Por: Luis Rafael García
Jiménez.
RESUMEN
Cuando se lee de manera
sistemática a Edgar Morin, en la
búsqueda de pistas que orienten en una línea de investigación (en este caso histórica) nos parece, en algunas oportunidades,
encontrar contradicciones en sus ideas o
planteamientos; pero el autor advierte,
recordando a Pascal que : “ ni la contradicción es señal de
falsedad ni la no contradicción es señal de verdad ’’. Por ello dice “yo me ubico en el punto de vista de la deficiencia
congénita del conocimiento, porque acepto la contradicción y la incertidumbre;
pero, al mismo tiempo, la conciencia de
esta deficiencia me llama a luchar
activamente contra la mutilación’’. (1994; 144). De lo anteriormente expresado
se desprende por ejemplo, que en algunas oportunidades Morin habla del pensamiento global y planetario y en otras
del pensamiento local y particular, así como de las
cotidianidades; pero, ninguno de los dos planteamientos debe actuar aislada o
independientemente. Por tal motivo considera que: “para pensar localmente hay
que pensar globalmente, de la misma manera que,
para pensar globalmente hay que
saber, también pensar localmente”. (1999
.a).
INTRODUCCIÓN
El pensamiento de
Morin ha seguido una línea ascendente, o dicho de otra manera, se ha convertido
en un ascensionista del conocimiento. Y cuando vuelve atrás a revisar su
pensamiento es para revitalizarlo y
complejizarlo. Entre los cincuenta y sesenta años de edad (1971-81) volvió a
repensar toda su obra, como abrevadero de vitalidad. La búsqueda de Morin significa caer en
su holograma, en donde, se encuentra en movimiento el todo y
las partes, donde
una partícula contiene el todo y ese todo está integrado por las partículas. Morin en sí es
un texto dentro de un contexto
histórico del contexto
planetario y llega a ser hipertexto ya que da paso al lector para establecer con libertad la (s) polisemia (s).
Morin trata de buscar a cada momento la relación estrecha de inseparabilidad y
de inter-retro-acción entre cualquier
fenómeno (natural y social) y su contexto planetario (la patria es la tierra).
Este
acercamiento preliminar a Morin es una especie de intento de acercarse a este hombre
complejo cuyo pensamiento se dirige a lo planetario. En tal sentido,
analizaremos tres dimensiones: su historia, su pensamiento y la historia
compleja (llena de incertidumbre), aunque
es fácil inferir que él es
historia, producto de ella en su denominada
“edad de hierro planetaria” y en la “prehistoria del pensamiento”.
La historia le ha
enseñado a Morin la barbarie, el caos, el ruido, las miserias humanas, pero él
ha dejado para la historia una inmensa
esperanza: “nadie puede asegurar que nuestras sociedades hayan agotado sus
posibilidades de mejoramiento y de transformación y que hayamos llegado al fin de la historia. Podemos confiar en el progreso de las relaciones
entre humanos, individuos, grupos, etnias, naciones”. (1999 b; 38). El progreso
material de la modernidad ha llegado a su fin, o al menos, ya tiene límites y
ha comenzado el progreso del espíritu humano y de la ciencia humana.
I.
MORIN Y SU
COMPLEJA HISTORIA O LA AVENTURA PERSONAL.
Edgar Morin es y
ha sido un hombre y un pensador complejo
dentro del contexto
histórico planetario. Ha llevado una
lucha crucial y sin cuartel contra las ideas establecidas por la Modernidad;
pero como bien lo expresa: “No podemos
luchar más que con la ayuda de las
ideas”. (1999 b) y esas ideas están
dirigidas a que “todos los
problemas particulares no pueden plantearse y pensarse correctamente si no es
en su contexto, y el contexto de estos problemas debe plantearse cada vez más
en el contexto planetario”. (1999 a).
Su vida dialógica
lo ha llevado a autodefinirse como un hombre cualquiera, o simplemente, común,
que no exhibe las huellas profundas de una cultura determinada o
determinante, con cimientos no claros de su identidad francesa, familiar o de una
educación formal que sólo dejó una domesticación superficial. Pero la escuela siempre estará en él: “no he
dejado de ser estudiante porque he sido investigador en el sentido pleno y
existencial de la palabra”. (1995 a). En lo religioso su “marranismo” (sefardí – sin una comunidad
judía-) lo llevará a sentir con orgullo
su mestizaje cultural, lo cual lo convierte en un patriota planetario, que no
busca la “tierra prometida” o la resurrección del juicio final.
De lo
anteriormente planteado, Morin expresa que: “A menudo suelen ser los hijos
naturales y bastardos culturales,
divididos entre dos orígenes, dos etnocentrismos, dos modos de pensamiento, o los desclasados, metecos,
marranos, exiliados, los que sienten una falla en su identidad o su pertenencia, y la falla puede
agrandarse hasta hacer que en ellos se desplome
la creencia en el sistema oficial de verdad”. (1992; 53).
Su obra no ha
sido escrita desde una “torre de marfil” que lo sustraiga de la vida, sino en el interior de las turbulencias,
desviaciones, azares, ruidos, furor, destrucciones, creaciones y esperanzas que
le han implicado vivir la vida con el corazón en la mano. Morin involucra al
lector en su vida a través de su obra que es su vida, encontrándose cierta
semejanza, en este último punto, con Nietzsche. Morin es un hombre que nació en
París en 1921 y vivirá (tal vez) más
allá del siglo XXI, en su era
planetaria. Por ello, su obra ha sido realizada desde una “torre de babel” (complejidad - caos -
incertidumbre).
Morin vivirá en y
para la historia; todos los acontecimientos históricos del siglo XX estarán
influenciando y modificando su ser, su existencia y su pensamiento. Cuando
tenía nueve años perderá a su madre (hijo
único) y, por un tiempo aguardará
un regreso imposible. Cuando recuerda
ese hecho expresa: “un Hiroshima interior me invadió” (1995); siempre sonarán (al igual que en Hiroshima) las campanas del dolor. Cuando aún
quedaban las heridas de la primera Guerra Mundial; veinte años después, otra guerra mundial lo
encontrará en el corazón de la tragedia Pero ese hecho lo llevará a dejar atrás
un apellido en los registros legales de nacimientos,
en la memoria de los familiares y de
una infancia dolorosa (Nahum)
y tomará con pasión el clandestino Morin
que lo acompañará en la resistencia armada primero
y en la resistencia intelectual hasta ahora.
La guerra lo
llevó a abrazar el comunismo, pero años
más tarde nos aclara que fue comunista de guerra: sin la guerra no hubiese
sido comunista. (1976). Su actitud crítica y compleja hacia el partido motivará
su expulsión de éste en 1950 por razones
disidencia cultural: “Los bolcheviques no querían, o no podían, comprender que
el hombre es un ser endeble e inseguro,
que lleva a cabo una obra
incierta en un mundo incierto”. (1999 a).
Y refiriéndose al stalinismo observa que no fue percibido como totalitarismo sino
como la ciudadela de los espíritus mesiánicos del futuro. Desde esta perspectiva, el denominado “marxismo - leninismo” fue
considerado no como el dogma de una nueva religión terrestre sino como uno de los componentes de la laicidad. (1999
a). Su lucha contra el stalinismo impuesto en la URSS será sin cuartel, lo
analizará como sistema, como aparato y como naturaleza (1983 a).
La política será
uno de sus demonios; siempre estará en
la política pero sin inscribirse en
ningún grupo o partido; será un militante de la macropolítica desde su Individualidad. Planteará una política
antropológica basada en el amor (como diría Pablo Milanés: “eso que llaman
amor, para vivir”), eso significará
repensar la política (1981 a). Ese repensar sería la clave para entrar
al siglo XXI y salir
definitivamente del siglo XIX.
Volviendo a la
década de los cincuenta, la expulsión del partido comunista lo llevará a la
soledad o a una nueva orfandad, esta vez intelectual; la izquierda dogmatizada
le dará un adiós y la derecha
reaccionaria, lo hará igualmente. A partir de ese acontecimiento, Morin
iniciará su labor investigativa (recomendado
entre otros por el historiador Lucien Febvre ) en el Centre National de
la Recherche Scientifique - CNRS – ( será su director desde 1950 hasta
1989, manteniéndose hasta la actualidad como director de investigación
honorario) , labor que se desenvolverá sin ataduras ni mordazas. Pero el
producto de su trabajo irritará hasta el presente, a los especialistas y guardianes de la pureza y la
racionalidad de las disciplinas
(especie de encantadores de serpientes). Por ello observará con firmeza:
“he comprendido que refutar solamente no
tenía ninguna esperanza: sólo un nuevo
fundamento puede arruinar al antiguo”. (1981 b).
Desde 1957 a 1963
fue director de la Revista “ Arguments ”. En 1959 fundó con Georges
Friedmann y Roland Barthes el Centro de Estudios de Comunicación de
Masas y publicó la revista Communication.
El año 1968 será
otro hito en la vida de Morin; será testigo, a la distancia, del momento en que
las fuerzas del Pacto de Varsovia
intervienen en Checoslovaquia para acabar con la “primavera de Praga”:
el “socialismo de rostro humano” sólo duró
cinco meses. Y en Francia, seguirá como observador de primera línea el desarrollo del “mayo francés”.Dicha crisis expresará el desfase
entre las transformaciones económicas y las resistencias sociales (Nouschi, 1999). Y comenzará como una crítica y un rechazo del contenido de la enseñanza
teórica en Ciencias Sociales en la Universidad, de París.
A manera de
síntesis cronológica el evento se desarrolló así:
03 de mayo se
cierra la Sorbona, por haberse reunido en el patio alrededor de 400
estudiantes, lo cual originó enfrentamientos entre policías y estudiantes.
10 y 11 de mayo: “noche
de las barricadas” en el distrito latino.
11 de mayo:
Ponpidou anuncia la reapertura de la
Sorbona y la admisión de la apelación de 15 condenas.
13 de mayo:
huelga general y manifestaciones de solidaridad con banderas rojas y negras en
París. Al atardecer, los estudiantes
ocupan la Sorbona y este movimiento se
extiende a otros establecimientos escolares, creándose comités de acción.
14 de mayo: se
inicia la actividad huelguista con
ocupación de fabricas (nueve
millones de obreros).
15 de mayo:
ocupación del Teatro Odeón por estudiantes
que expresaban su voluntad de hacer una revolución cultural contra la
sociedad de consumo
24 de mayo:
discurso de De Gaulle.
27 de mayo:
acuerdo entre patrones y sindicatos (lo
involutivo en lo evolutivo, lo arcaico en lo contemporáneo).
30 de mayo: De
Gaulle disuelve la Asamblea Nacional. ( Pirenne, 1976)
La brecha abierta
por el espíritu universitario se vio frustrada por la vieja forma de hacer política de los dirigentes
sindicales. Las acciones revolucionarias estudiantiles fueron un intento
espontáneo de iniciar una revolución
empezando por los últimos valores de aquella época, o sea, comenzando
por lo que hasta ese momento se había entendido
que era el techo del proceso
revolucionario: la revolución cultural.
