caracas y el poder militar de Páez, sino que inclusive en plena guerra de independencia llegó a poner en duda y discusión la autoridad del Libertador.

            Cuando  se estudia la abundante historiografía referente al proceso de  independencia, se distinguen fácilmente las posturas ideológicas de los historiadores, de acuerdo con  dichas posturas, Inés Quintero (2011) expresa:
Seguramente el aspecto más relevante surgido de la corriente positivista fue el polémico texto de Laureano Vallenilla Lanz  en el cual planteaba que la guerra de Independencia no había sido un enfrentamiento entre españoles y americanos, sino una guerra civil entre quienes se oponían a ella y quienes se mantenían fieles a la Corona, independientemente del lugar en el cual hubiesen nacido. En el caso de los marxistas, la relectura de este período de nuestra historia, estuvo dirigida a demostrar que la Independencia no podía ser considerada como una Revolución ya que no se había producido ninguna alteración en la estructura económica y tampoco se habían dado modificaciones sustanciales en la estructura social. Finalizada la guerra –concluían los marxistas- todo había quedado igual: eran los mismos quienes detentaban el poder y los mismos quienes seguían siendo explotados por sus opresores de antaño. (p.1).

Simón Bolívar concibe la idea de una “supernacionalidad”  hispanoamericana, al igual que francisco de Miranda con el Incanato, aunque por lo pronto no  ha sido posible formar un solo Estado con todos los países:
Yo deseo… ver formar en América la más grande nación del mundo, menos por su extensión y riqueza que por su libertad y gloria… La Metrópolis, por ejemplo, sería México, que es la única que puede serlo por su poder intrínseco, sin el cual hay Metrópolis… Es una idea grandiosa pretender formar de todo el Mundo Nuevo una sola nación, con un solo vínculo que ligue sus partes entre sí y con el todo.   (Carta de Jamaica. Kingston, 6 de septiembre de 1815. Simón Bolívar: Documentario de la Libertad – 1983 - ).

            Se infiere que, aun cuando no se pudiera formar un solo Estado hispanoamericano era necesario promover esa supernacionalidad con algunas medidas de organización jurídica. Esa idea de la supernacionalidad estaría presente en el Congreso de Panamá (1826). Pero solo logró con la República de Colombia formar una comunidad supranacional, un Estado conformado por tres naciones: Venezuela, Nueva Granada y Quito.
La independencia no aporta mayormente cambios en lo político-administrativo, y los cambios efectuados son minúsculos, se conserva casi en su totalidad la misma estructura de la sociedad colonial, debido a la innegable herencia ibérica y también en gran medida por las dificultades económicas y las necesidades militares de la época independentista, factores en los que estaba concentrada la sociedad de esos años.  La tendencia política desde 1810 hasta mediados de los  años sesenta, del siglo XIX, es de tipo conservadora, este Estado parece en apariencia  muy estable, pero dicha estabilidad se debe al cansancio y desgaste de  la población por los largos años de la guerra. Los grupos económicos de  comerciantes, prestamistas, sectores medios y profesionales, aumentan  cada vez más, esto hace necesaria la modernización de la estructura  del Estado tradicional y oligárquico, estos mismos sectores son los que  reclaman y promueven cambios en dicho Estado fundamentándose en  nombre de los principios del liberalismo. (Calles, 2011).


Referencias:

Alcántara, Tomás Polanco (1994). Simón Bolívar: Ensayo de interpretación biográfica a través de sus documentos. Caracas. Editorial Melvin.

Bolívar. Documentario de la Libertad (1983). Tomos: I-II-III. Colección: Bicentenario Bolivariano. Serie: Proceso de formación  de la República durante la vida pública del Libertador. Caracas. Ediciones de la Presidencia de la República.

Brewer-Carías, Allan (2005). Cádiz y los orígenes del constitucionalismo en Venezuela. Después de caracas (1811): angostura (1819),  Cúcuta (1821) y Valencia (1830.
-474b-8ab2-41efb849fea2/Content/I, 1, 935. cádiz, entre caracas y angostura y valencia.pdf

Caballero, Manuel (1997). De la “pequeña Venecia a la Gran Venezuela”. Caracas. Monte Ávila Editores Latinoamericana. Vicerrectorado Académico. Universidad Central de Venezuela.

Calles M., Ana C (2011). Idea de Estado y nación en los colombianos (1810-1886). En: Presente y Pasado. Revista de Historia.  ISSN: 1316-1369Año 16. Nº 32. Julio-Diciembre, 2011. pp. 337-366.  Mérida. Universidad de los Andes.

Castro Leiva, Luis (1985). La Gran Colombia una ilusión ilustrada. Caracas. Monte Ávila Editores.

Lecuna, Vicente (1947). Simón Bolívar. Obras completas. Ediciones del Ministerio de Educación de los Estados Unidos de Venezuela. La Habana. Editorial Lex.

Magallanes, Manuel Vicente (1972). Luchas e insurrecciones en la Venezuela Colonial. Caracas. Editorial. Tiempo Nuevo.

Parra León, Caracciolo (s/f). Filosofía universitaria. Obras completas. Madrid. Editorial Flores.

Quintero, Inés (2011) Historiografía e independencia en Venezuela




No hay comentarios:

Publicar un comentario