RUFINO BLANCO FOMBONA.
Por: Luis Rafael García Jiménez
I.- Reseña Biográfica:
Rufino Blanco Fombona, nace en la ciudad de Caracas el 17 de junio de
1874, durante el período histórico venezolano conocido como el guzmancismo transcurrirá
su infancia y la primera parte de su juventud. Fueron sus padres Rufino Blanco
Toro e Isabel Fombona Palacio, apellidos que recuerdan a los primeros conquistadores españoles y el
esplendor de los criollos americanos en
la colonia tardía y en la gesta independentista. Su familia estará vinculada a
la vida cultural y literaria de Venezuela. Rufino Blanco Fombona en una
oportunidad, proclamaría con orgullo que en su familia había habido próceres de
la independencia y conquistadores españoles. Él era familia del Libertador
Simón Bolívar por línea materna.
Parte de su infancia la pasaría en
La Victoria, estado Aragua. Realizará
sus estudios elementales y
medios en los prestigiosos colegios Santa María y San
Agustín en la ciudad de Caracas, graduándose de bachiller a los 15 años e
ingresa a la Universidad Central de
Venezuela para estudiar Derecho y Filosofía; pero abandonará su naciente carrera universitaria para ingresar en la Academia Militar (1891) a
los 17 años, pero también abandonará la “casa de los sueños azules”. Al año
siguiente estará participando en la Revolución Legalista (marzo – octubre
1892), liderada por el caudillo Joaquín
Crespo (1841-1898); está revolución de las tantas producidas en Venezuela, con
siete meses de duración, será una de las más sangrientas del siglo XIX, el
motivo fue que el presidente Raimundo Andueza Palacio (1846-1900) intentara
reelegirse, él, como muchos, olvidaron que “Venezuela es como un cuero seco”,
por algún lado se levanta. A partir de
este hecho histórico, Rufino Blanco Fombona, comenzará una vida agitada
y productiva intelectualmente, viajará a los Estados Unidos, Europa y varios
países latinoamericanos.
La vida de Blanco Fombona tanto en
Venezuela como en el exterior se enriquece con su pintoresco, y no siempre fidedigno
anecdotario, con duelos y aventuras
galantes. En le año de 1898 estará preso por batirse a duelo por unas
expresiones políticas expresadas por él.
En 1900 se enfrentará al jefe político y
militar de Maracaibo dando muerte a un coronel. Siendo gobernador del antiguo Territorio Federal Amazonas, se enfrentó a tiros con los contrabandistas del
caucho. Otro hecho trágico sucedió en el
año de 1917, su joven esposa, que había sido su novia en Caracas antes del destierro, y con la que se había
casado en Madrid el año anterior, descubre que hay en la vida de su esposo otra
relación amorosa, estable y ya antigua, tomando la trágica decisión de
suicidarse.
En Venezuela se le ha dado más
importancia a la cotinianidad y las anécdotas
de nuestro personaje que a su
fecunda y monumental obra intelectual. Ejemplo de ello lo tenemos en: Aunque
Blanco Fombona es el autor venezolano más traducido a idiomas; francés, inglés,
italiano, alemán y ruso, para la mayoría de los venezolanos es un desconocido.
Este maestro de la Gran Logia
Masónica, habiéndose trasladado a Buenos Aires, para vigilar las reediciones de
sus obras, un ataque al corazón le
produjo la muerte un 16 de octubre de 1944, a los setenta años de edad. Sus
restos fueron repatriados y enterrados en el Cementerio General del Sur, el 8
de diciembre de 1944 y trasladado al Panteón Nacional el 23 de junio de 1975. A
los 101 años de su nacimiento y del decreto de Guzmán Blanco que convierte a la Iglesia de la Santísima Trinidad de Caracas
en Panteón Nacional (el 24 de marzo de 1874)
Cuando tratamos de hacer una
síntesis de los calificativos acerca de la personalidad de Rufino Blanco Fombona, dados por sus
biógrafos entre ellos: Miguel Angel Aloy, Aura Barradas de Tovar, Rafael Ramón
Castellanos, Rafael Ángel Rivas, Francisco Carmona N y otros. Lo retratan con
frecuencia con un carácter severo, su
hombría a veces alevosa y despiadada, su temperamento explosivo, su inconformidad con
la suerte de muchos semejantes y hasta
su antiimperialismo y su lucha contra las dictaduras y las tiranías. Pero,
también se dice de él: extraordinario poeta, ensayista de fuste,
historiador notable, afortunado
cuentista, paradigma de la investigación social y política.
Si hacemos una apretada síntesis de su obra se tiene: 6 volúmenes de poesía;
4 de cuentos; 6 novelas firmadas y 5 anónimas; estudios sobre crítica
literaria 7 obras; critica literaria ( artículos periodísticos y revistas) 20;
crítica literaria (prólogos) 16; en lo que respecta a trabajos
históricos; 16 de labor propia, 10 con
prólogos como editor, 74 obras editadas y anotadas, 4 planfetos; autobiografía
entre libros y fragmentos 8 ; traducciones de sus obras, novelas y artículos
11; Obras ajenas traducidas 2 ; Estudios sobre Blanco Fombona 86 y obras
publicadas por él 230. Todos estos textos mencionados dan un total de 504.
Demostrando lo monumental de su labor intelectual.