El mayo francés
fue un evento local, con repercusiones nacionales para convertirse luego en un evento global; por ejemplo: el 29
de junio del mismo año, en los Estados Unidos, se desarrollaron manifestaciones estudiantiles en Berkeley, caracterizadas por violentos enfrentamientos con la policía.
Estudiar una
realidad presente al momento de producirse los hechos no ha
sido extraño para Morín. Así por ejemplo, en su obra El Diario de California
(1973), ve, experimenta, analiza y narra
los dos extremos de la sociedad
norteamericana que se enfrentaban: una
como la conservadora, a favor de la guerra de
Vietnam y la otra conformada por
los hippies que estaban en contra. Morin, asistirá a un concierto de Janis
Joplin mito de la cultura del
rock; el mundo hippie visto por él será el de la búsqueda, el de la necesidad de
un encuentro con el otro, en el
descubrimiento del rock como música de liberación. La década de los 60 abrirá
una brecha a las nuevas generaciones,
esa década romperá con el pasado e iniciará la verdadera historia contemporánea
de la humanidad. ¿ Qué pensarán o qué dirán aquellos jóvenes, hoy maduros, de la actual visita ( noviembre 2000 ) del saliente
presidente Bill Clinton (quien por cierto, no luchó en esa guerra) a la ciudad de Ho Chi Minh, capital de Vietnam, pasados
veinticinco años de aquel 30 de abril de 1975 cuando partieron apresurados los
últimos norteamericanos de su embajada,
transportados por los eficaces y rápidos
helicópteros dejando atrás los muertos,
los zippos enterrados, los desaparecidos
del “ sueño americano ”?.
De este siglo XX,
ya en sus últimos días, que Morin ha vivido y
ha estudiado, dirá: “ Todos los grandes acontecimientos del siglo, el desencadenamiento de la primera
Guerra Mundial, la Revolución Soviética en el imperio Zarista, el golpe teatral
del Pacto germano - soviético de 1939, la caída de Francia, las resistencias de Moscú en Stalingrado, todo
esto fue inesperado y llegó hasta lo
inesperado de 1989, la caída del Muro de Berlín, el colapso del imperio soviético, la guerra
de Yugoslavia. Hoy estamos en la noche y
la bruma y nadie puede predecir el mañana (...). Por lo tanto, hay que
prepararse para nuestro mundo incierto y esperar lo inesperado” (1999 a; 65).
Morin estudiará
los mitos del pasado, los que se perdieron en el tiempo, los que aún viven
bajo otro ropaje y un mito que nació hace 105 años (cuando los hermanos Lumiére
– 1895 – desarrollan el primer proyector con manivela), mito que lo ha visto desarrollarse desde de su
infancia, mito producto del cine que embriaga, adormece y crea ilusiones, risas, llanto, pánico; una
pantalla que es el universo, siendo las mujeres y los hombres “las estrellas”.
La relación mágica entre el espectador y la estrella - mito a través de la pantalla (grande y chica) los
transforma; el espectador desea ser y el
actor cree que es, – en definitiva todos actuamos y nos engañamos
para disipar las angustias de un mundo excluyente y de seres prescindibles -. Para Morin, en la pantalla,
el rostro se convierte en paisaje y el paisaje en rostro (alma); los paisajes
son estados del alma y los estados del alma paisajes; todo se conjuga para
convertirla en una realidad virtual. (1972). El cine seguirá siendo un espectáculo que exige la presencia
colectiva del público, todos los espectadores se comunican con las mismas
imágenes que se les ofrecen en la pantalla pero las relaciones son individuales.
Edgar Morin con
sus 79 años de edad, se ha consagrado en
los últimos años a la búsqueda de un método apto para reemplazar el reto de la
complejidad que no sólo se impone en el conocimiento
científico, sino también en los
problemas humanos, sociales y políticos.
Recordemos cuando expresaba: “lo que
enseña a aprender, eso es el método” (1981 b; 35). El reto de la complejidad y de la
incertidumbre están presentes, pero, ni
Morin ni nosotros sabemos qué pasará
mañana, porque: “la historia mundial ha reanudado su marcha
traqueteante, corriendo hacia un futuro
desconocido mientras se vuelve hacia un pasado desaparecido”. (1993; 31).
Aunque se diga que mucha gente vive del pasado o que todo pasado fue mejor, es
necesario plantear que: “el pasado , por definición no existe, es tiempo finito, perfecto acabado y como tal
incognoscible, porque no tiene presencia física actual o material. De ahí
deriva la imposibilidad radical de conocer el pasado tal y como realmente fue y la consecuente
incapacidad para alcanzar una verdad absoluta sobre cualquier suceso pretérito”. (Moradiellos,
1994; 7).
II.
MORIN Y SU
PENSAMIETO.
En la obra de Edgar
Morin, comprendida entre las décadas de
los cincuenta y los sesenta, encontramos que
se ha detenido a investigar las
relaciones entre lo real y lo imaginario de nuestro tiempo y su función
en una sociedad de masas, difundida por los medios de comunicación; ejemplo de ello lo tenemos en sus obras: “ Le
Cinéma ou L’Homme imaginaire ” ( 1956 ).“ Les
Stars ” ( 1957 ). “ L’Esprit du temps
essai sur la culture de masse ” (1962). A partir de su desengañado
análisis del stalinismo, se ocupo también de la política intentando comprender
la impotencia del mundo para hacerse mundo y la impotencia del hombre para hacerse
hombre, así como también la conjunción de la crisis de la barbarie mundial y de
la crisis interior del individuo, cuestiones que se ventilan en
obras como: “ Autocritique ” (1959). “Introduction á une politique de
l’homme ”. ( 1965 ). “ La Bréche ”. ( 1968 ).
Si vemos a Morin
exclusivamente como sociólogo, observamos una investigación concreta que a
partir de un proceso multidimensional une la observación fenomenográfica, la entrevista y la
participación en la praxis social del grupo y permite la captación de un sujeto social. En
obras como: “ Introduction á une politique de l’homme ” ( 1965 ). “ Commune en
France, la métamorphose de Plodemet ” ( 1967 ). “ La Rumeur d´Orléans ” ( 1969 ) [1],
Morin explica el fenómeno del rumor desde el estudio de la propagación de una
información antisemita vaga e imprecisa en personas más o menos crédulas.
A
los efectos de este trabajo, en el
presente capítulo se analizará la obra de Morin desde de la década de los setenta hasta la actualidad, haciendo hincapié en sus
planteamientos sobre la complejidad. Como se sabe, en esta segunda etapa Morin inaugura un nuevo
campo de investigación conociendo la
complejidad de los sistemas y lejos de buscar la unidad de las ciencias,
destaca la importancia de la noción de desorden.
2.1.
La complejidad:
Cuando se dice que algo es complejo, se reproduce la imagen de algo complicado en extremo, en un asunto difícil o enmarañado. Pero en otros tiempos a nadie le pasaría por la mente que la complejidad llegaría a las ciencias. En las denominadas “ ciencias duras” cuando definen a la complejidad incluyen la expresión “ al filo del caos” ; la idea básica según Horgan: “ es que nada nuevo puede emerger de sistemas con elevados grados de orden y estabilidad, como, por ejemplo, los cristales ; por otra parte, los sistemas completamente caóticos , o aperiódicos, como, por ejemplo, los fluidos turbulentos o los gases calientes, son denominados informes. Las cosas verdaderamente complejas – las amebas, las acciones bursátiles y otros ejemplos por el estilo - se producen en la frontera entre el orden rígido y el azar” (1998; 252)
Para mí, dice Morin, la idea fundamental de la complejidad no es que la esencia del mundo es compleja y no simple. Es que esa esencia es inconcebible. La complejidad es la dialógica orden/desorden/organización. (1994). La complejidad es la unión entre la unidad y la multiplicidad. (1999 b). La idea misma de complejidad, señala Morin, lleva en si la imposibilidad de unificar, la imposibilidad del logro, una parte de incertidumbre, una parte de indecibilidad y el reconocimiento del encuentro cara a cara , final, con lo indecible. (1994).
Cuando se dice que algo es complejo, se reproduce la imagen de algo complicado en extremo, en un asunto difícil o enmarañado. Pero en otros tiempos a nadie le pasaría por la mente que la complejidad llegaría a las ciencias. En las denominadas “ ciencias duras” cuando definen a la complejidad incluyen la expresión “ al filo del caos” ; la idea básica según Horgan: “ es que nada nuevo puede emerger de sistemas con elevados grados de orden y estabilidad, como, por ejemplo, los cristales ; por otra parte, los sistemas completamente caóticos , o aperiódicos, como, por ejemplo, los fluidos turbulentos o los gases calientes, son denominados informes. Las cosas verdaderamente complejas – las amebas, las acciones bursátiles y otros ejemplos por el estilo - se producen en la frontera entre el orden rígido y el azar” (1998; 252)
Para mí, dice Morin, la idea fundamental de la complejidad no es que la esencia del mundo es compleja y no simple. Es que esa esencia es inconcebible. La complejidad es la dialógica orden/desorden/organización. (1994). La complejidad es la unión entre la unidad y la multiplicidad. (1999 b). La idea misma de complejidad, señala Morin, lleva en si la imposibilidad de unificar, la imposibilidad del logro, una parte de incertidumbre, una parte de indecibilidad y el reconocimiento del encuentro cara a cara , final, con lo indecible. (1994).
Podemos
establecer tres principios básicos de la complejidad:
2.2.1. Lo dialógico:
Nos permite mantener la dualidad en el seno de la unidad, asocia dos términos a la vez complementarios y antagónicos. Se puede afirmar que la dialógica está inmersa en el diálogo constructivo y deconstructivo y que ella es una media hija de la dialéctica. Puesto que hay una complementariedad entre dos realidades que son, al mismo tiempo, antagónicas. Por ejemplo, hay una relación dialógica entre los principios de orden y desorden, y, entre ambos, producen organización y complejidad. Morin al respecto expresa: “En la muy alta complejidad, el orden se vuelve libertad, y el orden es mucho más regulación que restricción. Por lo tanto, he modificado mi punto de vista y, una vez más, lo he modificado complejizándolo”. (1994; 151).
Nos permite mantener la dualidad en el seno de la unidad, asocia dos términos a la vez complementarios y antagónicos. Se puede afirmar que la dialógica está inmersa en el diálogo constructivo y deconstructivo y que ella es una media hija de la dialéctica. Puesto que hay una complementariedad entre dos realidades que son, al mismo tiempo, antagónicas. Por ejemplo, hay una relación dialógica entre los principios de orden y desorden, y, entre ambos, producen organización y complejidad. Morin al respecto expresa: “En la muy alta complejidad, el orden se vuelve libertad, y el orden es mucho más regulación que restricción. Por lo tanto, he modificado mi punto de vista y, una vez más, lo he modificado complejizándolo”. (1994; 151).
2.1.2. Recursividad organizacional:
Sería aquella en la cual los productos y los efectos, al mismo tiempo o simultáneamente, causas y productores de aquel que los produce. Todo lo que es producido regresa sobre aquello que lo ha producido en una especie de ciclo continuo, asimismo auto - constitutivo, auto - organizador y auto - productor. La recursividad sería una especie de bumerán, estableciéndose ciclo: Productor - efectos – causas - productor.
