Por: Luis Rafael
García Jiménez
José Antonio Páez Herrera, General
en Jefe, hombre epiléptico y con fobia a las culebras dominará la escena política escena venezolana a partir de la segunda
batalla de Carabobo, en 1821, hasta el tratado de Coche, en 1863, cuando
concluye la Guerra Federal; es
decir, durante 42 años; si lo comparamos con Bolívar será desde
1813 hasta 1829, es decir 17 años. Para Bolívar fuimos colombianos, para Páez
venezolanos y no olvidemos que será Páez quien inicia el culto al Libertador en
1842.
Como es sabido, Boves y Páez
lograron aglutinar a su alrededor como lideres absoluto a los llaneros. El
autor de la Historia Constitucional de Venezuela, Gil Fortoul, desde su perspectiva positivista,
cuando compara a Boves con Páez expresa: " uno y otro empiezan con
cerebros oscuros. Pero el cerebro de Boves se
queda oscuro cuando el cerebro de Páez se va poco a poco iluminando. Aquel
[Boves] es siempre el mismo, hasta su muerte, el otro
[Páez] se transforma. El uno nació para odiar y vengarse; del vientre de su
madre vino con instintos de bárbaro incivilizable. Del vientre de su madre
trajo el otro la propensión a civilizarse, a servir a sus semejantes, y al fin
se convence de que más arriba del instinto está la idea, sobre la pasión baja la conciencia alta sobre el interés momentáneo
el ideal permanente." (1967, pp. 397-398).
Juan Uslar Pietri (1962) hace la
siguiente referencia sobre Boves: " ciertamente no era un hombre brillante
ni de esmerada educación, pero tenía
buena letra, cosa extraordinaria para la época; era aplicado y conocía su oficio
a la perfección [piloto marino]. Siempre se le observó buena conducta, respetuoso
y con gran amor al trabajo.
Gil Fortoul expresa más adelante:
". el general José Antonio Páez, llanero indómito a la autoridad de las leyes, aunque
entendimiento fácil de ser dirigido por cortesanos que halaguen su ambición de
mando y prestigio, tarda poco en aliarse con los promovedores de la tendencia
separatista" (p. 473).
Todo el mundo está convencido que la
transformación de Páez, de bárbaro a civilizado, se le debe al contacto con la
valencianidad y con su amante Barbarita Nieves. En la historia del siglo XIX
venezolano, tres gobernantes cayeron en el círculo valenciano: Páez, Linares
Alcántara y Cipriano Castro.
Para hablar y entender la
valencianidad es indispensable consultar a Armando Martínez, quien ha estudiado
el tema a fondo. Para los efectos y fines de esta ponencia la categoría
"valencianidad" la vamos analizar hasta el siglo XIX. Martínez
(2004), nos habla de una valencianidad histórica que se corresponde con los grupos de origen
hispano que a lo largo de los siglos XVI, VVII y XVIII llegaron a controlar la estructura de poder regional. Propietarios de haciendas y hatos llegaron a construir la clase dominante
local. especie de grupos de carácter oligárquico, cerrado, que controlaron privilegios hasta fines del período
colonial. Luego de la independencia, Valencia
se aleja relativamente de las posiciones conservadoras para entrar en la lucha
por la capitalidad bajo la guía de Miguel Peña.
Quiero abrir un paréntesis con
respecto a Peña: Bolívar en carta dirigida a Peña: a
Santander le expresa: "… el doctor Peña es un hombre vivo, de
talento, audaz y conviene mucho que usted lo mantenga al lado del gobierno,halagado
con la esperanza de un alto destino, y que por ningún pretexto vaya a Venezuela que la
patria, usted y yo no tengamos algún día que llorar…" (Gil F, 1967; 515).
Cuenta una vieja anécdota valenciana
que: cuando Páez se marchaba para Caracas designado él presidente y Caracas
nuevamente capital. Peña
acompañó al general hasta la Cabrera; Páez le pidió que siguiera con él, pero
Peña le dijo: - usted no sabe que los gatos acompañan a su amo hasta la puerta
de la casa.
La región valenciana, desde el
período indígena, ha sido un centro jerarquizante y una encrucijada de caminos
(García, 1996). Valencia durante la colonia contribuyó a la conquista española a la
del valle del Ávila y la fundación de Caracas. Luego luchará por el título de
ciudad que significaba autonomía municipal total frente a Caracas. La fundación
del puerto de la Borburata y su conversión en sede de gobierno fiscal entre 1551
y 1558, compartiendo la capitalidad con Coro que continuó como sede del
gobierno político. En 1715, ante proposición presentada al Rey por dos
oficiales reales, proponían dividir a la región en dos gobernaciones: la de
Caracas y la otra la de Valencia con una jurisdicción que abarcaría Coro,
Nirgua, Barquisimeto, Tocuyo y Trujillo.
