Por: Luis Rafael
García Jiménez
Max
Weber (1864- 1920.Creció en un ambiente familiar caracterizado por la
riqueza mercantil, el liberalismo político y el pietismo protestante
(movimiento religioso protestante como reacción evangélica contra el
intelectualismo y el formalismo dominante en las iglesias luteranas y calvinista). Es considerado
frecuentemente como el fundador de la sociología moderna, porque:
1.- Formuló un enunciado sistemático del marco conceptual de la
perspectiva sociológica. Trabajó en una tradición antipositivista, idealista y
hermenéutica, clave para entender el
proceso de análisis de la realidad social.
2.- Desarrolló una filosofía coherente de la ciencia social, que reconocía
los problemas esenciales de una
comprensión interpretativa de la acción social.
3.- Captó las características básicas de una civilización moderna
industrializada.
El análisis weberiano de los
problemas metodológicos y filosóficos de la sociología se suele considerar como
una forma de las ideas del neokantismo y
el historicismo. En sus primeros
comentarios sobre la metodología adecuada para la sociología, negó:
1.- Que la sociología pudiera descubrir leyes universales de la
conducta humana comparables a las de la
ciencia natural.
2.- Que la sociología pudiera confirmar la existencia de progreso
evolucionista en las sociedades humanas.
3.- Que la sociología pudiera proporcionar una evaluación de cualquier estado existente o
futuro de las cosas o una justificación moral del mismo.
4.- Que la sociología pudiera desarrollar conceptos colectivos ( tales
como el estado, la familia entre otros)
a menos que pudieran enunciarse en términos de la acción
individual.
La sociología tenía que proponerse
la comprensión del significado de las acciones y, sobre esa base, la sociología
podría trabajar para crear modelos formales o tipos ideales de acción por
comparación. Su mayor preocupación fue alcanzar una interpretación del sentido de la cultura
moderna y, en general, de toda cultura dentro del marco de la sociología
descriptiva, considerando que toda la ciencia social es de la realidad, pero de
una realidad distinta de la material, que debe ser conocida objetivamente; pero
la objetividad del saber de la cultura
no es producida por un estudio empírico-inductivo, sino por la pura descripción de lo que se da de un modo inmediato en la vida social y en
la historia.
Los conceptos en la sociología,
tales como burocracia, tendrían
la misma categoría analítica que los equivalentes en economía, por ejemplo,
competencia perfecta. Vamos a detenernos
un poco con la categoría burocracia; ésta viene del francés
bureau que significa oficina, y el sufijo griego ocracy, que significa regido
por. Podemos entonces definir a la burocracia como una organización jerárquica que
es gobernada por reglas formales y
reglamentos. Weber explicó la burocracia como una poderosa herramienta organizacional para
lograr la eficacia. Él estuvo entre los primeros en reconocer la importancia de
la burocracia en las grandes organizaciones de la sociedad moderna.
Afirmó que para las necesidades de administración en masa actual (la burocracia)
es completamente indispensable. Pensó en su modelo de burocracia como un tipo
ideal; es decir, esto significaba capturar las características esenciales de
la organización burocrática en general,
no describir cómo la burocracia
particular estaba organizada o cómo había
de ser organizada. La burocracia, para Weber, será entonces, la
organización eficiente por excelencia, la organización llamada a resolver racional y eficientemente los problemas de la sociedad
y, por extensión, de las empresas; la
organización burocrática está diseñada científicamente para funcionar con
exactitud, para lograr los fines para la cual fue creada.
Para Weber existen seis (6) rasgos claves de una burocracia:
1.- La burocracia está basada en
un claro corte de división del trabajo.
2.- Las posiciones en la burocracia se alinean una sobre otra, en una jerarquía.
3.- Las reglas escritas y regulaciones formales rigen todas las actividades.
4.- Los burócratas tienden a ser impersonales en su trato oficial con
otros.
5.- La posición del individuo en una burocracia está basada en
calificaciones técnicas (no familiares y personales).
6.- La burocracia dibuja una línea
clara entre la esfera pública, la oficial y la esfera privada.
Como podemos observar, el tipo de
ideal de Weber de burocracia comprendía varios elementos:
1.- Un alto grado de
especialización y una división del trabajo claramente definida, con las tareas
distribuidas como obligaciones oficiales.
2.- Una estructura jerárquica de
la autoridad con áreas claramente circunscritas de mando y responsabilidad.
3.- El establecimiento de un cuerpo formal de normas para gobernar
el funcionamiento de la organización.
4.- Una administración basada en documentos escritos.
5.- Relaciones impersonales entre
los miembros de la organización y con los clientes.
6.- Reclutamiento del personal sobre la base de su capacidad y
conocimiento técnico.
7.- empleo a largo plazo.
8.- Ascensos en función de la antigüedad o el mérito.
9.- Un salario fijo y salarios bajos. Con respecto a la productividad de los salarios bajos,
opinaba que la pobreza movía a la gente a trabajar (como decía Calvino).
10.- La separación de los ingresos privados los oficiales.
Para Weber, todos esos elementos distintivos estaban vinculados entre sí en una totalidad coherente por un
fenómeno englobador: la racionalidad; y la definió como: la adopción de
normas y valores que se enfocan en la efectividad, eficacia y ecuaciones
costo-beneficio.
La postura de Weber sugiere que su idea sobre la racionalidad de la burocracia abarcaba
dos cosas ligeramente diferentes. En un
sentido, la racionalidad de la burocracia consistía en que maximizaba la eficacia técnica. Las normas
definían los medios más apropiados para realizar los fines de la organización,
estaban basadas en un conocimiento
técnico muy al día y dirigían el comportamiento de los miembros de la organización
según las líneas más eficientes.