Sería aquella en la cual los productos y los efectos, al mismo tiempo o simultáneamente, causas y productores de aquel que los produce. Todo lo que es producido regresa sobre aquello que lo ha producido en una especie de ciclo continuo, asimismo auto - constitutivo, auto - organizador y auto - productor. La recursividad sería una especie de bumerán, estableciéndose ciclo: Productor - efectos – causas - productor.
2.1.3. Lo hologramático:
No sólo la parte está en el todo sino que el todo está en la parte. Así como la localidad está en lo nacional y lo nacional en la localidad o la globalidad en lo nacional y lo nacional en la globalidad.
No sólo la parte está en el todo sino que el todo está en la parte. Así como la localidad está en lo nacional y lo nacional en la localidad o la globalidad en lo nacional y lo nacional en la globalidad.
La complejidad no sólo impedirá toda teoría unificadora
sino que reconoce la imposibilidad de
eliminar la incertidumbre, lo irracionalizable, la contradicción y el reconocimiento de lo
irreductible. La complejidad no sería la respuesta, ella es un desafío cognoscitivo. En resumen, Morin
expresa que la complejidad es la unión de los procesos de simplificación que
implican selección, jerarquización, separación, reducción, con los otros contra
- procesos que implican la comunicación, la articulación de aquello que está
disociado y distinguido; y es el escapar de la alternativa entre pensamiento
reductor que no ve más que los
elementos, y el pensamiento globalista
que no ve más que el todo. (1983 b).
2.2. La
ciencia:
En la actualidad la mayoría de los estudiosos del tema coinciden en definir a la ciencia como:
En la actualidad la mayoría de los estudiosos del tema coinciden en definir a la ciencia como:
a)
Una forma de conciencia social, como una forma que el hombre
tiene para conocer la realidad.
b)
Como un conjunto sistemático de conocimiento sobre la
realidad observable, obtenidos mediante el método de investigación científica.
Siguiendo a Morin tenemos que conocer es
producir una traducción de las realidades del mundo exterior (1994),
ya que para él, la sabiduría es
reflexiva y el conocimiento científico organizador.
Pero la definición
de ciencia que más nos interesa resaltar es la planteada por F.V.
Konstantinov (1960) cuando expresa que, la ciencia descubre las leyes del mundo
objetivo y nos da, al hacerlo, la
posibilidad de prever los acontecimientos, sirviendo así de instrumento para
la transformación práctica del mundo por
el hombre, de instrumento para someter
las fuerzas de la naturaleza y de la
sociedad a los intereses de éste.
Para Morin no existen tales leyes, el conocimiento no
consiste en absoluto, en limitarse a extraer leyes; dichas leyes son
extremadamente pobres y comportan tantas incertidumbres que su legalidad está
apolillada. (1984).
La ciencia ha tratado hasta el presente de eliminar todo lo que fuera
individual y singular, para buscar leyes generales y las identidades simples y
cerradas, expulsadas incluso al tiempo de su visión del mundo. Las ciencias naturales se han ido parcelando
y han dado lugar a un lamentable atrincheramiento académico. Hasta en una misma disciplina encontramos a
hiper - especialistas. En cuanto a las ciencias humanas, Morin observa que
ellas están también compartimentadas: historia, sociología, economía,
psicología, ciencias de lo imaginario,
mitos y creencias, sólo se comunican en
algunos investigadores marginales. (1999 a). Además agrega que la
complejidad científica es la presencia de lo no científico en lo científico,
que no anula a lo científico sino que, por el contrario, le permite expresarse.
(1994). El desarrollo de la ciencia
sigue este sorprendente principio: jamás encontramos lo que buscamos. Más aún, encontramos lo contrario
de lo que buscamos ( 1994 ), y citando
a Gaston Bachelard : No hay otra ciencia
que la de lo oculto. Como se recordará, Bachelard entendió la ciencia como una
actividad poética para la cual no existe una lógica o un método de
investigación obligados (1978).
La
ciencia Nueva:
La ciencia tanto natural como humana siempre se ha planteado la relación objeto y sujeto y esa relación siempre se ha cubierto con el manto de la objetividad, en donde el dato cuantitativo es indiscutible, tomado como el máximo criterio de autoridad. Una vez obtenidos los resultados, pasados por el crisol de la razón, se busca su validez universal y que sea comprobada por cualquier investigador en cualquier parte del mundo. Estos fundamentos de la ciencia desarrollada desde el siglo XVIII y mantenida hasta ahora le está dando paso a la ciencia nueva planteada por Morin , de ella dirá: Ya sea microfísica, en teoría de la información , en la historia o en la etnografía, se hace evidente que el objeto investigado ha sido construido por el observador , que siempre pasa a través de una descripción cerebral y que ésta, aun no siendo ni con mucho un puro fantasma, conlleva un carácter de ambigüedad que sólo puede ser elucidado por medio de una descripción de la descripción (...) y una inscripción del descriptor. Se trata pues, de establecer el metasistema del sistema científico, en cuyo marco la nueva metafísica permitirá comprender mejor el formidable abismo que se abre entre ciencia y valores ( ética ), entre ciencia y finalidad ( antropológica ) , pero sin que, por descontado , consiga superarlo. (1974 b. 245).
La ciencia tanto natural como humana siempre se ha planteado la relación objeto y sujeto y esa relación siempre se ha cubierto con el manto de la objetividad, en donde el dato cuantitativo es indiscutible, tomado como el máximo criterio de autoridad. Una vez obtenidos los resultados, pasados por el crisol de la razón, se busca su validez universal y que sea comprobada por cualquier investigador en cualquier parte del mundo. Estos fundamentos de la ciencia desarrollada desde el siglo XVIII y mantenida hasta ahora le está dando paso a la ciencia nueva planteada por Morin , de ella dirá: Ya sea microfísica, en teoría de la información , en la historia o en la etnografía, se hace evidente que el objeto investigado ha sido construido por el observador , que siempre pasa a través de una descripción cerebral y que ésta, aun no siendo ni con mucho un puro fantasma, conlleva un carácter de ambigüedad que sólo puede ser elucidado por medio de una descripción de la descripción (...) y una inscripción del descriptor. Se trata pues, de establecer el metasistema del sistema científico, en cuyo marco la nueva metafísica permitirá comprender mejor el formidable abismo que se abre entre ciencia y valores ( ética ), entre ciencia y finalidad ( antropológica ) , pero sin que, por descontado , consiga superarlo. (1974 b. 245).
La ciencia de la modernidad cayó en el determinismo y en la búsqueda de leyes rígidas que explicaban de manera
normativa la realidad tanto natural como
humana, la ciencia era sinónimo de
verdad absoluta. Para Morin, la ciencia nueva, en gestación, es aquella
que trabaja, negocia con el alea, lo
incierto, lo impreciso, lo
indeterminado, lo complejo (1984; 127), es decir, ella formaría parte inherente de la
incertidumbre.
2.4. Las disciplinas o lo disciplinario.
La disciplina la podemos ver como:
La disciplina la podemos ver como:
- Norma de conducta.
- Conjunto de conocimientos.
La modernidad se ha caracterizado por tener el
conocimiento departamentalizado, cada quien en su rama, cada cual en su
parcela. En la presente modernidad tardía, ya no se habla de la independencia o
autonomía de las disciplinas, ya se
habla y ya se trabaja en interdisciplinas, pluridisciplinas y transdisciplinas,
que permitirán crear el intercambio, la cooperación y la pluricompetencia.
2.4.1. Interdisciplina.
Quiere decir entre otras cosas, intercambio y cooperación entre disciplinas; lo cual podría convertirse en algo orgánico.
Quiere decir entre otras cosas, intercambio y cooperación entre disciplinas; lo cual podría convertirse en algo orgánico.
2.4.2. Pluridisciplina.
Constituye una asociación de disciplinas en virtud de un proyecto o de un objeto común.
Constituye una asociación de disciplinas en virtud de un proyecto o de un objeto común.
2.4.3. Transdisciplina.
Se trata con frecuencia de esquemas cognitivos que pueden atravesar las disciplinas, a veces con una virulencia tal que las pone en trance. ( 1999 a ).
Se trata con frecuencia de esquemas cognitivos que pueden atravesar las disciplinas, a veces con una virulencia tal que las pone en trance. ( 1999 a ).
2.5 El método.
Se ha entendido por método el conjunto ordenado de procedimientos que utilizamos, bien para alcanzar un nuevo conocimiento o para demostrar la “verdad” del mismo. El método guiaría y orientaría la investigación científica, es decir, es un procedimiento que se sigue en las ciencias. Etimológicamente, la palabra método significa el caminar: “Aquí hay que aceptar caminar sin camino, hacer el camino al caminar”. (1981 b; 36). Nos recuerda Morin al poeta español Antonio Machado : “ Caminante, no hay camino/ se hace camino al andar / Caminante, son tus huellas / el camino y nada más / Al andar se hace camino / y al volver la vista atrás / Se ve la senda que nunca / se ha de volver a pisar / Caminante, no hay camino / sino estelas en la mar” . Y también a Nietzsche ( en el Anticristo ): “ los métodos vienen al final ”.
Se ha entendido por método el conjunto ordenado de procedimientos que utilizamos, bien para alcanzar un nuevo conocimiento o para demostrar la “verdad” del mismo. El método guiaría y orientaría la investigación científica, es decir, es un procedimiento que se sigue en las ciencias. Etimológicamente, la palabra método significa el caminar: “Aquí hay que aceptar caminar sin camino, hacer el camino al caminar”. (1981 b; 36). Nos recuerda Morin al poeta español Antonio Machado : “ Caminante, no hay camino/ se hace camino al andar / Caminante, son tus huellas / el camino y nada más / Al andar se hace camino / y al volver la vista atrás / Se ve la senda que nunca / se ha de volver a pisar / Caminante, no hay camino / sino estelas en la mar” . Y también a Nietzsche ( en el Anticristo ): “ los métodos vienen al final ”.
2.5.1. El método y el objeto
. Para Morin no existe separación del método respecto a su objeto. El método procede y resulta del objeto y su finalidad sería constituir un paradigma explicativo. Esto resulta interesante en la historia, en donde el hombre es, a la vez, sujeto y objeto.
. Para Morin no existe separación del método respecto a su objeto. El método procede y resulta del objeto y su finalidad sería constituir un paradigma explicativo. Esto resulta interesante en la historia, en donde el hombre es, a la vez, sujeto y objeto.
2.5.2. La revolución mental.
Para que las ciencias, las disciplinas y los métodos entren en la ciencia nueva es indispensable que iniciemos nuestra propia revolución mental; esto quiere decir “dejar de estar sometidos a las órdenes, mitos y creencias que emanan del Gran Ordenador y se conviertan en sujetos del conocimiento: el espíritu individual se permite considerar, reflexionar y pensar los problemas políticos, sociales, religiosos, filosóficos a los que no podía acceder ” ( 1992; 40 ).
Para que las ciencias, las disciplinas y los métodos entren en la ciencia nueva es indispensable que iniciemos nuestra propia revolución mental; esto quiere decir “dejar de estar sometidos a las órdenes, mitos y creencias que emanan del Gran Ordenador y se conviertan en sujetos del conocimiento: el espíritu individual se permite considerar, reflexionar y pensar los problemas políticos, sociales, religiosos, filosóficos a los que no podía acceder ” ( 1992; 40 ).