En 1812 Valencia por breve tiempo sería la
capital de la primera república. Los valencianos entre 1815 y 1816, solicitan
la capitalidad y entre las cuatro razones, una de ellas señala: "… la
fidelidad de todos los naturales de Valencia al monarca español durante la guerra..." (García, 2002). La lucha de la valencianidad por la capitalidad, tuvo sus
frutos en 1812,1830 y 1854. Pero no se pudo imponer sobre Caracas.
Elías Pino Iturrieta (1992) expresa
que Páez fue: "… introducidocon propiedad al mundo de la cultura y refinamientos…" (p.105). Los responsables de la metamorfosis de Páez
fueron: el ambiente de la
valencianidad y Barbarita Nieves. Aunque Feo Caballero (1989) expresa que ella
era una dama valenciana, la mayoría de los historiadores piensan que ella era
de Apure y para el año de 1820 ya estaba con Páez. Barbarita, a pesar de su
condición de amante, era aceptada en los círculos sociales valencianos y
caraqueños. A ella se le atribuye todas las "cosas buena" que harán
de Páez, según Asdrúbal González (2004), un personaje de alta cultura, ejemplo
de superación, motivo de asombro por su crecimiento intelectual.
Entre los años 1824 a 1829 la pasión
artística del guerrero, que en la paz social encuentra cauce, transforma la
vieja mansión valenciana en una fragua de cultura. Para la época, de acuerdo
con Feo C (1989) Valencia contaba con 12.000 habitantes, era cabecera del
cantón y estaba dividida en dos parroquias: Catedral y Candelaria. Francisco
González Guinán (1929) expresa que Páez: adquirió rápidamente una cultura
apreciable: la guitarra y maracas que tocaba en sus mocedades llaneras las
sustituyó con el violoncelo y ejecutaba con buen gusto a la música clásica.
De acuerdo con Alfonso Marín (1990),
Páez "… convierte su residencia en Valencia en una especie de ateneo. Toca
piano, violín, violoncelo, canta. Su potente voz de barítono llena toda la
casa. Funda en ella un grupo de teatro, quizá el primero
que hubo en Valencia. Lo inaugura con la tragedia ‘Otelo’, de Shakespeare..." ente
los actores contamos al propio Páez, a Peña y a Soublette, entre otros. El
mismo autor nos dice que, además, trata de ensayar música propia, y en cuanto a
sus actividades botánicas, baste observar que una rosa de jardín y también una
paja para alimentar ganado, llevan su nombre…" (Marín, 1990; p.18). Esto
sin decirles que estudiaba idiomas entre ellos inglés y francés.
Ahora bien, Páez se instala en
Valencia después de la batalla de Carabobo en junio y permaneció en ésta hasta
1830, es decir, nueve (9) años. Pero esa actividad artística la realizará entre
1824 y 1829, cinco años. ¿Y la conspiración del año 26?. ¿Qué tiempo tenía para
gobernar el Departamento de Venezuela? así sería la tranquilidad de la época.
Sólo un genio un
extraordinario autodidacta pudo haber realizado una actividad cultural casi
titánica. ¿Hasta dónde han exagerado sus biográfos ?.
Al morir Barbarita en 1847, doña
Dominga Ortiz, después de 27 años (de estar separada de Páez) nombra al señor
Juan Valero como apoderado para que solicite la división de bienes conyugales de su matrimonio con Páez. Veamos los bienes de este antiguo peón de hato, de acuerdo con Carruido (1991)
incluirán: " el Hato San Pablo en Ortiz, el hato Mata de Totumo en Apure,
el hato La Calzada en Barinas y la posesión Los Cerritos, casa de mampostería
en Barinas, casas en Puerto cabello casas [antigua
sede de la Compañía Guipuzcoana], Valencia, Maracay y Caracas [la Viñeta], la
isla La Culebra en el lago de Valencia, la hacienda la Trinidad en Maracay,
hacienda El Arenal en la costa del lago de Valencia, la hacienda de café Los
cocos" (p.101). Como podemos observar Páez, no solamente tenía poder político,
también tenía poder económico: ¡ no solo de cultura se vive !.
La primera muestra de primera fidelidad de la valencianidad por Páez, se verá durante los sucesos conocidos
como la "Cosiata", el 27 de abril de 1826, la municipalidad
valenciana manifiesta su desagrado por la destitución de Páez como comandante
general del departamento de Venezuela. Tres días después desconocía
abiertamente al gobierno de Bogotá, y restituía a Páez en el mando. Los sucesos
originados por la valencianidad culminaron en Caracas con una Asamblea el 7 de
noviembre donde se aprobó la convocatoria de una constituyente.
Entre noviembre del año1829 hasta
mayo de 1830, la valencianidad siguió y apoyó a Páezen el proceso de separación de República de Colombia.