II. Actividad política y
diplomática:
El 07 de
octubre de 1892, triunfa la “Revolución Legalista” y Joaquín Crespo asume la
presidencia en calidad de Jefe de Estado
de facto. Fue nombrado, Rufino Blanco
Bombona, cónsul en Filadelfia, quizás como recompensa por haber formado parte del bando vencedor, viaja a
Estados Unidos, lo que le permite completar
su formación lejos de la contante
agitación política de Venezuela entre
1893 y 1894. El 28 de febrero de 1894
Crespo asume la presidencia para el
período 1894-1898.
Fue agregado de la Legación de
Venezuela en Holanda entre 1896 y 1897.
Y cónsul de la República Dominicana en Boston 1898-1899.
El 20 de febrero de 1898, el general
Ignacio Andrade es electo presidente
constitucional para el período 1898 – 1902; alegando fraude se alza el “Mocho” Hernández. Andrade asume el 28 de
febrero y el 12 de junio finaliza el alzamiento del “Mocho”. El 23 de mayo de
1899, estalla la revolución Liberal Restauradora, dirigida por Cipriano Castro.
El 23 de octubre, triunfa la revolución y el presidente Andrade abandona el
país. Asume la presidencia de facto el general Castro
Rufino Blanco Fombona, de regreso al país, el
nuevo hombre fuerte de Venezuela lo nombró Secretario General del Estado Zulia
(1900). Graves desavenencias con el jefe
civil y militar del estado, su superior inmediato, culminan en un enfrentamiento
con el coronel que acude a apresarlo, la muerte de éste en el lance, y la
detención de Blanco Fombona durante unos
meses en la cárcel.
Para el año de 1901, vuelve a
Holanda con el nombramiento de cónsul en Amsterdam. Hasta 1904 reside en Europa.
Viaja por Alemania, Polonia, Rusia, Italia, Inglaterra, y varias veces por
España, pero la mayor parte del tiempo lo pasa en París.
De regreso a Venezuela recibe el
nombramiento en 1905 de gobernador del Territorio Federal Amazonas (hoy estado
estado Amazonas). La lucha que emprende inmediatamente en aquella región
selvática contra los monopolistas
y a los contrabandista de caucho y sarrapia y en defensa de los
indígenas termina sangrientamente; después de romper el cerco tendido por
sus adversarios y enemigos, algunos de
los cuales caen heridos o muertos en la
refriega, huye a Ciudad Bolívar, en donde las autoridades locales, cómplices, según él, de los males
había querido extirpar, lo encarcelan.
Preso, y obsesionado por la idea de que
se han propuesto asesinarlo. A los pocos meses
lo trasladan a Caracas, y a comienzos de 1906 es puesto en libertad.
Descontento con la corrupción existente
y a las intrigas que socavan el país en
la etapa final de la dictadura del
general Cipriano Castro, y decepcionado tal vez por la falta de apoyo
gubernamental a su actuación en el Territorio Federal Amazonas (hoy Estado
Amazonas), se marcha de nuevo a Europa en 1908.
Retornará, al país, a tiempo para
participar, en los últimos días, en el
derrocamiento de la dictadura del general Cipriano Castro y de asistir con
cierto recelo, a la toma del poder por el general Juan Vicente Gómez, quien
inaugurará o continuará una dictadura, pero ésta será de 27 años. Blanco
Fombona, no aceptará el ofrecimiento que
le hace el nuevo dictador (probablemente con el propósito de alejarlo del país) de un cargo diplomático en
el exterior.
A comienzos de 1909, siendo
secretario de la Cámara de Diputados, dirige al general Gómez una carta
de protesta por considerar que se había
violado la soberanía nacional cuando se solicitó, mientras se desarrollaba el
golpe de estado que lo había llevado al poder, la presencia de barcos de guerra estadounidenses
frente a las costas venezolanas. Lo
encarcelan, en La Rotunda, y transcurridos unos meses, ya en 1910, lo embarcan
con destino a Europa. Tiene entonces 35 años, y comienza un largo exilio
de 27
años.
Desde su llegada a Europa (1910)
hasta 1914, vivirá en París, de donde
con frecuencia se desplaza a otros países, principalmente Holanda y
España. Cuando estalla la Primera Guerra
Mundial, se establece en Madrid, donde
vivirá, sin dejar de mantener estrecha
relación con Francia, hasta que, muerto
el dictador Gómez, puede regresar a Venezuela en 1936.
Durante su exilio no olvidará la
situación política venezolana y luchará
contra la dictadura con ahínco y pasión. Así como también abogará por la
unidad y la solidaridad de los pueblos hispanoamericano, ya para él al igual que Bolívar: la patria es
América, pero la América que habla español, porque hay más lazos de unión que de separación, como diría el
poeta Aquiles Nazoa: entre tu pueblo y mi pueblo hay un punto y una raya.