2.6. La totalidad.
La totalidad sería el conjunto de los elementos que componen un
La totalidad sería el conjunto de los elementos que componen un
todo. En
Kant, es una de las categorías del entendimiento. Síntesis de la unidad y de la pluralidad.
Con respecto a Hegel
se tiene que fue sensible a la
especificidad de cada figura histórica y
su diferencia de las demás , por ejemplo:
“mundo griego”, “ mundo romano ”, “ mundo moderno ” se presentan como
totalidades históricas coherentes en si
mismas . Lo que caracteriza su modo de totalización es el
hecho de que todos los niveles descubiertos por el análisis expresan un sentido idéntico:
el sentido del todo que los integra.
Carlos Marx, cuando hace la objeción según la cual el modo de producción no es
siempre determinante, nos señala (1975) que él vio en qué dificultad, e
incluso en qué callejón sin salida le
ponía esta exigencia de unificar el campo teórico de lo social y de mantener la idea de
totalidad social y el hombre.
Federico Riu , cuando analiza el concepto de reificación en Lukács, expresa que: “ La
importancia de la categoría de reificación
estriba en que con ella es posible
mostrar el mundo capitalista como
una totalidad dialéctica y sólo de este modo llegamos a comprender
sus fenómenos particulares, en lo que tienen de específico , objetivo e
histórico , es decir, como hecho social
”. (1978, 23).
Según expresión de
Marcel Mauss , se trata de significar que la realidad social es como un fenómeno social total; dicho fenómeno es a la vez
religioso, económico, estético, mágico, etc., y que no
puede ser confundido ni explicado
más que tomando en consideración estos
diferentes aspectos. (1971).
El funcionalismo
descansa sobre la definición de
las sociedades como totalidades,
conjuntos formados por la trabazón de sistemas particulares.
En Morin, no encontramos una visión total o
unitaria; plantea la necesidad de
un pensamiento cuestionante,
multidimensional, inevitablemente
fragmentario pero sin abandonar jamás,
por ello, las cuestiones fundamentales y globales (planetario).
Para Morin : “ La
totalidad es la no verdad ” ( 1984 ) – (1994),
sentencia tomada en varias oportunidades de Theodor
Adorno . Pero también nos expresa
que la totalidad es verdad y no verdad: La aspiración a la totalidad es una aspiración a la verdad y que el reconocimiento de la imposibilidad de la totalidad es una verdad muy importante. Por
eso es que la totalidad es, a la vez, la
verdad y la no verdad. (1994).
2.7. La
incertidumbre:
La ciencia siempre estuvo amparada por la certidumbre, es
La ciencia siempre estuvo amparada por la certidumbre, es
decir, estaba segura en
sus parcelas. Sus resultados y sus
leyes gozaban de certeza. Pero se han
presentado ausencias de fundamentos, es
decir, la incertidumbre. “Esta
destrucción de los fundamentos, propia
de nuestro siglo, ha llegado al
conocimiento científico mismo”. (1994).
2.8. El Paradigma:
El término fue usado por primera vez por Platón para caracterizar realidades absolutamente perfectas que servirían de fundamento a las cosas materiales y que el filósofo griego llamaba “Ideas”. Los sociólogos Merton y Parsons utilizaron el término de paradigma de una manera implícita. Pero será Thomas Kuhn (1971) quien lo utilizará a partir de 1967, con su teoría de la revoluciones científicas, ese término se popularizó primero en las ciencias naturales y luego en las ciencias sociales. Para este autor, la elaboración teórica de un paradigma tenía por objetivo principal el de examinar críticamente el cambio de las practicas científicas, a través del rol de las funciones cognitivas y de las influencias sociales e históricas . El paradigma sería entonces, la manera como una comunidad científica o académica ve un área de estudio, identifica problemas apropiados para el estudio y especifica conceptos legítimos y métodos.
El término fue usado por primera vez por Platón para caracterizar realidades absolutamente perfectas que servirían de fundamento a las cosas materiales y que el filósofo griego llamaba “Ideas”. Los sociólogos Merton y Parsons utilizaron el término de paradigma de una manera implícita. Pero será Thomas Kuhn (1971) quien lo utilizará a partir de 1967, con su teoría de la revoluciones científicas, ese término se popularizó primero en las ciencias naturales y luego en las ciencias sociales. Para este autor, la elaboración teórica de un paradigma tenía por objetivo principal el de examinar críticamente el cambio de las practicas científicas, a través del rol de las funciones cognitivas y de las influencias sociales e históricas . El paradigma sería entonces, la manera como una comunidad científica o académica ve un área de estudio, identifica problemas apropiados para el estudio y especifica conceptos legítimos y métodos.
Para Morin, un paradigma es un tipo de relación lógica (inclusión,
conjunción, disyunción, exclusión) entre
un cierto número de nociones o
categorías maestras. Un paradigma privilegia ciertas relaciones lógicas
en detrimento de otras, y es por ello que un paradigma controla la
lógica del discurso. El paradigma es una
manera de controlar la lógica y, a la
vez, la semántica. (1994 ). Un paradigma contiene, para cualquier discurso que
se efectúe bajo su imperio, los conceptos fundamentales o las categorías
rectoras de inteligibilidad al mismo tiempo que el tipo de relaciones lógicas
de atracción, repulsión (conjunción,
disyunción, implicación u otra ) entre estos conceptos o categorías. (1992).
2.9. La ideología:
Este término ( del griego, eidea = idea ; logos = razón ) fue creado por Antoine Destutt de Tracy, en su obra “ Elements d’Idéologie ” – París 1802 - (Barth, 1951); la palabra fue creada como designación de una disciplina filosófica destinada a formar la base de todas las ciencias, así como para referirse a la investigación de las ideas; esta investigación partía de las ideas generales hasta llegar a las sensaciones de las cuales procedían dichas ideas. De él dirá Ludovico Silva: “¿Por cuál malhadado azar histórico se le ocurriría a Detutt de Tracy forjar ese vocablo contrahecho, hiperfilosófico, que no puede producir sino confusión...?” (1975; 19). Napoleón Bonaparte y sus seguidores usaron el término con un sentido peyorativo para referirse a los partidarios de la república; en los países anglosajones se usa el término para indicar aquellas ideas sin ninguna eficacia.
Este término ( del griego, eidea = idea ; logos = razón ) fue creado por Antoine Destutt de Tracy, en su obra “ Elements d’Idéologie ” – París 1802 - (Barth, 1951); la palabra fue creada como designación de una disciplina filosófica destinada a formar la base de todas las ciencias, así como para referirse a la investigación de las ideas; esta investigación partía de las ideas generales hasta llegar a las sensaciones de las cuales procedían dichas ideas. De él dirá Ludovico Silva: “¿Por cuál malhadado azar histórico se le ocurriría a Detutt de Tracy forjar ese vocablo contrahecho, hiperfilosófico, que no puede producir sino confusión...?” (1975; 19). Napoleón Bonaparte y sus seguidores usaron el término con un sentido peyorativo para referirse a los partidarios de la república; en los países anglosajones se usa el término para indicar aquellas ideas sin ninguna eficacia.
Vifredo Pareto y
otros sociólogos intentaron el paradigma
desde un marco amplio, como fenómeno que a base de ideas simplificadas
que interesan al sentimiento , controla
y dirige de hecho la acción del
individuo y del grupo social . Según
Karl Mannheim , en su obra “ Ideología
y Utopía ” ( 1973 ), la palabra ideología puede tener un sentido particular ( que es
psicológico y califica de mentirosas las
afirmaciones del adversario ) y un
sentido total ( que indica que una afirmación está condicionada por una situación social). Así se llega, dice el autor, a someter todos los puntos de vista al análisis ideológico. Distingue la ideología
de la utopía que por su parte
tiende a transformar la realidad histórica existente en otra más de acuerdo con
la concepción utópica.
Se debe a Marx la
primera teoría social de la ideología ;
aunque en honor a la verdad, se puede
diferenciar en él dos teorías de la ideología; la primera ( en “ La Ideología Alemana ” - 1845
- ) tributaria de la creencia en una sociedad futura transparente en si misma,
restringe la ideología al status de
la “ falsa conciencia ” propia de las
sociedades alienadas. La segunda ( en los textos llamados de la madurez: “ El Dieciocho Brumario de Luis Bonaparte ” – 1852 – y “ Crítica de la Economía Política ” - 1859 - ) de orden mucho más general , designa por ideología aquellas formas de la “ conciencia social ” que dan a los agentes sociales la familiaridad con su
mundo y organizan su experiencia vivida.
En este caso, la ideología es un nivel cuantitativo de toda sociedad.
Para Morin, de una manera sencillamente compleja, la palabra ideología tiene un sentido
totalmente neutro: una ideología es un
sistema de ideas. Cuando habla de ideología
no denuncia ni designa las ideas
de otros. El lleva una teoría, una doctrina, una filosofía
a su grado cero, que es el de ser
un sistema de ideas. (1994).
2.10. El
azar:
El azar lo relacionamos con el juego, con un caso fortuito, con la casualidad. El azar nunca estuvo presente en las ciencias, solamente cuando se tomaba al azar una muestra representativa, pero hasta ahí llegaba. Para Morin el azar, siempre indispensable, no está nunca sólo y no lo explica todo. Es necesario que haya un reencuentro entre lo aleatorio y una potencialidad organizadora. (1994 ). Recién ahora empieza apenas a reconocerse el acontecimiento y lo contingente que, paradójicamente, habían sido recuperados desde hacía treinta años por la cosmología, la física, la biología. (1999 a).
El azar lo relacionamos con el juego, con un caso fortuito, con la casualidad. El azar nunca estuvo presente en las ciencias, solamente cuando se tomaba al azar una muestra representativa, pero hasta ahí llegaba. Para Morin el azar, siempre indispensable, no está nunca sólo y no lo explica todo. Es necesario que haya un reencuentro entre lo aleatorio y una potencialidad organizadora. (1994 ). Recién ahora empieza apenas a reconocerse el acontecimiento y lo contingente que, paradójicamente, habían sido recuperados desde hacía treinta años por la cosmología, la física, la biología. (1999 a).
2.11. El evento.
Aunque usted no lo crea en Venezuela y en la mayoría de los países latinoamericanos ( para no decir todos) utilizamos el evento para invitar a los asuntos propios de lo académico; así que se considera a un congreso, seminario, coloquio, simposio como un evento. Ni siquiera revisan el DRAE ( 1992 ) que señala: Eventualidad, hecho imprevisto, o que puede acaecer. Aunque en honor a la verdad, en dichos actos uno nunca sabe lo que va a pasar. Morin utilizará la noción de evento, para designar lo que es improbable, accidental, aleatorio, singular, concreto, histórico. Dicho de otro modo, esta noción aparentemente simple, elemental, remite a otras nociones, las contiene en una noción compleja. (1984).