El 24 de marzo de 1831 Páez es
electo presidente Constitucional. La capital será Caracas. ¿Por qué no
Valencia? ¿Por qué si Páez amaba tanto a Valencia no la impuso como capital?
Páez no volverá a partir de esta fecha a vivir en Valencia. Inclusive los
últimos años de Barbarita serán en Maracay y morirá en Choroní. Después de
cuatro años de su primera presidencia, se formó una camarilla alrededor de
Páez, dirigida por el doctor Ángel Quintero, hombre que siempre trabajó en función de un
grupúsculo, como se diría el "cogollo".
En 1834 estaba en su hato de San
Pablo cuando Vargas fue depuesto (Revolución de las Reformas en julio del 35). El 23 de julio, Páez, frente al Morro de Valencia
con sus lanceros, convencerá a viva voz a José Laurencio Silva de que debía
sumarse a la constitucionalidad.
En 1838 es electo para una segunda
presidencia que asume en febrero del 39.
En 1849, Páez trata de derrocar a
Monagas pero fracasa, siendo derrotado por el coronel Muñoz en la batalla de
los Araguatos (de allí le vendría el mote de "El Rey de los
Araguatos"). Huye a Nueva Granada de ahí a Curazao, invade por la Vela de
Coro y es derrotado por Zamora en la batalla de Casupo. Capitulando ante José
Laurencio Silva: Páez será paseado por Valencia montado en un burro.
En 1858, gracias a la Revolución de
Marzo, que derroca a José Tadeo Monagas, permitió el regreso del exiliado Páez
quien será recibido por miles. Para entonces Valencia era la sede de los
poderes públicos nacionales. Páez permanecerá varios meses en la ciudad.
En 1861, el 18 de agosto en Valencia
protestarán contra el gobierno de Pedro Gual, por haber solicitado la renuncia
al jefe de los ejércitos de la república ejercido por Páez. En Valencia se dio
el grito de la insurrección contra el gobierno. Cuando Páez se proclama
dictador. Ángel Quintero se aleja de Páez y se va al exilio, por allá en Puerto Rico expresará:
"… no hay gobierno posible en Venezuela mientras resida en ella el general
Páez…" (Nieschulz, 1997; p.793).
Recordemos a Bolívar, cuando pedía disculpas por su
reaccionaria dictadura: "…Además, bajo la dictadura, ¿Quién puede hablar de libertad? ¡Compadezcámonos
mutuamente del pueblo que obedece y del hombre que manda solo!" (Gil F,
1967 p629).
Páez cierra tristemente su vida política asumiendo su vida la dictadura, cuando
pierde el poder se cierra la puerta de los conservadores. Sus colaboradores más
cercanos, lo abandonan, como lo hizo Quintero. La clase dominante,
llámese valencianidad realizará su reacomodo con los liberales. Atrás quedan
muchas interrogantes.
Carruido A, Luis R (1991). Páez en Carabobo. San
Joaquín. Publicaciones del Centro Socio Cultural San Joaquín.
Feo C, Oswaldo (1989). Crónicas valencianas. Valencia.
Ediciones de la Gobernación de Carabobo.
García J., Luis R (1996) Hacia una descripción de la región histórica del actual territorio de Carabobo. En:
III Seminario de la Historia Regional. Valencia Universidad de Carabobo. Ediciones Donal Guerra/Edit.
García J., Luis R (2002). Problemática de la subregión
valenciana o carabobeña en el contexto de la nación. En: investigaciones en historia regional y local. Siete ensayos. Valencia. Asociación de Historiadores Regionales y
Locales.
Gil Fortoul, José (1967). Historia Constitucional de
Venezuela.Quinta Edición. Caracas. Librería Piñango.
González, Asdrúbal (2004) Valencia: la novia del
centauro. En: La historia oculta de Valencia. Diario Noti Tarde Edición
Aniversaria Número 28.
González Guinán, Francisco (1929). Reminiscencias
históricas de Venezuela. 2da. Edición. Caracas. Litografía y Tipografía del Comercio.
Marín, Alfonso (1990) Páez en Valencia. 2da. Edición.
Valencia. Ediciones de la Gobernacióndel Estado del Carabobo.
Martínez, Armando (2004). La valencianidad: el signo
histórico de la ciudad. En: La historia oculta de Valencia. Diario Noti Tarde
Edición Aniversaria Número 28.
Nieschulz de S, Ele (1997). Ángel Quintero.En: Diccionario de Historia de Venezuela. 2da. Edición. Tomo III.
Caracas. Exlibris.
Pinto Iturrieta, Elías (1992). Los comienzos del
estado nacional. En: Historia Mínima de Venezuela. Caracas. Fundación de los
trabajadores de Lagoven.
Uslar Pietro, Juan (1962). Historia de la rebelión de
1814. Caracas. Editorial Edime.
Páez... Al parecer mas mito q realidad...
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