Mantuvo durante toda su vida una lucha contra todos los imperialismo que
amenazaban a los pueblos latinoamericanos; en la defensa de su unidad, de su
cultura y en particular de su literatura, propias, enraizadas en y nutridas de
su propia realidad, y de su lengua común. Proponiendo la vigencia del
pensamiento político de Simón Bolívar. Pero, para el ese imperialismo que
amenazaba a nuestros pueblos estaba representado por los Estados Unidos y como
una paradoja del destino, en donde existe el fondo más copioso de la obra de
Rufino Blanco Fombona (más que en Madrid y Caracas) se encuentra en las bibliotecas de USA, como
por ejemplo: Biblioteca del Congreso, Washington ; en la Biblioteca de la
Universidad de Columbia, Nueva York, Biblioteca de la Calle 42 y Quinta Avenida, Nueva York; biblioteca del Instituto
Hispánico de Nueva York y en biblioteca del Colegio Femenino Barnard, Nueva
York.
En 1912, escribe el libelo
antigomecista “Judas Capitolino”, el cual es una réplica a los ataques calumniosos en su contra promovidos, según
él, por el dictador Juan Vicente Gómez,
y testimonio de su recrecido odio a éste.
Dentro de la atmósfera de fervor
hispanoamericanistas, venezolanista y bolivariana, suscitada por la celebración
del primer centenario de la Declaración de la Independencia venezolana, publica
en 1911; “La evolución política y social de Hispano – América”, texto en el que reúne dos conferencias
pronunciadas en Madrid, en las que
afirma la unidad espiritual de los países hispanoamericanos , la revelación de
la misma en su literatura, el grave peligro en que está por la hegemonía de unos países sobre otros,
derivada de la desigual distribución de la población y los recursos .
Su visión satírica se hace
especialmente virulenta en los textos que, directa o indirectamente, se
refieren al dictador general Juan Vicente Gómez y su entorno. El odio acumulado
por Rufino Blanco Fombona desde la toma del poder por el amo de Venezuela se
vuelca en su obra “La máscara
heroica” publicada en 1923, un nuevo
libelo político subtitulado “Escenas de una barbarocracia”; su publicación en la capital española suscita la protesta oficial del gobierno dictatorial
venezolano, la persecución del libro por las autoridades españolas, y las manifestaciones de solidaridad con el escritor
de muchos intelectuales españoles ideológicamente afines al autor.
Su oposición al dictador Juan Vicente Gómez alcanza su
punto crítico en 1929 , cuando participa
activamente en la expedición armada, preparada en Europa y dirigida por
el general Román Delgado Chalbaud, que habría de ser el más importante
movimiento insurreccional contra el régimen del dictador. A principios de ese
año, se fundó en París el “Partido de Liberación Nacional”, cuya Junta
Directiva Suprema de Gobierno, estuvo integrada por Santos Domínici
(Presidente), Alberto Smith (Vicepresidente), Rufino Blanco Fombona
(Secretario), Pedro José Jugo Delgado (Tesorero), José Rafael Pocaterra, Néstor
Luis Pérez, Manuel Flores Cabrera, Pedro Elías Aristeguieta Rojas y Atilano
Carnevali (Vocales), constituiría el
nuevo gobierno provisional de Venezuela. Con la ayuda de consorcios
europeos y venezolanos residentes en el viejo continente, entre ellos el
magnate petrolero Antonio Aranguren. Delgado Chalbaud fletó y armó un viejo
buque de 1200 toneladas de la armada
alemana el Falke, el cual había participado en el bloqueo
de las costas venezolanas de 1902-1903 durante la dictadura de Cipriano
Castro. La expedición resultaría un
rotundo fracaso, resultado muerto Delgado Chalbaud en tierras orientales.
La sátira contra el general Gómez y
contra el clima de terror , corrupción, egoísmo, ambición , astucia,
hipocresía, oportunismo, etc, etc., que
Blanco Fombona Consideraba inherente a la dictadura , se combina, en las
novelas “La mitra en la mano”(1927) y “La Bella y la fiera” (1931), con la vieja
tesis del triunfo de los peores , los
más viles, y con lo mostrativo de los estrechísimos nexos entre sexo y poder.
Rufino Blanco Fombona, ejerció en
Europa varios cargos públicos; fue cónsul del Paraguay en Toulouse
entre 1918 y 1925, en Lyon en 1927 y en
Lérida, España, entre 1928 y 1932.
La proclamación, en España, en 1931, de la Segunda República (1931-1936), lo colma de júbilo. Ha
estado inmerso, como un español republicano más, en la efervescencia política que ha precedido y apresurado el fin de la
monarquía. Con respaldo del Partido Radical (Liberal y Republicano) es
designado gobernador civil de la provincia española de Almería en 1933 y de
Navarra entre 1933 y 1934.
El 17 de diciembre de 1935 muere el
dictador general Juan Vicente Gómez; Venezuela
sale de 35 años de dictaduras si sumamos los 8 años de Cipriano Castro
quien inaugura el siglo XX y los 27 de Gómez. Rufino Blanco Fombona vuelve a su patria y dejará a tras , allá en
España, una guerra civil: 1936-1939 y la inauguración de otra dictadura de 1939
hasta 1975, treinta y seis años, la era del generalísimo Francisco Franco.
Con la muerte de Gómez se inicia en
Venezuela una transición hacia la democracia de la mano de Eleazar
López Contreras. En febrero de 1936, con
sesenta y dos años a cuestas, al cabo de más de
un cuarto de siglo de exilio político regresa Blanco Fombona y ya es
hora que salga del exilio cultural e
intelectual en el cual lo hemos tenido.