Aunque usted no lo crea en Venezuela y en la mayoría de los países latinoamericanos ( para no decir todos) utilizamos el evento para invitar a los asuntos propios de lo académico; así que se considera a un congreso, seminario, coloquio, simposio como un evento. Ni siquiera revisan el DRAE ( 1992 ) que señala: Eventualidad, hecho imprevisto, o que puede acaecer. Aunque en honor a la verdad, en dichos actos uno nunca sabe lo que va a pasar. Morin utilizará la noción de evento, para designar lo que es improbable, accidental, aleatorio, singular, concreto, histórico. Dicho de otro modo, esta noción aparentemente simple, elemental, remite a otras nociones, las contiene en una noción compleja. (1984).
El evento ha sido expulsado de las ciencias físico -
químicas, así como también de la sociología y la historia, que tienden a
ordenarse alrededor de leyes, modelos, estructuras, sistemas. El evento fue
expulsado de dichas ciencias en la
medida en que se ha identificado con la
singularidad, la contingencia, el
accidente, la irreductibilidad, lo
vivido. Para Morin, reconocer el evento no es solamente reconocer el
alea (la aventura) en la historia ( del
mundo, de la vida del hombre ); es permitir el estudio de las propiedades de los sistemas (
bióticos, humanos, sociales ), entre
ellas la aptitud para evolucionar. (1984).
III.
Morin y la
Historia Compleja:
Durante muchos años la
historia luchó por un lugar entre las ciencias; todavía algunos discuten si es
ciencia o es arte (literatura). En su afán por ser ciencia, en el sentido
moderno del término (positivista o marxista),
abrazó todos los pasos y técnicas del procedimiento científico,
incluso proponiendo leyes generales, su
apego a la objetividad y su fe ciega en el progreso. Pero en la historia
encontramos tres dimensiones que es
necesario recordarlas: historia como ciencia, la historia como producto de los
historiadores (historiografía) y la historia como hecho.
Cuando se habla de historia
inmediatamente nos remitimos al pasado, olvidando que el presente también es
historia; ya que el hombre (historiador)
es objeto y sujeto de su propia ciencia. Uno de los conceptos de historia que
he utilizado en los últimos años, dice: “Historia es la memoria colectiva de los pueblos ”,
pero una vez leída parte de la inmensa obra de Morin, le agregaría “
memoria / patrimonio hereditario” (1995
b) En tal sentido el concepto quedaría así; “Historia es la memoria colectiva,
como patrimonio hereditario, de los pueblos”.
Pero esa memoria histórica sería a través de la cultura.
También, nos hemos enfrascado en buscarle otro sentido a la historia, en el
marco del fin de la modernidad o en la
modernidad tardía o hipermodernidad o simplemente postmodernidad; en definitiva
en lo que se ha llamado el fin de
historia, pero, como ya se sabe,
lo que ha llegado a su fin es la concepción moderna de la historia como ciencia.
Esa búsqueda personal cubierta de incertidumbre (s) nos ha
llevado a profundizar y tratar de poner
al día a la historia regional y local (la
cual la he trabajado en los últimos siete años ) partiendo de lo cotidiano y
particular, llamándola tentativamente “ neo – micro historia ” no atada a las
leyes inexorables , ni a la idea de
progreso, ni al apego a la objetividad, ni a un método único, de la historia
con “H” mayúscula. En definitiva inscribirse
en la ciencia nueva de la historia,
convirtiéndose Edgar Morin en uno
de los autores de consulta obligatoria.
Como ya se dijo, la historia en la modernidad luchó por su puesto en las ciencias,
esto la llevó a seguir los pasos de la
investigación científica de las ciencias
naturales. En los actuales momentos cuando la ciencia entra en crisis a la
primera que le adelantan su fin es a la
historia, pero no ahora con Francis Fukuyama sino desde el mismo Hegel.
Morin, no ve el
fin de la historia, sino que analiza el desgaste de las premisas que
sustentaron a la historia como ciencia, introduciendo elementos ya existentes
tales como: la incertidumbre, el azar, el caos, el evento.
3.1.
¿ Qué es la
historia ?
La conexión entre
los conceptos de historia y ciencia
es un fenómeno bastante reciente. Sólo
con la Ilustración, durante el siglo XVIII, comenzó el proceso que
llevó a la unión de ambos y dio origen a un vocablo compuesto,
el de “Ciencias Históricas”, para
denotar un nuevo tipo de historia muy diferente a la practicada desde la Antigüedad. La historia,
desde principios del siglo XIX, con la labor
de la escuela histórica alemana, quedó
constituida como una de las ciencias
humanas (Moradiellos, 1994; 1- 6).
Quizás el peligro más grave, en la utilización
del termino historia sea el de
su doble contenido: historia designa a la vez el conocimiento de una
materia y la materia de este
conocimiento. (Vilar, 1982; 17). El concepto
de historia más generalizado y
elemental es aquel que dice: Historia es la ciencia que se encarga del estudio de los hechos
pasados.
Para Morin, la
historia es una enmarañada sucesión de variaciones y manifestaciones
semialeatorias de las virtualidades del
sapiens. Asimismo , la “estructura social ” no se opone a las ideas de historia, siempre a
condición de que se establezca el
papel de la aleatoriedad en la
estructura ( la auto - organización, la complejidad ) y el de la estructura en
el azar
( devenir ). (1974 b).
Por tal motivo,
la historia esta sujeta a los
accidentes, perturbaciones y, a veces, terribles destrucciones en masa
de poblaciones o civilizaciones. (1992 a). La historia estaría conformada de
ruidos y una sucesión ininterrumpida de crisis y caos.
3.2. El conocimiento histórico:
El conocimiento de la historia, tiene por objetivos servirnos no sólo para reconocer las características al mismo tiempo determinadas y aleatorias del destino humano, sino para abrirnos hacia la incertidumbre del futuro. (1999 a). El desarrollo histórico de la sociedad está íntimamente relacionado con el desarrollo la individualidad (1974 b). Será el producto de antagonismos, de contradicciones.
El conocimiento de la historia, tiene por objetivos servirnos no sólo para reconocer las características al mismo tiempo determinadas y aleatorias del destino humano, sino para abrirnos hacia la incertidumbre del futuro. (1999 a). El desarrollo histórico de la sociedad está íntimamente relacionado con el desarrollo la individualidad (1974 b). Será el producto de antagonismos, de contradicciones.
3.3. La historia humana.
La humanidad ha tenido varios comienzos. La humanidad no ha nacido una sola vez, ha nacido muchas veces y Morin es de los que esperan un nuevo nacimiento. (1974; b). En el primer momento de la historia humana, ésta no fue del orden sino del desorden. La historia fue concebida como una sucesión de guerras, atentados, asesinatos, complots, batallas, marcadas por el ruido y la furia, por la corneta y el tambor por el ataque y la retirada, por el motor y la bomba, por el silbido y la explosión, cuando la muerte es la rutina y no se le teme porque se vive con ella.
La humanidad ha tenido varios comienzos. La humanidad no ha nacido una sola vez, ha nacido muchas veces y Morin es de los que esperan un nuevo nacimiento. (1974; b). En el primer momento de la historia humana, ésta no fue del orden sino del desorden. La historia fue concebida como una sucesión de guerras, atentados, asesinatos, complots, batallas, marcadas por el ruido y la furia, por la corneta y el tambor por el ataque y la retirada, por el motor y la bomba, por el silbido y la explosión, cuando la muerte es la rutina y no se le teme porque se vive con ella.
A partir del siglo XIX, cuando se descubren determinismos infraestructurales, cuando
se buscan las leyes de la historia, cuando los
eventos se vuelven
epifesionales y, muy curiosamente, las ciencias antroposociales cuyo
objeto es sin embargo extremadamente
aleatorios, se esfuerzan por reducir el
alea y el desorden , estableciendo, o creyendo establecer determinismos económicos, demográficos, sociológicos. (1984).
Es imposible
tanto en el dominio del conocimiento del
mundo natural como en el del conocimiento del mundo histórico o social, reducir nuestra visión, sea al orden, sea al
desorden. Morin ( 1984 ) , tomando la concepción del idiota de shakesperiano (
la vida es un cuento contado por un
idiota lleno de ruido y de furia que no tiene significado ), expresa que, por
el contrario, la visión de una historia
inteligente, es decir, de una historia
que obedece a leyes racionales, sí que
resulta idiota . Partiendo de la concepción morana o moriana de la historia, la
tenemos que concebir como vagabundeos ,
desviaciones, despilfarros, pérdidas, aniquilaciones, y no solamente riquezas,
y no solamente vida, sino también saber, saber hacer, talentos, sabiduría. (1984).
La historia
humana está conformada de ruido y furor
que constituyen los factores evenenciales sin los que no puede existir ésta, es decir, modificación y evolución de los
sistemas aparición de formas nuevas, enriquecimiento de la información (cultura).
3.3.1. La
cultura.
Uno de los conceptos más amplio y conocido de cultura es aquel que dice: “cultura es todo lo que hace el hombre ”. Pero también puede tener los siguientes sentidos:
Uno de los conceptos más amplio y conocido de cultura es aquel que dice: “cultura es todo lo que hace el hombre ”. Pero también puede tener los siguientes sentidos:
- Como sinónimo de cortesía o buenos modales.
- Como la acción y efecto de
cultivar los conocimientos y de afirmar, por el ejercicio, las facultades
intelectuales.
- Como producto de la
actividad del hombre, esto es, como el conjunto orgánico de las creaciones
realizadas por el espíritu humano en todo el curso de su desarrollo histórico.
- Como creación de valores.
- Como todo lo creado y
transformado más el acto mismo de esa
transformación.
Para Morin, la
palabra cultura es un verdadero camaleón conceptual, puede significar todo lo
que no siendo naturalmente innato debe ser aprendido y adquirido; puede significar los usos, valores, creencias
de una etnia o de una nación; puede significar
todo lo que aportan las humanidades, la
literatura, el arte, la filosofía. (1999 b ). El hombre es un ser plenamente
biológico, pero si no dispone plenamente de la cultura sería un primate del más
bajo rango. En definitiva, para Morin,
la cultura acumula en sí lo que se conserva, transmite, aprende; ella comporta
normas y principios de adquisición. (1999
b).
3.3.1.1. Historia de la cultura.
La historia de la cultura se ha asentado en la barbarie más atroz. Escándalo sistemático que no menos sistemáticamente olvidan los empalagosos admiradores de las grandes civilizaciones (1974 b) y del culto al héroe . Esta barbarie la encontramos desde la historia planetaria hasta la historia de una pequeña localidad. Porque dicha historia ha demostrado que : “ la cultura del señor existe a costa de la incultura del esclavo ” ( 1974 a ) y podemos agregar que la cultura del patrón existe a costa de la incultura del obrero; la cultura de la clase dominante existe a costa de la incultura del pueblo; en conclusión, es cuestión de minorías: ¡ saber es poder !.
La historia de la cultura se ha asentado en la barbarie más atroz. Escándalo sistemático que no menos sistemáticamente olvidan los empalagosos admiradores de las grandes civilizaciones (1974 b) y del culto al héroe . Esta barbarie la encontramos desde la historia planetaria hasta la historia de una pequeña localidad. Porque dicha historia ha demostrado que : “ la cultura del señor existe a costa de la incultura del esclavo ” ( 1974 a ) y podemos agregar que la cultura del patrón existe a costa de la incultura del obrero; la cultura de la clase dominante existe a costa de la incultura del pueblo; en conclusión, es cuestión de minorías: ¡ saber es poder !.