En otro sentido, la burocracia era un sistema de control o autoridad social
que era aceptado por sus miembros porque consideraban racionales, justas e imparciales sus normas;
esto es, un sistema de valores legal-racional;
la mayor cualidad de la burocracia era simplemente su predictibilidad. Pero, a
través de la historia ha quedado demostrado que la burocracia en las organizaciones funcionan
ineficientemente, convirtiéndose en inflexible, a causa de las diversas consecuencias
inesperadas que se derivan de su estructura. Las burocracias dan lugar a
círculos viciosos de eficiencia y eficacia decreciente.
Pasando a otro aspecto de la racionalidad de Weber,
tenemos que: habiendo negado éste la
posibilidad de leyes del desarrollo en la sociología, presentó
implícitamente la racionalización como la tendencia dominante en la sociedad capitalista. La
racionalización es el proceso por el cual toda área de las relaciones humanas
está sujeta al cálculo y a la administración. Aunque los marxistas han
resaltado la prominencia del cálculo racional en la disciplina de la fábrica y
en todo el proceso de trabajo, Weber detectaba la racionalización en todas las
esferas sociales, políticas, religiosas, organización económica, administración
universitaria, el los laboratorios e, incluso, en la notación musical; para él,
el proceso de racionalización acabó por convertir a la sociedad capitalista en
una jaula de hierro sin sentido.
Podemos
plantearnos la diferencia entre RACIONALIDAD y RACIONALIZACIÓN. La racionalidad corresponde a la plena utilización de las
aptitudes intelectuales y afectivas de
todos los que participan en la administración del Estado, a la debida
coordinación de las tareas, a la comunicación y a los intercambios de
información, a la utilización de policompetencias. La racionalización, por su parte, obedece a los principios
de especialización estricta, de
jerarquía rígida, de centralización
extrema. Ahora bien, podemos decir que esos principios, aplicados de manera
estricta, no son racionales.
Una fuente de racionalización en las sociedades
occidentales radicaba en los cambios culturales producidos por la ética
protestante. El protestantismo no era una causa directa del capitalismo, pero
proporcionó una cultura que resaltaba el
individualismo, el trabajo arduo, la conducta racional y la confianza en uno
mismo. Esta ética tenía una afinidad con el capitalismo primitivo, pero Weber
pensó que las sociedades capitalistas
avanzadas no necesitarían de legitimación
religiosa.
En su libro,
hoy centenario: “La ética protestante y el espíritu del capitalismo” (1905);
trabajó sobre los tipos ideales del burgués, la ética protestante y el
capitalismo industrial; estudió la moral que proponían algunas sectas calvinistas (doctrina de la predestinación y
a la consiguiente interpretación del
éxito económico como garantía de la gracia divina) de los siglos XVI y
XVII para mostrar que la reforma protestante habría creado en algunos
países occidentales una cultura social más favorable al desarrollo capitalista
que la predominante en los países católicos; recordemos que la iglesia católica
condenaba el afán de enriquecimiento personal, “el paraíso no está en este
mundo”. Pero después vendrá el pensamiento de los Jesuitas que favorecieron el
espíritu de empresa, la libertad de especular y la expansión del comercio,
considerando sus beneficios sociales.
Muchos autores ven en Max Weber como uno de los principales críticos de Marx
y el marxismo. Las razones de esta posición la tenemos en:
1.- El énfasis de weber en el papel de la cultura
especialmente la religión, en dar forma a la acción social parece una
refutación del determinismo económico.
2.- La importancia de la orientación subjetiva de los
individuos en el análisis weberiano de las
relaciones sociales se considera
contrapuesto al análisis de los efectos
estructurales objetivos en el marxismo.
3.- La descripción de weber de los grupos de status y
de los mercados parece contradecir el énfasis de Marx en la clase económica y las relaciones de producción.
4.- Weber
criticó explícitamente los análisis marxistas sobre el derrumbamiento inminente
del capitalismo, puestos que Weber argüía que la economía planificada en la
sociedad socialista aumentaría la racionalización en vez de terminar con ella.
Podemos plantear una perspectiva
alternativa de la siguiente manera:
1.- Weber consideraba a Marx, junto con Nietzcshe,
como uno de los pensadores más importantes del siglo XIX.
2.- Las críticas de Weber iban dirigidas contra el
marxismo institucionalizado (bajo la forma del partido democrático alemán) más
que contra Marx.
3.- La tesis sobre la ética protestante no pretendía
ser una refutación de Marx.
4.- Weber
escribía, en ocasiones, de una forma que
sugiere un fuerte elemento de determinismo.
5.- La descripción de weber de la naturaleza del
capitalismo como una jaula de hierro estaba frecuentemente muy próxima al
análisis de Marx y, en particular, hay
una estrecha relación entre los conceptos de alienación racionalización.
6.- Weber llegó a considerar que la sociedad
capitalista tenía una lógica que operaba con independencia de las actitudes
subjetivas de los actores sociales.
7.- Weber
agregó a la teoría del conflicto, de Marx, los conceptos de poder y privilegio a
la lista de recursos escasos que provocan
conflicto, es decir, el rol de la cultura (cambio político y económico)
en la lucha del poder y el privilegio.
Para él, el prestigio es tan importante como la riqueza y el poder para
mantener la estratificación social.
Pero,
para entender a Max Weber y su relación
con el marxismo hay que ubicarse en el
contexto de la sociedad alemana entre 1870 y 1918. Los marxistas tienden a
considerar el análisis de Weber de la política alemana como precursor del fascismo. En cambio los liberales sugieren
que la sociología de Weber esta fundada,
de hecho, en la angustia de que la racionalización destruirá la libertad y la
creatividad del individuo.
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