Pero la Venezuela que encuentra esta
en otra atmósfera política, esta
naciendo nuevos partidos políticos, se produce un enfrentamiento con la joven
intelectualidad; él con un pensamiento
muy firme en el liberalismo y marcado
antimarxismo, y los jóvenes que han comenzado a sobresalir en la vida política y cultural del país,
marxistas en su mayoría, o simpatizantes
del marxismo.
Pero a nivel gubernamental y el académico tradicional, si le dan un buen
recibimiento. Será elegido miembro de la Academia Nacional de la Historia (fundada el 28 de octubre de 1888
por el presidente doctor Juan Pablo Rojas Paúl). Fue designado presidente del
estado Miranda: 1936 – 1937. Posteriormente enviado extraordinario y ministro plenipotenciario en
Uruguay de 1939 a 1941, retornando al país , a consecuencia de una antigua
dolencia cardiaca
III. Labor periodística y
editorial:
Se inicia en el Cojo Ilustrado (1892) y
Cosmopolis (1894). Ejercerá el periodismo en Santo Domingo por breve tiempo en
1898.
En su estadía europea 1901-1904,
será colaborador en algunas revistas literarias.
Fue columnista de importantes diarios españoles
entre ellos La Voz y El Sol.
En 1908, publicará en Europa una recopilación de artículos, aparecidos en revistas venezolanas, españolas y francesas.
En el año de 1915, funda la
editorial América, mediante la cual, durante casi dos décadas, realiza una
importante labor difusora de la historia, la literatura y el pensamiento panamericanos. Con más de 600 títulos
publicados. En una conferencia dictada en la ciudad española de Barcelona, por
invitación de la Cámara Oficial del Libro,
dijo Rufino Blanco Fombona: “Advertí, apenas llegué a España en 1914, que en
España había un filón por explotar con el libro de América. Y me convertí en editor. He publicado, sólo de
libros americanos, cientos de volúmenes
de 1915 a la fecha...”.
En 1930, publica “Motivos y letras de España ”, recopilaciones de ensayos
y artículos muchos publicados con anterioridad en revistas o periódicos
hispanoamericanos o españoles, y de breves notas, o “notículas” extraídas de su Diario, sobre una gran variedad de temas, principalmente literarios. Rufino
Blanco Fombona, fue ante todo un literato y quien funda en el siglo XX el ensayo como género periodístico en prosa por obra de una definición inorgánica que justifica casi todos sus
artículos. A esta nueva generación la llamó “Notícula” (término desconocido en español e italiano), vos latina
que los franceses, con mejor acuerdo que italianos y españoles, han adoptado:
Notule. Nota, según la Real Academia de
la Lengua Española (1992) , 2// Reparo que se hace a un libro o escrito,
que por lo regular se suele poner en los márgenes 3// Advertencia, explicación,
comentario o noticia de cualquier clase que en impresos o manuscritos va fuera
del texto. Pero Blanco Fombona decide crear el término “Noticula”. Tales
opiniones están contenidas en su libro
“La Lámpara de Aladino” (1915).
Realizó
una singular actividad editorial con la publicación de colecciones como la
Biblioteca América, la Biblioteca Andrés Bello y la Biblioteca Ayacucho.
IV.- Su
obra literaria:
En este punto
daré una visión muy general, una especie de sinopsis, primero por lo
extenso del tema y segundo no deseo incursionar
en un área que no es de mi especialidad o mejor dicho no soy
especialista de la hermenéutica de Blanco Fombona, me apoyaré en las obras
leídas a través del tiempo y en la
bibliografía consultada.
Estando Rufino Blanco Fombona en Filadelfia, envía en
1894 el extenso poema “Patria” a un certamen literario promovido en Venezuela
con motivo de la celebración del centenario
del nacimiento del Mariscal de Ayacucho Antonio José de Sucre, y obtiene el
primer premio. Cuatro años más tarde la revista El Cojo Ilustrado, organizó un
certamen de cuentos donde resultó ganador el cuento “ Juanito” de Blanco Fombona, y se otorgó una mención de reconocimiento el cuento “Flor
de la selva”, de Luis Manuel Urbaneja A. Este concurso dio un impulso
definitivo al cuento venezolano, pues desde entonces no dejaron de publicarse
cuentos, en las páginas de esa revista. Otro de sus cuentos más conocidos es “El Catire” que se ha mantenido como uno
de los cuentos más representativos, por lo que en él se aúna maestría descriptiva y hondo
contenido existencial y moral. Pero en líneas generales, sus textos breves
aluden invariablemente a los temas de la maldad, la estulticia, la fe o el amor, siempre con un toque de
escepticismo.
Rufino Blanco Fombona, formará parte de la “generación modernista” que
empieza su destino dicha generación en
las páginas de dos grandes órganos de la prensa venezolana: El Cojo Ilustrado,
semanario de larga y fructífera vida, fundado y dirigido por Jesús María
Herrera Irigoyen (1847 – 1929), el primero de enero de 1892 y desapareció el
primero de abril de 1915, y Cosmopolís, magistral revista que se inicia el primero de mayo de 1894 dirigida y
redactada por Pedro César Dominici (1873 – 1954) , Pedro Emilio Coll ( 1872 –
1947 ) y Luis Manuel Urbaneja Achelpohl
( 1873 – 1937 ). Con la colaboración estas revistas y la publicación de su
poema Patria en 1895, se inicia su larga y fecunda trayectoria de escritor.