3.4. La historia vieja ( de la Modernidad ).
Con anterioridad se ha hablado de ésta cuando se trató de la historia compleja y en ¿ qué es la historia ? . De esa ciencia histórica conocida hasta hoy analizaremos: las leyes históricas, la idea o el mito del progreso y el fin de la historia.
Con anterioridad se ha hablado de ésta cuando se trató de la historia compleja y en ¿ qué es la historia ? . De esa ciencia histórica conocida hasta hoy analizaremos: las leyes históricas, la idea o el mito del progreso y el fin de la historia.
3.4.1. Las leyes históricas.
Desde el siglo XIX, los historiadores habían emprendido el estudio de las leyes históricas de acuerdo con el espíritu del positivismo, según el cual la comprobación de hechos era solamente la primera etapa de un proceso cuya segunda etapa era el descubrimiento de leyes generales. (Collingwood, 1990). Pero, no solamente los positivistas se empeñaron en buscarle leyes a la historia, también lo hicieron los marxistas, ellos establecieron que el curso de la historia está dominado por leyes generales internas. ( Fleischer, 1969 ).
Desde el siglo XIX, los historiadores habían emprendido el estudio de las leyes históricas de acuerdo con el espíritu del positivismo, según el cual la comprobación de hechos era solamente la primera etapa de un proceso cuya segunda etapa era el descubrimiento de leyes generales. (Collingwood, 1990). Pero, no solamente los positivistas se empeñaron en buscarle leyes a la historia, también lo hicieron los marxistas, ellos establecieron que el curso de la historia está dominado por leyes generales internas. ( Fleischer, 1969 ).
Para Morin, no existen
tales leyes históricas, sino una
dialógica caótica, aleatoria e incierta entre determinaciones y fuerzas
desordenadas, y un juego a menudo rotativo entre lo económico, lo sociológico,
lo técnico, lo mitológico, lo
imaginario. (1999 a).
Reiterando, no
hay leyes histórica; por el contrario, todos los esfuerzos por congelar la historia
humana, eliminar sus acontecimientos y
accidentes, hacer que soporte el yugo de
un determinismo económico – social y/o
hacer que obedezca a un ascenso teledirigido han fracasado. (1999 a).
Toda pretensión
de promulgar leyes de la sociedad o de la historia ha sido y sigue siendo la máscara
“ científica” del mito doctrinario. Toda pretensión de monopolizar la ciencia
social mediante la pseudo posesión de
las pseudo-leyes de la historia no sólo es
ipso facto acientífica, sino anticientífico.
Pues toda pretensión de monopolizar
la cientificidad, mediante el
determinismo o cualquier otro principio se convierte en anticientífica. (1984).
3.4.2. El
progreso:
El gran mito de los científicos era creer que con el progreso (orgullo de las ciencias y las artes) también se perfeccionarían la moral y las costumbres. Ese progreso sería indetenible y sin tropiezos, los biólogos (a partir de Charles Darwin-1809 - 1882) y los historiadores ( en nuestro caso ) le enseñaban al mundo que había una progresión de las cosas organizadas. (1994). Ya no existe el progreso prometido, no es una adquisición para siempre
El gran mito de los científicos era creer que con el progreso (orgullo de las ciencias y las artes) también se perfeccionarían la moral y las costumbres. Ese progreso sería indetenible y sin tropiezos, los biólogos (a partir de Charles Darwin-1809 - 1882) y los historiadores ( en nuestro caso ) le enseñaban al mundo que había una progresión de las cosas organizadas. (1994). Ya no existe el progreso prometido, no es una adquisición para siempre
Morin expresa que nuestro futuro no está teledirigido por
el progreso histórico. Las fallas de la
predicción futurológica, los
innumerables fracasos de la predicción económica ( a pesar de y a causa de su sofisticación matemática ), el hundimiento del progreso
garantizado, la crisis del futuro, la crisis presente, introdujeron en todos
los dominios la lombriz de la incertidumbre. (1999 a). Cuando se
habla del abandono del “progreso garantizado”, no es el abandono del
progreso en sí, sino el reconocimiento de su carácter incierto y frágil , inmerso en la complejidad
del mundo histórico - social.
3.4.3. El fin de la historia.
Cuando en la historia o cualquier ciencia se establecen objetivos definidos o metas, al acercarse a éstos inmediatamente pensamos en su fin. Hemos vivido habitados, según Morin, por la idea de que íbamos a culminar la historia, que nuestra ciencia había adquirido lo esencial de sus principios y sus resultados, que nuestra razón estaba finalmente a punto. (1994).
Cuando en la historia o cualquier ciencia se establecen objetivos definidos o metas, al acercarse a éstos inmediatamente pensamos en su fin. Hemos vivido habitados, según Morin, por la idea de que íbamos a culminar la historia, que nuestra ciencia había adquirido lo esencial de sus principios y sus resultados, que nuestra razón estaba finalmente a punto. (1994).
La crisis de los
actuales momentos solamente nos está demostrando que estamos llegando a la culminación o final
de un cierto tiempo y como lo ha demostrado el desarrollo histórico de la
humanidad estaremos al comienzo de tiempos nuevos. La realidad nos ha
demostrado que al progreso alcanzado hasta ahora hay que ponerle límites, porque si el hombre sigue su marcha sin control vamos a la autodestrucción.
3.5. La historia nueva:
La historia nueva formará parte de la ciencia de la complejidad humana, ya que se ha convertido en una ciencia poliscópica y tiende a convertirse también en una ciencia multidimensional, como lo que es ya la geografía que va de la geología a los fenómenos económica y social.
La historia nueva formará parte de la ciencia de la complejidad humana, ya que se ha convertido en una ciencia poliscópica y tiende a convertirse también en una ciencia multidimensional, como lo que es ya la geografía que va de la geología a los fenómenos económica y social.
Morin dice al respecto: la historia tiende a convertirse
en una ciencia multidimensional, que integra en su seno las dimensiones
económicas, antropológica (el conjunto de
las costumbres, hábitos, ritos sobre la vida y la muerte) y vuelve a
integrar el acontecimiento. (1999 a).
La historia nueva no obedece a procesos deterministas, no está sometida a una lógica
técnico - económica ineluctable y no establecerá leyes generales. Ya que la
naturaleza humana no se opone a la historia del hombre y viceversa. Siguiendo a
Morin: puesto que los hombres son tan diferentes en el espacio y en el tiempo y
se transforman según las sociedades
en las que se hallan inmersos, debe admitirse que
la naturaleza humana no es más que
una materia prima maleable a la que sólo
pueden dar forma la cultura o la historia. (1974 a).
3.5.1. La
edad de hierro planetaria y la
pre-historia del espíritu humano.
En el desarrollo de la historia del hombre se han sucedido “ sacrificios animales y sacrificios humanos han derramado torrentes de sangre para salvar a los humanos de la carestía, la sequía, las inundaciones, la derrota, la incertidumbre, la infelicidad, la muerte y, lejos de haber decaído, la magia del sacrificio se han perpetuado en formas patriotas, políticas o ideológicas ”. (1988; 180). En el umbral del siglo XXI hemos visto reaparecer en la Europa Occidental desarrollada, prácticas políticas ( neonazis ) de las décadas de los años 30 y 40, inclusive de racismo y de guerras étnicas y/o religiosas (en la Europa excomunista) o aquellos que llegan a creer que son la re-encarnación de un héroe - mito de siglos anteriores.
En el desarrollo de la historia del hombre se han sucedido “ sacrificios animales y sacrificios humanos han derramado torrentes de sangre para salvar a los humanos de la carestía, la sequía, las inundaciones, la derrota, la incertidumbre, la infelicidad, la muerte y, lejos de haber decaído, la magia del sacrificio se han perpetuado en formas patriotas, políticas o ideológicas ”. (1988; 180). En el umbral del siglo XXI hemos visto reaparecer en la Europa Occidental desarrollada, prácticas políticas ( neonazis ) de las décadas de los años 30 y 40, inclusive de racismo y de guerras étnicas y/o religiosas (en la Europa excomunista) o aquellos que llegan a creer que son la re-encarnación de un héroe - mito de siglos anteriores.
Morin señala que
hemos entrado en la era planetaria en la
cual todas las culturas, todas las civilizaciones están en interconexiones
permanente. Indica al mismo tiempo, que, a pesar de las interconexiones estamos en una barbarie total
en las relaciones entre razas, entre cultura, entre etnias, entre potencias, entre naciones,
entre superpotencias. Estamos en la edad
de hierro planetaria y nadie sabe si
saldremos de ella. La coincidencia entre
la idea de edad de hierro planetaria y la idea de que estamos en la pre-historia del espíritu humano, en la era
bárbara de las ideas, no es fortuita. ( 1994 ). Su idea de que estamos en la pre-historia del espíritu humano es una
idea muy optimista , nos permite abrir
el porvenir siempre a condición de que
la humanidad disponga de un futuro.( 1994 ).
En adelante, la humanidad y el planeta pueden revelarse en su unidad, no
sólo física y biosfera, sino también
histórica: la de la era planetaria. (1993).
3.6
. La incertidumbre histórica.
La incertidumbre histórica está vinculada con el carácter intrínsecamente caótico de la historia humana. Formidables regresiones de las civilizaciones y de las economías sucedieron a progresos temporarios. La historia está y estará sometida a los accidentes, perturbaciones y, a veces, a terribles destrucciones masivas de poblaciones y civilizaciones. Existirán acontecimientos o accidentes que pueden desviar o hacer que las naciones o la humanidad tomen rumbos no pensados. El curso que toma la historia de la era planetaria se evadió de la órbita del tiempo reiterativo de las civilizaciones tradicionales para entrar, no en la vía segura del progreso sino en una incertidumbre insondable. ( 1999 a ).
La incertidumbre histórica está vinculada con el carácter intrínsecamente caótico de la historia humana. Formidables regresiones de las civilizaciones y de las economías sucedieron a progresos temporarios. La historia está y estará sometida a los accidentes, perturbaciones y, a veces, a terribles destrucciones masivas de poblaciones y civilizaciones. Existirán acontecimientos o accidentes que pueden desviar o hacer que las naciones o la humanidad tomen rumbos no pensados. El curso que toma la historia de la era planetaria se evadió de la órbita del tiempo reiterativo de las civilizaciones tradicionales para entrar, no en la vía segura del progreso sino en una incertidumbre insondable. ( 1999 a ).
3.
7. La historia y el evento:
Hasta ahora, el evento había sido expulsado de la historia ya que se obedecía a lógicas sistemáticas o estructurales.
Hasta ahora, el evento había sido expulsado de la historia ya que se obedecía a lógicas sistemáticas o estructurales.
Con
el hombre (de acuerdo a Morin ), la evolución va a transformarse en historia.
Esto significa no sólo que la evolución
va a dejar de ser física para hacerse psico
- sociocultural, sino que los
eventos van a multiplicarse y que su función va a intervenir de manera nueva en el seno de los
sistemas. (1984). La historia ha sido
y será
“una cascada de secuencias
evenenciales ”.