A lo largo de su vida escribirá
un diario (Diario de mi vida) , novelas cuentos, poemas, impresiones de
viajes, ensayos entre los que sobresalen los de tema históricos y los de
crítica literaria, algunos libelos, y prólogos y notas a numerosos textos de
interés para la historia y la cultura
hispanoamericana. En toda su obra, estará plateada sus características más
resaltantes del escritor, las que en conjunto, configurarán su perfil peculiar
dentro del modernismo hispanoamericano. En el aspecto formal, en sus escritos se contraponen espontaneidad y
artificio, prosaísmo y lirismo. Y se evidencia la firme voluntad de un estilo
muy personal, insumiso a tradiciones, modas, escuelas, academias, reglas, entre
otros.
Carlos Marx decía que: “Las ideas
dominantes de cada época son las ideas de la clase dominante”. Pero esta frase
determinista y lapidaria, tiene sus excepciones; entre ellas a Blanco Fombona.
En tal sentido se tiene que el entorno político, social y cultural asfixiante
presente en Venezuela y en los países latinoamericanos , provoca en él , como
en sus contemporáneos modernistas, una violenta reacción hostil, acentuada en
su caso por el dolor y la ira que le ocasiona contrastar aquel entorno, para él
abyecto, con el brillante pasado histórico lleno de heroísmo, no tan lejano
para él, recordemos que sangre patriota corren por sus venas. Pues bien, como a
todos los modernistas, el repudio de la mediocridad del medio lo hace muy
receptivo respecto a la pluralidad de autores y
corrientes literarias, históricas y de pensamiento filosófico de su
época, como por ejemplo:
.- Post-romanticismo:
Lo asumirá como el rescate de las antiguas tradiciones
nacionales, las costumbres, los cultos, la poesía nacional y ,en general lo que
se considera como constitutivo del alma
de los pueblos, pero desde una perspectiva hispanoamericana.
.- Realismo:
que toma los hechos tal como ellos son,
sin subordinarlos a preceptos o
interpretaciones que lleguen a falsearlos. Es una actitud que supone que la
verdadera realidad son las cosas, ser
real significa ser por sí, independientemente del sujeto.
.- Naturalismo:
que niega la existencia de lo sobrenatural
al reducir la realidad existente y cognoscible a la naturaleza y a los
seres naturales.
.- Positivismo:
lo real en oposición a lo quimérico, lo útil en contraste con lo ocioso, lo
cierto en contraste con lo indeciso, lo preciso en oposición a lo vago, lo
afirmativo en oposición a lo negativo y lo constatable a lo que no lo es.
.- Evolucionismo:
que considera a la evolución como el rasgo fundamental de todo tipo o forma de
realidad, explicando las formas superiores de lo real a partir de formas inferiores.
.- Pesimismo:
actitud que parte de la idea de que el mundo en general y la naturaleza humana
en particular se rigen por el egoísmo, situación que es imposible de modificar o reformar
sustancialmente.
Todas
estas corrientes estuvieron representadas por :
. Hippolyte
Taine (1828-1893), historiador y crítico francés , y uno de los principales
representantes del positivismo.
. Charles
Darwin (1809 – 1882) creador el moderno evolucionismo.
. Herbert
Spencer (1820 – 1903) interpretó el hecho sociológico desde el punto de vista
del darwinismo.
. Arthur
Schopenhauer (1788 – 1860) representante del pesimismo, así como del
romanticismo y del irracionalismo.
. Friedrich
Nietzsche (1844 – 1900) filólogo,
vitalista e irracionalista, que
propugnaba la trasmutación de todos los valores, con el fin de establecer las
bases para hacer posible el “Súper –
Hombre”.
. Tomas
Carlyle (1795 – 1881 ) su interpretación
de la historia es, ante todo, individualista
y opuesta al naturalismo y al
materialismo resumidos en el utilitarismo inglés. Sus principales obras: Sartor
resartus, sobre los héroes, el culto de los héroes y lo heroico en la historia.
. Ralph,
Emerson (1803 – 1882) para él en el
fondo de todo ser humano existe una luz interior que es
guía del pensamiento y de la vida.
Pero en oposición a la mayoría de los
modernistas, que buscaban evadirse de la mediocridad del medio, que los cubría,
recluyéndose en el culto a la belleza, Rufino Blanco Fombona se proyecta en la
afirmación de su propio yo. En la
exaltación de la vida, los resentimientos y la pasión en toda su plenitud e intensidad.
En el rechazo de las sociedades corruptas como juzgaba a la caraqueña contemporánea suya, en las
que el triunfo es el de los peores,
los más viles; aunque atenúa el
pesimismo de esta visión demoledora reconociendo y subrayando el poder de la
inteligencia y la voluntad y advirtiendo que no siempre la bondad o la maldad
de los actos humanos dependen de los
móviles que los originan.
Se
proyecta a sí mismo en el empeño de
transformar la hispanoamérica que
es en lo que puede y debe llegar a ser,
coincidiendo en esto con otros
modernistas eximios entre ellos: el uruguayo, José Enrique Rodó ( 1871- 1917)
; el argentino Domingo Faustino
Sarmiento (1811 – 1888); el ecuatoriano Juan
Montalvo (1832-1889); el puertorriqueño, Eugenio María Hostos (1839-
1903); el peruano Manuel González Prada (1844- 1918); el cubano, José Julián
Martí (1867-1895).
En el año de 1895 publica su primer
escrito impreso, el poema
“Patria”. En 1897, publicó un estudio sobre el poeta francés Alfredo de
Musset. En el año de 1899 publica en Caracas su primer libro “trovadores y
Trovas” con unas páginas iniciales
de Manuel Díaz Rodríguez (1871-1927) escritor, médico,
periodista y político; considerado como
uno de los mayores representantes de la prosa modernista hispanoamericana. En
dicho libro reúne textos en prosa y
verso.
En el año de 1900, publica un primer
libro de relatos, “Cuentos de Poeta”, y dos breves libelos; uno en contra del expresidente
Andrade: “Una pagina de historia; Ignacio Andrade y su gobierno”; y otro “De
cuerpo entero; el negro Benjamin Ruiz”, contra el turbio personaje que había
sido en Maracaibo su superior, y al que
juzgaba, además de indigno, culpable de
los lamentables hechos ocurridos. Estos dos libelos, antes mencionados, estarán
cargados de subjetividad y sectarismo, para decir lo menos.
En 1901, estará de nuevo en Europa. Y en París y Madrid hará
entonces amistad con escritores importantes del momento, principalmente
hispanoamericanos y modernistas; entre
otros, al nicaragüense Ruben Darío (1867 – 1914 ); al guatemalteco Enrique
Gómez Carrillo (1873- 1927) y al colombiano José María Vargas Vila (1860-1933).
Mientras se encuentra en Europa publica, en 1902, el folleto: “La
americanización del mundo”, refutación de un libro recien publicado en inglés
en el que abogaba por la alianza de Gran Bretaña y los Estados Unidos de Norte
América, con el fin de imponer la hegemonía mundial de estos últimos. En 1903,
con prólogo de Enrique Gómez Carrillo, “Más allá de los horizontes ”, libro
como otros suyos posteriores, heterogéneo, compuesto de sus viajes por Europa y
los Estados Unidos. Y en 1904, un segundo libro de cuentos, “Cuentos
Americanos”. Y con prólogo de Rubén Darío, “Pequeña opera lírica”, colección de
poemas que señala un nuevo hito, respecto a la segunda parte de “Trovadores y
Trovas”.
Preso político en ciudad Bolívar
(1905), escribe su primera novela, “El Hombre de Hierro”, publicada en Caracas
en 1907; libro cruel por lo pesimista y por la duda cínica que lo orienta,
sirve al autor para presentar uno de los
personajes más logrados y recordados de
la novela nacional: Crispin Luz, quien, víctima del adulterio de su esposa
María, es asimismo víctima de todas las inquietudes. Esto le permite al autor representar la tesis según la cual la virtud
y la debilidad son términos sinónimos que producen al mismo efecto, así como
apoyar su creencia de que la
personalidad y la manera de actuar de Crispin
están muy relacionados con la
“ética cristiana”, que predispone al sacrificio y a la pasividad.
Al
salir de la cárcel en 1907, se marcha de nuevo a Europa. En París
aparece, “Más allá de los horizontes –
pequeños poemas líricos”(1908), edición bilingüe, en español y francés, de poemas seleccionados de
“Trovadores y trovas y Pequeña Ópera Lírica”, y de otros nuevos que posteriormente
formarán parte del libro “Cantos de la
prisión y del destierro”. Y aparece también
“Letras y letrados de
Hispanoamérica” (1908), recopilación de artículos y notas, de temas
predominantemente hispanoamericanos,
publicados con anterioridad en revistas venezolanas, españolas y francesas.
De vuelta a Europa para su largo
destierro. Publica en 1911: “Cantos de la Prisión y del Destierro”, título
suficientemente explícito de unos poemas, según su autor, “escritos con sangre,
con llanto, con hiel”. En 1913, “Cuentos
Americanos”, edición aumentada de la colección del mismo título publicado en
1904.
Como producto del suicidio de su
esposa, brota: “Cancionero del amor infeliz”, formado, en parte, por nuevos
poemas, y, en parte, por poemas relacionados con el tema del “Amor Infeliz” extraídos de sus poemarios
anteriores. Sigue a este libro la reedición, corregida, y en un solo volumen,
de sus primeras colecciones juveniles de versos, “Pequeña Ópera Lírica”, “Trovadores
y Trovas” (1919).
El interés por lo hispanoamericano, y
la defensa del criollismo , de una
“literatura nacional que sea de nuestra sangre, tan nuestra como nuestros ríos, llanuras y
montañas”, anima sus ensayos de crítica literaria, en los que, como en sus
estudios históricos, no rehuye el enfoque subjetivo, ni la apreciación
vivificada por la emoción y la pasión, y
en los que otorga atención especial a los aspectos psicológicos y sociales. En “Grandes
escritores de América”, publicada en el
año de 1917 reúne ensayos sobre el venezolano-chileno Andrés Bello, de
Sarmiento, Hostos, González Prada, Montalvo. Escritores representativos por ser
espíritus y hombres libres, que prueban
que hispanoamérica en el siglo XIX tuvo
pensadores y artistas vivieron por elevados ideales, al igual que los tendrá en
siglo XX y con plena seguridad en este siglo que se inaugura.