3.7.1. La historia, las sociedades:
La vida y la muerte de las etnias, naciones, imperios, según Morin, escapan de la ley estadística. De ahí el papel crucial del evento en la historia: mientras que la supervivencia de una especie no depende de uno o varios combates dudosos, la suerte de una sociedad puede depender de algunos eventos felices o desgraciados, particularmente de las guerras, cuyo desarrollo y desenlace siempre dependen, salvo en el caso de una desigualdad aplastante en la relación de fuerzas, de algo aleatorio. (1984).
La vida y la muerte de las etnias, naciones, imperios, según Morin, escapan de la ley estadística. De ahí el papel crucial del evento en la historia: mientras que la supervivencia de una especie no depende de uno o varios combates dudosos, la suerte de una sociedad puede depender de algunos eventos felices o desgraciados, particularmente de las guerras, cuyo desarrollo y desenlace siempre dependen, salvo en el caso de una desigualdad aplastante en la relación de fuerzas, de algo aleatorio. (1984).
3.7.2. Integración de los eventos:
La naturaleza de los sistemas sociales son aptos para incorporar en el seno de su capital generativo o informativo (la cultura en el sentido antropológico del término) elementos adquiridos en el curso de la experiencia fenoménica y de su memoria histórica como patrimonio hereditario. Esto quiere decir que, los eventos de todos los órdenes, desde la invención técnica, el descubrimiento científico, el encuentro de dos civilizaciones, hasta la decisión de un tirano o de un demócrata con abrumadora mayoría y de alto índice de popularidad, pueden desempeñar un papel modificador en el seno del propio sistema social, hacia una evolución o involución.
La naturaleza de los sistemas sociales son aptos para incorporar en el seno de su capital generativo o informativo (la cultura en el sentido antropológico del término) elementos adquiridos en el curso de la experiencia fenoménica y de su memoria histórica como patrimonio hereditario. Esto quiere decir que, los eventos de todos los órdenes, desde la invención técnica, el descubrimiento científico, el encuentro de dos civilizaciones, hasta la decisión de un tirano o de un demócrata con abrumadora mayoría y de alto índice de popularidad, pueden desempeñar un papel modificador en el seno del propio sistema social, hacia una evolución o involución.
3.7.3. La historia auto – heterogenerada.
Desde el momento en que la historia se impone como una dimensión constitutiva permanente de la humanidad, se impone al mismo tiempo como ciencia cardinal.
Desde el momento en que la historia se impone como una dimensión constitutiva permanente de la humanidad, se impone al mismo tiempo como ciencia cardinal.
Para Morín, es la ciencia más apta
para captar la dialéctica del sistema y
del evento. En sus primeros tiempos, la historia fue ante todo una descripción de las cascadas
evenenciales e intentó interpretarlo todo en función del evento.
Posteriormente, en el seno del siglo
pasado, y sobre todo en la actualidad, la historia “ evenencial ” fue rechazada
y refutada progresivamente en provecho de una
evolución sistemática que se esfuerza por determinar las dimensiones autogeneradoras en
el seno de las sociedades. Advierte el autor, que si se lleva al extremo,
semejante tendencia corre el riesgo de autodestruirse la propia historia al
destruir el evento. (1984). Si el evento
ya no es más que un elemento necesario
en el seno de un proceso autogenerado, la historia cae en el hegelianismo ,
es decir, en la reducción de lo histórico
a lo lógico, mientras que lo lógico se dibuja, se esboza, se fragmenta, muere,
renace en lo histórico. Para la historia
comprensiva, el ruido y el furor desempeñan un papel organizacional, no porque el ruido sea la más cara de una información oculta, sino porque contribuye a
constituir y modificar el desarrollo histórico.
Para Morin (1984), el gran problema
antropológico – histórico, consiste en concebir la historia como una combinación entre procesos
autogenerativos y procesos
heterogenerativos (a cuya evolución contribuyen el ruido, el evento, el
accidente, de manera decisiva).
Finalmente el autor plantea que la existencia de un proceso
autogenerativo es suponer que los
sistemas sociales se desarrollan por sí mismos, no sólo según mecanismos de “ crecimiento ”,
sino también antagónicos internos o contradictorios; que van
a desempeñar un papel motor en el
desarrollo, provocando “ catástrofes ” más
o menos controladas ( conflictos sociales, lucha de clases, crisis ) ,
es decir, los sistemas sociales, al menos los sistemas sociales complejos,
serían generadores de eventos . Estos procesos autogenerativos estarían a medio
camino entre el desarrollo embriogenético (donde las catástrofes son provocadas
y controladas - programadas - ) y los
desarrollos accidentales abandonados a los encuentros entre sistemas y eventos
– mutaciones -. (1984).
3.7.4. La reacción
anti – evenencial.
La gran mayoría de los historiadores, sociólogos e investigadores de las ciencias humanas, todavía fieles a la ciencia tradicional – de la Modernidad – se niegan aún a aceptar el evento, lo aleatorio y la incertidumbre. En tal sentido Morin expresa: la etnología y la sociología rechazan, cada una por su lado al evento, y la historia se esfuerza por exorcizar el evento. Todavía asistimos hoy a los efectos de una tentativa profunda y múltiple de rechazar el evento fuera de las ciencias humanas con el fin de ganar la patente de cientificidad. Ahora bien, la verdadera ciencia moderna sólo podrá comenzar con el reconocimiento del evento. ( 1984 ).
La gran mayoría de los historiadores, sociólogos e investigadores de las ciencias humanas, todavía fieles a la ciencia tradicional – de la Modernidad – se niegan aún a aceptar el evento, lo aleatorio y la incertidumbre. En tal sentido Morin expresa: la etnología y la sociología rechazan, cada una por su lado al evento, y la historia se esfuerza por exorcizar el evento. Todavía asistimos hoy a los efectos de una tentativa profunda y múltiple de rechazar el evento fuera de las ciencias humanas con el fin de ganar la patente de cientificidad. Ahora bien, la verdadera ciencia moderna sólo podrá comenzar con el reconocimiento del evento. ( 1984 ).
3.8. Los Annales.
En virtud de que Morín menciona en varias oportunidades, en su obra, a la Revista de los Annales , a sus fundadores y a sus discípulos , creemos conveniente presentar a continuación una síntesis de dicha Revista.
En virtud de que Morín menciona en varias oportunidades, en su obra, a la Revista de los Annales , a sus fundadores y a sus discípulos , creemos conveniente presentar a continuación una síntesis de dicha Revista.
Los fundamentos de los Annales fueron sentados por
Lucien Febvre y Marc Bloch mucho antes de la fundación de la Revista. El libro sobre
el “ Franco Condado bajo Felipe II ” de
Febvre ( 1912 ) y el de Bloch sobre las
artes curativas mágicas de los reyes
ingleses y franceses en el Medievo (1924
), se publicaron mucho antes de la fundación de la Revista en el año de 1929. La
finalidad de los Annales era ofrecer un foro a las diversas corrientes y a los nuevos enfoques en la historia. En
sus orígenes aceptó el nombre de “Anales de la historia económica y social”;
en 1946, pasó a destacar aún más su carácter interdisciplinar, pasando a llamarse:
“Anales. Economías. Sociedades. Civilizaciones” y en 1994 pasan a llamarse
“Anales. Historia – Ciencia Social” con el objetivo de restablecer el vínculo
con la política y con las ciencias sociales analíticas.
En las obras de Bloch, Febvre,
Braudel, Duby, Le Goff, Le Roy, Ledurie, Mandrou, Vovelle, Furet, Goubert y
otros; se logra unir la cientificidad rigurosa con la buena literatura y
ganarse la aceptación de un amplio público. En sus obras, el concepto de
ciencia y la práctica propia del historiador es complejo. Por un lado comparten
las ideas de las corrientes socio - históricas acerca de las posibilidades
del método y del conocimiento
científico, por otro relativizan dichas ideas.
Los historiadores de los Annales, modifican el concepto de
tiempo, que ya no es considerado como un
movimiento unidimensional del pasado al
futuro, no existe ya un solo tiempo,
sino tiempos muy diversos, por ejemplo, en las
obras de Le Goff ( “ El tiempo de la iglesia y el tiempo del comerciante en la Edad Media
” ) y Braudel ( “ El Mediterráneo y el mundo mediterráneo en la época de Felipe
II ”) encontramos un tiempo estacionario
( como espacio geográfico ), el tiempo lento de las estructuras sociales y
económicas y el tiempo rápido de los
acontecimientos políticos (
eventos ). Junto con el concepto del
tiempo se pierde también la confianza en
el Progreso y, con ella, la fe en
la primacía de la moderna cultura
occidental en la historia. Es necesario
acotar que, Edgar Morin también modifica
el concepto de tiempo cuando lo divide en dos: tiempo social y tiempo planetario.
En los Annales encontramos una invitación a buscar nuevos métodos y enfoques de investigación, además es característico el
hecho de que la praxis prevalece claramente sobre la teoría; pero la praxis
incluye importantes presupuestos
teóricos. Anular los límites entre las disciplinas parciales para integrarlas
en las ciencias del hombre. Sus concepciones
de ciencia son más complejas que las de
otras tendencias sociocientíficas de la
historia. El enfoque
antropológico, que desde el principio formaba parte del pensamiento de
los Annales, ha logrado que se cuestionara la pretensión de exclusividad
de las ideas occidentales acerca de la ciencia. (Iggers, 1998).
3.8.1. No al encierro disciplinario.
Para Morin (1999 a), algunas concepciones científicas mantienen su vitalidad porque se niegan al en cierro disciplinario. Esto sucedió con la historia de la escuela de los Annales (aunque sus fundadores y sus discípulos no aceptan ser conocidos como escuela ) que ahora tiene honores después de haber ocupado un sitio marginal en la universidad francesa . La historia de los Annales se constituyó en y por el hecho de salir del encierro; produjo una modificación profunda de la perspectiva económica y sociológica en la historia; luego, una segunda generación de historiadores integró profundamente una perspectiva antropológica, como se puede observar en los trabajos de Duby y Le Goff sobre la Edad Media. La historia, fecundada de este modo, no puede ser más considerada como una disciplina strictu sensu, es una ciencia histórica multifocalizada, pluridimensional, en la que las dimensiones de otras ciencias humanas están presentes y en la que la perspectiva global, lejos de haber sido expulsada por la multiplicidad de perspectivas particularidades, es requerida por éstas.
Para Morin (1999 a), algunas concepciones científicas mantienen su vitalidad porque se niegan al en cierro disciplinario. Esto sucedió con la historia de la escuela de los Annales (aunque sus fundadores y sus discípulos no aceptan ser conocidos como escuela ) que ahora tiene honores después de haber ocupado un sitio marginal en la universidad francesa . La historia de los Annales se constituyó en y por el hecho de salir del encierro; produjo una modificación profunda de la perspectiva económica y sociológica en la historia; luego, una segunda generación de historiadores integró profundamente una perspectiva antropológica, como se puede observar en los trabajos de Duby y Le Goff sobre la Edad Media. La historia, fecundada de este modo, no puede ser más considerada como una disciplina strictu sensu, es una ciencia histórica multifocalizada, pluridimensional, en la que las dimensiones de otras ciencias humanas están presentes y en la que la perspectiva global, lejos de haber sido expulsada por la multiplicidad de perspectivas particularidades, es requerida por éstas.