En el año 1929, publica “El
modernismo y los poetas modernistas” parte de la convicción de que el escritor
hispanoamericano ha de mantener una
relación estrecha con el continente y
con sus países. Nosotros tenemos la ventaja de una cultura sincrética o como
diría García Canclini una cultura Híbrida. Ese interés prestado por Blanco
Fombona a lo hispanoamericano incluyendo lo español, lo encontramos en sus
obras: “La Lámpara de Aladino” (1915) y
“La espada del Samurai” (1914).
Al otro lado del charco, mantendrá su
visión satírica de la sociedad caraqueña, de su tiempo, que bien podría extenderse a toda Venezuela,
persiste en la obra narrativa que publica durante el exilio. En 1915, aparece su segunda novela
“El Hombre de Oro”, cuyos protagonistas, una pareja de ambiciosos sin
escrúpulos, son aupados a la riqueza y el poder por la conjunción de su voluntad y bajeza y la bajeza de los
que los rodean. Y en los relatos de “Dramas
mínimos” de 1920 y en 1928 “Tragedias Grotescas”.
En Rufino Blanco Fombona,
encontramos una acentuada tendencia al autobiografismo puesta
de manifiesto indirectamente en casi
toda su obra, y directamente en la publicación, desde sus años juveniles , de fragmentos de su diario,
en El Cojo Ilustrado, y en los
volúmenes de “Más allá de los
horizontes” (1902) y “La lámpara de Aladino” (1915), tiene nuevos cauces de expresión en “Por los caminos del mundo ”
, publicado en 1926, y en los dos
primeros volúmenes del “Diario de mi vida”, que abarcan, el primero, “ La
novela de dos años” (1929), de 1904 a 1905, y el segundo, “Camino de
imperfección ” (1933), de 1906 a 1914.
Rufino Blanco Fombona fue postulado en el año de 1927, a la candidatura
al premio Nobel de Literatura.
En el año de 1933, formando parte del
gobierno republicano español, como ya se dijo anteriormente, publicará su
última novela “El secreto de la felicidad”, en la que da un nuevo enfoque a su vieja
tesis del tiempo de los peores. El triunfo insiste una vez más, es de
éstos sino se les opone inteligencia y voluntad. Pero la felicidad no es de
nadie, pues nadie posee su secreto, nadie está en capacidad de afirmar que ella
le pertenece, nadie tiene la seguridad de ser feliz.
En el año 1937, ya en Venezuela,
aparece en Santiago de Chile; “El espejo de tres faces”, una nueva recopilación
de los artículos y ensayos, en la que, como en las anteriores, resalta la
variedad temática, el interés por lo hispanoamericano (incluido lo español) y por
lo universal.
En el año de 1943, reúne en “Mazorcas
de oro” un grupo de poemas nuevos, aproximadamente la mitad de los contenidos
en el libro, y en una relación de sus obras poéticas anteriores. Pone fin con
este libro a la trayectoria que había
iniciado casi medio siglo antes con el poema “Patria”.
IV.- Su obra
historiográfica:
Ramón Díaz Sánchez (1956), clasificaba la obra de
Rufino Blanco Fombona como “historiografía tradicional”. Calificándola como
“viriles ensayos”. En líneas generales de dicha obra señalaba: “culto
arrebatado de los héroes guerreros y
descripción hiperbólica de la batallas”.
De su obra historiográfica
representada por 16 obras de labor
propia y 84 entre prólogos de editor y
obras editadas – anotas. Analizaremos en honor al tiempo, las más
conocidas y representativas, en tal
sentido tenemos: La parte más
considerable de la producción total de
Rufino Blanco Fombona está constituida por sus trabajos históricos,
aquellos dedicados al Libertador, que le han valido el título antonomástico de
“el biógrafo de Bolívar . De acuerdo a él, brillante pasado heroico , no
tan lejano ( y que fluye en su sangre),
de la época de Simón Bolívar; debería reivindicarse para superar la mediocridad
del medio. Enaltecer, como personificación del héroe, de Simón Bolívar,
Libertador por excelencia, y forjador
del “panhispanismo”, contrapuesto por Blanco Fombona al “panamericanismo”
al que atribuye raíces, raigambre
estadounidenses imperialistas. Pero encontraremos contradicción en esa línea de pensamiento, ya que él , le
da valoración y trascendencia a los conquistadores españoles del siglo XVI,
pese al lastre de crueldad (aunque él lo reconoce, pero en una minoría),
genocidio y codicia de la mayoría de ellos, como fundadores de la comunidad de pueblos que han dado vida a las nuevas repúblicas americanas.
Recordemos que Blanco Fombona se sentía orgullo de sus antepasados
conquistadores, pero también recordemos que las riquezas amasadas por los
Blancos Criollos era el producto del despojo territorial efectuado en contra de
las comunidades indígenas. Aunque suene un contra sentido él será hispanófilo y
bolivariano. En su obra histórica, no rehuye en ningún momento al enfoque y
apreciaciones subjetivas.
Dentro de la
atmósfera de fervor bolivariano, y con
el propósito de liberar a Simón Bolívar de la mitificación
a que lo habían sometido en las décadas finales del siglo XIX (objetivo que
nunca logró, es más el fomentará el culto y el mito pero en el siglo XX), edita
en el año de 1913 con prólogo de José
Enrique Rodó y extensas notas propias,
el primer volumen de “Cartas de Bolívar
1799 – 1822”. En el mismo año, con prólogo suyo, Bolívar escritos, los “Discursos y
proclamas de Simón Bolívar”, y en mismo año 13, con prólogo suyo en que expone
su interpretación de la Guerra a Muerte, la “Biografía de José Felix Ribas”,
del escritor venezolano Juan Vicente González (1810-1866).
En 1914, publica la
compilación “Simón Bolívar, Libertador de América del Sur ”, por los más
grandes escritores americanos, selección de textos de ecuatoriano Juan Montalvo, del político y
escritor cubano José Julián Martí (1853
– 1895 ); del crítico y ensayista uruguayo, José Enrique Rodó (1871 – 1917 )
etc., con prólogo del filósofo y ensayista español Miguel de Unamuno ( 1864 –
1936 ).
En 1938, una nueva edición, prologada, anotada y muy
corregida también por Blanco Fombona, de la “Vida del Libertador Simón
Bolívar”, del músico, abogado, periodista y político Felipe Larrazábal ( 1816 –
1973 ) quien fue el principal forjador
en el siglo XIX del culto bolivariano.
Las conmemoraciones de los
centenarios de las victorias de Carabobo y Ayacucho y de la muerte de Simón
Bolívar (1921 – 1924 y 1930 respectivamente ) y del
sesquicentenario del nacimiento del Libertador
en 1933; contribuyen sin
duda a que dé nuevos frutos en el
interés de Rufino Blanco Fombona por Simón Bolívar y por cuanto pueda ayudar a
su mejor conocimiento. Publica con extensas notas dos nuevos volúmenes del
epistolario bolivariano: “Cartas de Bolívar
– 1823 – 1824 – 1825 -”, publicado en 1921 y “Cartas de Bolívar – 1825 – 1826
- 1827”, publicado en 1922.
En el año de 1921, publica
también “El conquistador español del
siglo XVI” . Es un fervoroso alegato
sobre las virtudes del conquistador español, expresivo del neohispanísmo presente en la historiografía venezolana a partir de la guerra
de España y Estados Unidos en 1898. Esta obra es considerada su más
importante ensayo histórico, en el que , partiendo de la convicción de que ese personaje es forjador de Hispanoamérica,
analiza la psicología del pueblo del que
surge, la época en que vive y su ambiente social. Repudia su crueldad y su codicia ( no mayores , sin
embargo, que las de otros que tenía que
arrostrar) elogia su valor, y el que llevara a cabo, sin proponérselo y
sin pensarlo una obra civilizatoria. En esta obra encontramos su
concepción de la historia cuando expresa: “La historia no se
cultiva por el placer baldío de condenar ni de exaltar. Se cultiva para
aprovechar sus lecciones y atesorar experiencia; para conocer el mensaje de
cada época y cada raza legan a la
humanidad”.
Cuando se incorpora a la
Academia Nacional de la Historia, en el año de 1939, en el acto de recepción
pronunciará el discurso: “La inteligencia en Bolívar”. Con el calor de la
patria después de 27 años de exilio, hay un nuevo e intenso brote de fervor
bolivariano. En 1942 publica la “Mocedades de Bolívar” en donde estudia al
héroe “antes del heroísmo”. En el mismo año, selecciona y prologa “El pensamiento
vivo de Bolívar” textos fundamentales del Libertador. Publica También “Bolívar
y la guerra a muerte”, el cual fue el período más sangriento y decisivo de la
guerra nacional por la independencia, cuando Boves terminó con las aspiraciones de aquel momento.
Al año siguiente, en 1943, publica “El espíritu de Bolívar”, en donde lleva a
cabo un ensayo de interpretación
psicológica del héroe. Póstumamente se ha publicado “Bolívar”.
BILIOGRAFÍA
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Rufino Blanco Fombona: homenaje de un
recuerdo. Caracas. Oficina Central de Información.
Barradas de Tovar,
Aura (1985). Rufino Blanco Fombona: de
el hombre de hierro al hombre de oro. Caracas. Fondo Editorial Lola de
Fuenmayor.
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Acosta
Castellanos, Rafael
(1975). Rufino Blanco Fombona, estudio
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_______________ ( 1975). Prólogo.
Cuentos venezolanos. Antología I.
Caracas. Publicaciones españolas.
Díaz Sánchez, Ramón
(1956).Evolución de la historiografía venezolana. Colección Letras Venezolanas
N° 3. Caracas. Ministerio de Educación.
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Historia y antología de la literatura
venezolana. 3ra. Edic. Caracas. Jaimes Villegas, editor.
Rivas, Rafael A. (1979). Fuentes para el estudio de Rufino Blanco
Fombona 1874-1944. Caracas. Centro de Estudios Latinoamericanos Rómulo
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Referenciales
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de las Letras de América Latina (1975). Caracas. Biblioteca Ayacucho. Monte
Avila Editores Latinoamericana.
Diccionario de Historia de
Venezuela (1997). 2da. Edic. Fundación Polar. Caracas.
Gran Enciclopedia de
Venezuela (1998). Caracas. Editorial Globe.
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