3.8.2. La historia, el azar y el evento.
Morin señala que la historia, aunque por un tiempo estuvo vaciada de la noción de acontecimiento, de azar y de “grandes hombres”, se enriqueció profundamente. Así sucedió, por ejemplo en Francia con la tendencia de la escuela de los Annales cuya virtud no fue , como ella lo creyó, deshacerse del acontecimiento y de lo contingente, sino volverse multidimensional al integrar el substrato económico y técnico, la vida cotidiana, las creencias y ritos, las actitudes ante la vida y la muerte. (1999 a).
Morin señala que la historia, aunque por un tiempo estuvo vaciada de la noción de acontecimiento, de azar y de “grandes hombres”, se enriqueció profundamente. Así sucedió, por ejemplo en Francia con la tendencia de la escuela de los Annales cuya virtud no fue , como ella lo creyó, deshacerse del acontecimiento y de lo contingente, sino volverse multidimensional al integrar el substrato económico y técnico, la vida cotidiana, las creencias y ritos, las actitudes ante la vida y la muerte. (1999 a).
La historia está actualmente muy próxima,
según Morin (1984), a la relación sistema – evento. El primer momento decisivo
fue aquel en que la historia anti –
evenencial, detentando las “capas profundas de la historia”, descubrió el sistema (Marc Bloch, Lucien Febvre, Fernand Braudel )
y la homeostasis ( Le Roy Ladurie ). El
segundo momento ha comenzado: es el
redescubrimiento del evento en la relación con el sistema (Baechler, Le Roy Ledurie ).
De
acuerdo al autor:
Antiguamente
se seguía el siguiente esquema:
ESTRUCTURA.........HISTORIA.
Actualmente se propone el siguiente esquema:
ESTRUCTURA...........SISTEMA.........EVENTO........
HISTORIA.
3.9. La
historia y la complejidad de la vida
cotidiana.
En los últimos congresos de Historia Regional y Local realizados en Venezuela, así como en las revistas especializadas a nivel nacional, están abriendo espacio a las investigaciones dirigidas a la vida cotidiana, aquella que vive con nosotros y que son tan comunes y rutinarias que pasan desapercibidas por la gran mayoría de la sociedad; así se han desarrollado trabajos sobre los burdeles, las bodegas, los locos del pueblo, entre otros.
En los últimos congresos de Historia Regional y Local realizados en Venezuela, así como en las revistas especializadas a nivel nacional, están abriendo espacio a las investigaciones dirigidas a la vida cotidiana, aquella que vive con nosotros y que son tan comunes y rutinarias que pasan desapercibidas por la gran mayoría de la sociedad; así se han desarrollado trabajos sobre los burdeles, las bodegas, los locos del pueblo, entre otros.
En la obra de Morin,
encontramos referencias sobre la historia y la complejidad de la vida cotidiana
Según él la vida cotidiana está
conformada por seres singulares, enraizados en su contexto, caminando en
su tiempo. Es una vida en la que cada uno juega varios roles sociales en
distintas circunstancias, cada ser tiene una multiplicidad de identidades y de
personalidades, un mundo de fantasmas, y
de sueños que nos acompañan. Cada uno de nosotros conoce muy poco de sí
mismo; conocemos una apariencia de nosotros, debemos hasta engañarnos, autoengañarnos.
En definitiva, hay un tiempo
que no vuelve nunca, que no se repite,
que es el vivencial y existencial y nunca se vive dos veces. Ni en la historia
social ni en la historia personal.
CONCLUSIÓN
Edgar Morin, ha demostrado que en su
vida personal y en su vida intelectual
ha sido una especie de esponja que ha absorbido, que ha consumido enteramente el pensamiento
complejo del contexto en el cual le ha
tocado vivir para plasmarlo en sus
textos. Morin, ha investigado de lo imaginario de nuestro tiempo (mitos), de su naturaleza y su función en una sociedad de masas y consumidora.
Realiza una reflexión política que, partiendo del análisis desengañado del otrora stalinismo, intentando
comprender la impotencia del mundo antiguo y moderno para hacerse mundo y la
impotencia del hombre de todos los tiempos por hacerse hombre y la conjunción
de la crisis de la barbarie mundial y de la crisis interior del
individuo. Viendo al autor estudiado exclusivamente como sociólogo, encontramos una investigación sociológica concreta a partir de un proceso multidimensional que
une la observación fenomenográfica, la entrevista y la participación en la
praxis social del grupo, permitiendo la captación
comprehensiva de un individuo sociológico. La historia viva y vivida lo
llevó a tener y a desarrollar un mestizaje cultural, convirtiéndose en un hombre planetario.
El pensamiento complejo, expuesto por Morin, comporta en su seno el principio de
solidaridad e implicaciones mutuas entre objetos arbitrariamente separados y aislados. Se
esfuerza en reconocer dónde se encuentra
la dialógica, es decir, el orden, el desorden y la organización.
Concibe la implicación mutua entre sistemas y ecosistemas. Incluye sus objetos de conocimiento como producto de
una cooperación entre una realidad
objetiva y las operaciones mentales de los obsevadores / conceptualizadores
para conseguir una sinergia entre el pensamiento y la acción. Para Morin, la
historia es una ciencia multidimensional, poliscópica y en cuyo interior se
siente el ruido y se presenta con todo su furor (como un terremoto, primero se
oye un ruido sordo que envuelve y después el movimiento o sacudida con furor).
Cuando la define expresa que ésta, es una enmarañada sucesión de variaciones y
manifestaciones semialeatorias de las
virtualidades del sapiens. La
historia nunca ha avanzado de manera lineal o frontal como un río, sino
por desviaciones que proceden de
innovaciones o creaciones internas de acontecimientos accidentes externos . La historia, las ciencias humanas y las ciencias
naturales deben y pueden desarrollar la transdisciplinariedad, como un esquema
cognitivo que atraviesa las disciplinas, pero con la virulencia que las ponga
en trance. “ El fin es allí donde partimos ” – John H. Elliot ( 1930 ) - .
BIBLIOGRAFIA
1. Principal.
Morin, Edgar. (1972). El cine o el hombre
imaginario. Barcelona. Editorial Seix
Barral.
____________ (1973). Diario de
California. Madrid. Editorial
Fundamentos.
____________ (1974 a). El
hombre y la muerte. Barcelona. Editorial Kairós.
____________ (1974 b). El paradigma perdido: El paraíso olvidado.
Barcelona. Editorial Kairós.
____________ (1976).
Autocrítica. Barcelona. Editorial
Kairós.
____________ (1981 a).
Para salir del siglo XX.
Barcelona. Editorial Kairós.
____________ (1981 b). El
Método I. La naturaleza de la naturaleza. Madrid. Editorial Cátedra.
____________ (1983 a). Qué es totalitarismo. De la
naturaleza de la URSS. Barcelona. Editorial Anthropos.
_____________ (1983 b). El
Método II. La vida de la vida. Madrid. Editorial Cátedra.
_____________ (1984). Ciencia
con conciencia. Barcelona. Editorial Anthropos.
_____________ (1988). El
Método III. El conocimiento del conocimiento. Madrid. Editorial Cátedra.
_____________ (1992).
El Método IV. Las ideas. Madrid. Editorial Cátedra.
_____________ y Anne B. Kern. ( 1993 ). Tierra Patria. Barcelona. Editorial Kairós.
_____________ (1994). Introducción al pensamiento complejo.
Barcelona. Editorial Gedisa.
_____________ (1995 a). Mis Demonios. Barcelona. Editorial
Kairós.
_____________ (1995 b). Sociología. Madrid. Editorial
Tecnos.
_____________ ( 1999 a ).
La cabeza bien puesta: Repensar la reforma. Reformar el pensamiento.
Buenos Aires. Ediciones Nueva Visión.
_____________ (1999 b).
Los siete saberes necesarios a la educación del futuro. París. Organización
de las Naciones Unidas para la
Educación, la Ciencia y la Cultura. UNESCO.
2.
Complementaria:
Bachelard, Gaston. (1978). La filosofía del
no: Ensayo de una filosofía del nuevo
espíritu científico. Buenos Aires. Editorial Amorrortu.
Barth, Hans. (1951). Verdad e
ideología. México. Fondo de Cultura
Económica.
Collingwood, R.G. (1990). La
idea de historia. México. Fondo de
Cultura Económica.
Fleischer, Helmut. (1969).
Marxismo e historia. Caracas. Monte Avila Editores.
Horgan, John. (1998). El fin
de la ciencia. ( Los límites del conocimiento en el declive de la era
científica ). Barcelona. Editorial Paidós.
Iggers, Georg G. (1998). La ciencia histórica en el siglo XX.
(Las tendencias actuales). Barcelona. Idea Universitaria. ( Idea Books, S.A.).
Konstantinov, F.V. (1960). El materialismo histórico. México. Editorial
Grijalbo.
Kuhn, Thomas. (1971). La
estructura de las revoluciones científicas. México. Fondo de Cultura Económica.
Mannheim , Karl. (1958).
Ideología y Utopía. Madrid. Editorial Aguilar.
Marx, Karl. (1875). El
Capital. T.I / Vol. 1. Buenos Aires. Siglo Veintiuno Editores.
Mauss, Marcel. (1971). “El Don”.
En: Sociología y Antropología. México. Editorial Tecno.
Moradiellos, Enrique. (1994). El oficio de historiador. Madrid. Siglo XXI
Editores.
Nouschi, Marc. (1999). Historia del siglo XX. (Todos los mundos, el
mundo). Madrid. Ediciones Cátedra.
Pirenne, Jacques. (1976).
Historia Universal. ( Las grandes corrientes de la historia). México. Editorial Cumbre.
Riu, Federico. (1978). Historia y totalidad.( el concepto de
reificación en Lukács )
Caracas. Monte Avila Editores.
Silva, Ludovico. (1975). La plusvalía
ideológica. 2da. Edición. Caracas. Ediciones de la Biblioteca. UCV.
Vilar, Pierre. (1982).
Iniciación al vocabulario del análisis histórico. 4ta. Edición. Barcelona.
Crítica – Grupo Editorial Grijalbo.
3.
Referenciales:
Albornoz, Hernán. (1990).
Diccionario de Filosofía. Valencia.
Vadell Hermanos Editores.
Cazeneuve, Jean y David
Victoroff (1981 ). Sociología. En: Enciclopedia de las Ciencias
Sociales. Bilbao. España. Asuri de
ediciones, s,a
Varios Autores. (1999).
Revista Complejidad. Año 2. Número 4. México.
Varios Autores. (1997). Revista Trabajo Social. Escuela
Nacional de Trabajo Social de la UNAM. México.
Varios Autores. (2000).
Simposio Internacional “Pensar las complejidades del Sur”. España
Barcelona.
[1] Los textos citados
anteriormente fueron tomados en las clases del Dr. García Malpica. Universidad
de Carabobo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario